La explosión de una empresa pirotécnica en Santiago causa daños en más de 35 viviendas
Una viga de la fábrica de fuegos artificiales fue encontrada a 200 metros del lugar
La explosión que se produjo la pasada madrugada en una empresa pirotécnica ubicada en Solláns, en el municipio coruñés de Teo, que no causó víctimas, sí provocó cuantiosos daños materiales en al menos 35 casas de la zona. El estallido, que se pudo escuchar hasta a una distancia de unos diez kilómetros y llegó a despertar incluso a vecinos de Santiago de Compostela, causó daños estructurales en algunas viviendas, así como la rotura de cristales, tejados, ventanas, puertas y persianas de entre 35 y 40 casas, según ha constatado la Guardia Civil.
Un equipo TEDAX de la Guardia Civil, que investiga las causas, tomó muestras durante esta mañana en el lugar del suceso, cuyos efectos se dejaron notar en un radio de unos 400 metros y que, además de los daños causados en las propiedades, supuso la muerte de dos perros que vigilaban la propia fábrica.
Una viga voló más de 200 metros
"Pirotecnia Calo" funciona desde 1960 y, según su propietario, Alfonso Calo, cuenta con todos los permisos y medidas de seguridad exigidas por la legislación, así como seguros que cubrirán los daños que han sufrido las viviendas de sus vecinos, e incluso la suya propia, cercana a la fábrica.
Por toda la zona se pueden ver cascotes o vigas sueltas, una de las cuales voló desde la fábrica unos 200 metros hasta que cayó, doblada, en medio de un campo situado frente a la casa de Ana Mirás. También se han visto restos de edificaciones en los árboles de la zona.
Varias patrullas de la Guardia Civil se encargaron de acordonar la zona y de cortar el tráfico como medida de precaución tras la explosión. Los bomberos de Santiago emplearon casi una hora en controlar los efectos del accidente, y también se desplazaron agentes de las policías local y grupos de intervención rápida de la Nacional.
Según el propietario de la fábrica, seis de las 27 casetas de la empresa han quedado destrozadas totalmente, aunque varias han sufrido daños. Alfonso Calo no se explica las causas, ya que a la hora en que se produjo no había nadie en la empresa, porque los empleados, cuatro más el empresario, no entran a trabajar hasta las 8.30 de la mañana.
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