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Zapatero declina la oferta de CiU para convertirse en socio estable del Gobierno

El jefe del Ejecutivo asegura que mantendrá la "colaboración" y "respeto" con el partido catalán, "pero a partir de ahí cualquier expectativa distinta no tiene posibilidad de concreción"

El Gobierno mantendrá su "posición de colaboración" e "intenso respeto" con Convergència i Unió (CiU), pero "a partir de ahí cualquier expectativa distinta no tiene posibilidad de concreción". Así ha respondido esta tarde el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la oferta del partido catalán de llegar a un acuerdo para brindarle su apoyo político durante el resto de legislatura.

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"Tengo como es conocido una relación razonable, positiva con CiU, como me gusta tener con todas las fuerzas políticas; tengo un intenso respeto por el señor [Artur] Mas [líder del partido nacionalista], y tenemos una posición de colaboración. A partir de ahí cualquier expectativa distinta no tiene ninguna posibilidad de concreción. Respeto, dialogo, pero de ahí a hablar de posible acuerdo, aún estamos en un tiempo de espera y natural prudencia", ha explicado Zapatero a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior a su encuentro en Roma con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.

Ayer, desde Londres, Mas aseguraba: "Convergència i Unió es un factor de moderación, serenidad y eficacia en la política española como lo demuestra su reciente apoyo a la Ley Orgánica de Educación". En su opinión, esa colaboración en la gobernabilidad, que se inició con el voto de CiU a favor de los Presupuestos Generales del Estado para 2006, debería intensificarse hasta el final de la legislatura, según informa el enviado especial de EL PAIS, Josep Garriga. Es por ello que Mas se ofreció ayer a Zapatero como sostén parlamentario si el PSOE decidía diversificar sus aliados en el Congreso de los Diputados.

La LOE y los Presupuestos deberían ser, manifestó Mas, el comienzo de una implicación más intensa de CiU en la gobernabilidad de España, como lo hizo con gobiernos de Felipe González y de José María Aznar. Los convergentes presentaron enmiendas a la totalidad de ambos proyectos, aunque luego las retiraron.

Horas antes de la respuesta de Zapatero, el PSC había agradecido el ofrecimiento de CiU pero había puesto una condición para que fuera aceptado: que no pacte nunca más con el PP. El portavoz adjunto de los socialistas catalanes en el Parlamento autonómico, Joan Ferran, ha asegurado: "Valoramos positivamente que CiU se coloque en una situación de diálogo y acuerdo, pero debería cumplir antes algunas premisas para creer en sus buenas intenciones". "CiU nos debería asegurar de una manera clara y diáfana que no pactará nunca más con el PP, y debería haber un cierto arrepentimiento de las consecuencias al pacto anterior [en referencia a los populares] porque la política tampoco es un juego de ahora estoy contigo y luego con los otros, debe haber una cierta constancia", ha añadido Ferran.

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