Un traje de Armani para servir hamburguesas

Tras introducir productos saludables en sus menús y buscar una imagen más sana que contrarreste la mala fama de la denostada como comida basura, McDonald's anuncia otro golpe de timón, en esta ocasión a costa de sus empleados, a los que quiere vestir como modelos con ropa de diseño.

Ralph Lauren, Giorgio Armani, Tommy Hilfiger o Sean John (la marca del rapero Sean P. Diddy Combs-) son algunas de las firmas con las que la compañía estadounidense aspira a mejorar la imagen de sus trabajadores. Tanto es así que sus jefes aspiran a que se conviertan en "carteles ambulantes" de la marca, vistiendo el uniforme incluso fuera de sus horas de trabajo.

Para ello están dispuestos a gastarse hasta 80 millones de dólares, según avanza la revista AdAge, que ha informado de que la empresa ya se ha puesto en contacto con un experto en imagen neoyorquino, Steve Stoute.

Stoute trabaja para la empresa Translatio, y cree que los trabajadores de McDonald's, en su mayoría jóvenes, deberían ser libres de llevar la ropa que deseen, "un aspecto muy importante para mantener el orgullo del empleados". Con 32.000 restaurantes en 119 países, la empresa se ha convertido en una marca "que define un estilo de vida". Eso parece saberlo sus jefes, que ahora quieren cambiar precisamente el estilo de vida con el que se relaciona su compañía.