Los peritos del ácido bórico comparecen ante el juez tras inhibirse la Audiencia Nacional
Isabel López ha solicitado protección a la juez para poder abandonar el juzgado preservando su intimidad
Los peritos Manuel Escribano e Isabel López Cidad han prestado declaración esta mañana ante la juez de instrucción número 35 de Madrid, Gemma Gallego, en relación a la supuesta falsedad del informe que vincula el 11-M con ETA a través del ácido bórico. El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón envió anoche al decanato de los Juzgados de Madrid la investigación, al considerar que el caso no corresponde a este tribunal. La inhibición de Garzón supone la anulación de la comparecencia de los tres peritos imputados por un delito de falsedad, prevista para el próximo día 18.
La delcaración de esta mañana correspondía a la causa abierta a raíz de las denuncias que la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M y la plataforma España y Libertad presentaron en los Juzgados de la plaza de Castilla de Madrid contra el ex comisario general de Información Telesforo Rubio y los superiores de los tres agentes imputados. El tercer perito, Pedro Manrique, está citado para el próximo lunes.
Escribano, que estaba citado a las diez de la mañana, ha sido el primero en comparecer ante la juez, durante alrededor de dos horas; posteriormente, a las doce del mediodía, ha llegado al juzgado su compañera. Los numerosos periodistas y medios gráficos congregados en la puerta de los juzgados han hecho que López pidiera a la juez protección para abandonar el juzgado sin ser vista, después de la declaración.
Ofendido no es intimidado
Mientras tanto, el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando, ha respondido con cierto desdén a la petición que ayer realizó Garzón, que solicitó amparo al organismo ante la campaña de acoso contra él por parte del PP y sus medios afines -el juez cita al diario El Mundo, la emisora de radio COPE, la página de Internet Libertad Digital y el diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo-. Hernando ha afirmado esta mañana que Garzón "tiene suficiente entidad y ha llevado casos tan importantes y trascendentes" como para que las críticas no le intimiden. Sin embargo, ha añadido, el CGPJ estudiará su solicitud. "Una cosa es que uno se sienta intimidado en su voluntad y otra cosa es que uno se sienta ofendido por las expresiones que puedan proferir otras personas", ha declarado Hernando antes de inaugurar las III Jornadas de Comunicación y Justicia en Las Palmas de Gran Canaria.
Sin embargo, a continuación ha admitido que aún no se ha leído el escrito presentado ayer por el juez. La Comisión Permanente del CGPJ adoptará una decisión al respecto el martes. "Daremos nuestras razones en un sentido o en otro. Ahora es adelantarse", ha concluido Hernando. Al margen de los medios y el diputado del PP, el magistrado también incluye una denuncia contra el vocal del Poder Judicial José Luis Requero, por injerencia en la actividad jurisdiccional de Garzón, al haber presentado una denuncia ante la Inspección del Consejo. El CGPJ ha rechazado dos veces esta semana amparar al juez. Respecto a la actuación de Requero (que se basó en una información de El Mundo que aseguraba que Garzón había dado un trato humillante y vejatorio a dos interrogados), Hernando ha dicho que el vocal —nombrado a propuesta del PP— se limitó a hacer lo que cualquiera en su posición debería haber.
Dos fiscales de la Audiencia que estuvieron presentes en el interrogatorio elevaron sendos informes en los que aseguraban que la actuación del juez fue "adecuada y con trato correcto, con absoluta normalidad, con sujeción y respeto a la legislación procesal, y sin que se produjera ninguna incidencia digna de mención". Los medios de comunicación afines al PP acusaron a Garzón de prevaricar, de prostituir a la Justicia y de estar al servicio del Gobierno.
El 'caso del ácido bórico'
El origen de este conflicto es la información publicada por el diario El Mundo en la que afirmaba que el Ministerio de Interior había falsificado un informe policial para ocultar los lazos entre la organización terrorista ETA y el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Durante las actuaciones de la Audiencia Nacional a raíz de esta denuncia, Garzón interrogó a los tres peritos que realizaron el informe presuntamente alterado. A continuación, el juez imputó por presunto delito de falsedad en documento oficial a esos tres peritos de la policía, Manuel Escribano, Isabel López Cidad y Pedro Manrique. Los funcionarios admitieron haber firmado el 11 de julio de 2006 un documento interno no oficial que habían elaborado en marzo de 2005.
El informe presuntamente falsificado no era sino un borrador que los superiores de los tres peritos ordenaron retocar al no considerar adecuados los comentarios incluidos sobre el 11-M y ETA. El supuesto lazo entre la organización y el ataque fue el hallazgo de ácido bórico en la casa de un implicado en la matanza y en un piso de etarras. El ácido bórico es, entre otras cosas, un matacucarachas. Dos de los peritos afirmaron en otro informe, años antes, que no es una sustancia explosiva.
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