Identificados los dos presuntos miembros de ETA detenidos ayer en Francia
La policía gala apunta a la organización terrorista como autora del robo de 1.280 kilos de una sustancia para fabricar explosivos
Los dos presuntos etarras detenidos ayer por la policía francesa en la localidad de Tournon Saint-Pierre han sido identificados como Mikel Larrañaga Altuna y Arnaltz Guisasola Olaeta, según han informado fuentes de la lucha antiterrorista. Ninguno tiene causas pendientes en España. Ambos fueron arrestados ayer por gendarmes franceses cuando se saltaron un control policial con la furgoneta en la que viajaban.
Gisasola y Larrañaga, ambos de 28 años y naturales de Gernika y Zarautz, llevaban documentación falsa en el momento de su detención, uno de ellos francesa. Además, uno de los individuos iba armado con una pistola semiautomática. Las huellas de los detenidos fueron enviadas ayer a Madrid para su identificación, ya que los dos se negaron a dar su nombre. La detención se llevó a cabo ayer en Tournon-Saint-Pierre, en el departamento de Indre, en el centro de Francia, tras una persecución policial de unos diez kilómetros, después de que los supuestos etarras se saltaran un control de tráfico rutinario de la Gendarmería.
Durante la carrera, los miembros de ETA arrojaron por la ventanilla unas piezas metálicas en forma de estrella, diseñadas para pinchar las ruedas de los vehículos, con el propósito de bloquear el coche de los gendarmes, aunque sin conseguirlo. Los dos individuos, que iban armados con pistolas, admitieron en el momento del arresto que pertenecían a ETA, aunque no quisieron dar cuenta de su identidad. El vehículo en el que viajaban los dos etarras habían sido robado la noche anterior en la localidad de Mirabeau, en el Departamento de Vienne, limítrofe con el distrito donde se produjo el arresto.
La "pista vasca"
Por otro lado, la policía francesa ha informado hoy a la española del robo en una empresa de la localidad de Rouen de 1.280 kilos de polvo de aluminio, sustancia que se puede utilizar para hacer explosivos, y de que entre las hipótesis de la investigación figura la autoría de ETA. Fuentes de la lucha antiterrorista han señalado que ese robo, perpetrado por dos hombres y una mujer armados con pistolas, se produjo en la madrugada del 22 de diciembre en la empresa Radium Bronce, ubicada en Rouen, al norte de Bretaña. Aunque están abiertas varias hipótesis, la policía francesa no descarta que, por el modus operandi, haya sido ETA la responsable.
Los ladrones "mantuvieron secuestrado al vigilante de la empresa" durante el robo, lo que recuerda al asaltó realizado en octubre pasado por un comando de ETA en una sociedad especializada en materiales de seguridad para la fabricación de pasaportes, situada cerca de Millau (sur de Francia). El empleado, que tardó varias horas en poder liberarse de las ataduras, declaró que los tres individuos tenían un acento extranjero que creyó identificar como procedente de países del Este. Esta declaración fue lo que hizo que en un principio no se considerara el hecho relacionado con el terrorismo. Hace dos días, sin embargo, se hicieron cargo del caso la DNAT y la juez Laurence Le Vert. Al entrar en juego la "pista vasca", la policía francesa se ha puesto en contacto con la española para intercambiar información y coordinar las actuaciones.
El polvo de aluminio es una sustancia que puede ser usada para la falsificación de documentos o para la fabricación de explosivos, como amosal o amonal, utilizados por la banda terrorista. De confirmarse la autoría de ETA, fuentes del Ministerio del Interior español han indicado que se demostraría que "hay que mantener el mismo nivel de alerta y presión en la lucha antiterrorista que se viene manteniendo hasta ahora". Se trataría del segundo asalto de similares características perpetrado por la banda terrorista en Francia en lo que va de año tras el robo de cuatro toneladas de clorato sódico, una sustancia empleada por ETA para la fabricación de explosivos, el 22 de abril.
21 artefactos explosivos en dos meses
ETA ha reivindicado hoy la colocación de 21 artefactos explosivos en los dos últimos meses, desde el 25 de octubre hasta el 21 de diciembre, entre los que figuran las cinco bombas colocadas en las carreteras coincidiendo con el Día de la Constitución. El último atentado es el coche bomba que explotó en la discoteca Bordatxo de Santesteban (Navarra), que destruyó el inmueble y causó daños en medio centenar de viviendas y locales.
ETA asume la autoría de estos atentados en un comunicado remitido a Gara, que el diario publica hoy. Los ataques se refieren, además de a las bombas colocadas en las carreteras, a cinco artefactos dirigidos contra juzgados, otros tantos contra empresas que se negaron a pagar el impuesto revolucionario, uno contra el Instituto Nacional de Empleo, las dos granadas colocadas en el aeropuerto de Santander y tres bombas contra oficinas de Correos.
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