El Congreso reprueba a Trillo como "responsable político" de la tragedia del Yak-42

La Comisión de Defensa del Congreso ha aprobado una proposición no de ley, presentada por el PSOE, IU y ERC en la que se reprueba al diputado del PP y ex ministro de Defensa Federico Trillo como "responsable político directo" de la tragedia del Yak-42, en la que murieron 62 militares españoles en mayo de 2003. Antes, el ex ministro ha tomado la palabra y ha asegurado que dos días después del accidente presentó su dimisión al presidente del Gobierno, entonces José María Aznar, pero que éste la rechazó porque "no era mi responsabilidad dimitir, no era mi responsabilidad contratar, no era mi responsabilidad el traslado, no era mi responsabilidad nada, porque no tenía ninguna competencia en ese asunto", sólo la de "buscar la verdad, explicarla e investigar a fondo el asunto". Visiblemente excitado, Trillo ha desviado esa responsabilidad hacia el Estado Mayor de la Defensa y ha acusado al ministro actual, José Bono, de dar instrucciones a la fiscalía general del Estado para perseguirle judicialmente".

Trillo ha comparecido, reclamando su "derecho a ser oído", ante la Comisión de Defensa y su presidente, Joaquín Leguina, le ha permitido defenderse antes de la votación de la proposición, que ha salido adelante con los votos de sus promotores (PSOE, IU y ERC), del PNV y el Grupo Mixto. Sólo el PP ha votado en contra, mientras que los representantes de Coalición Canaria y CiU se han ausentado de la votación, absteniéndose.

Antes, Trillo ha tomado la palabra durante casi una hora. Ha comenzado diciendo que hasta ahora, ha guardado silencio "por respeto a la dignidad de las instituciones" y no por "miedo o afán de ocultación", pero que a partir de ahora no va a "callar nada" y que no está dispuesto a ser "el chivo expiatorio" del asunto. Asimismo, ha dicho que "siempre dio la cara" por los militares que se encargaron de la gestión del accidente "porque actuaron legalmente y de buena fe", aunque ahora le hayan "dejado solo". Ha reconocido que hubo errores en la identificación, pero que pidió disculpas por ello.

Trillo ha enumerado las responsabilidades que se le exigen: "judiciales, políticas y morales". En cuanto a las judiciales, ha señalado que el Supremo archivó dos querellas presentadas contra él porque no encontró "responsabilidad causal". Ha citado el decreto de diciembre de 2001 que rige este tipo de contrataciones, que "deja esta responsabilidad al Estado Mayor de la Defensa" y que "no restringe el gasto" en que puede incurrir el Ministerio para contratar vuelos. Por ello, estima que "es injusto envenenar a la opinión pública diciendo que el accidente es responsabilidad de Defensa por contratar un avión basura", porque él "no tenía responsabilidad en la contratación y si siquiera la conocía".

Dejando la responsabilidad de la contratación del vuelo en el Estado Mayor de la Defensa, Trillo ha ido más allá y ha destacado que el responsable del "escalón de los vuelos de sostenimiento en Afganistán" era el entonces Jefe del Mando Aéreo de Levante, a la sazón el general Carlos Gómez Arruche, "hoy director general de la Guardia Civil". Tras recordar que el actual ministro prometió que depuraría las responsabilidades en el seno de las Fuerzas Armadas, ha recordado que, además del general Arruche, el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Juan Luis Ibarreta, y el jefe de la División de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, el vicealmirante José Antonio Martínez Sáiz-Rozas, continúan en activo pese sus responsabilidades.

En cuanto a las responsabilidades políticas, las ha encuadrado en tres niveles de "confianza": "del elector al elegido, del Parlamento en el presidente del Gobierno y del presidente en el Gabinete". Esta última la asumió cuando viajó a Trabzon, organizó los funerales, ordenó a los médicos que se quedaran en Turquía. Pero ha dicho que cuando, en los funerales, los familiares le llamaron "asesino e hijo de puta", presentó su dimisión a Aznar, pero que éste la rechazó porque "no era mi responsabilidad dimitir, no era mi responsabilidad contratar, no era mi responsabilidad el traslado, no era mi responsabilidad nada, porque no tenía ninguna competencia sobre ese asunto". Luego ha matizado "bueno, sí, tenía responsabilidad para buscar la verdad, explicarla e investigar a fondo el asunto".

En el segundo nivel, ha enumerado sus comparecencias en el Congreso para explicar los hechos, y en el tercero, en el de los electores, ha citado que su partido perdió las elecciones. "¿No son las elecciones la exigencia de responsabilidad política? Perdimos el Gobierno, ¿qué otra responsabilidad se puede exigir? ¿Mi escaño? Mis electores me han expresado su confianza".

Hecho sin precedentes

El ex ministro ha denunciado como un hecho "sin precedentes" que un Gobierno se dedique a revisar las actuaciones del Gobierno anterior, algo que "pone en peligro el proceso de control al Gobierno por el Parlamento". Así, ha explicado el Gabinete de Aznar no trató de revisar accidentes "aéreos en el ámbito civil" que se produjeron durante el Gobierno de Felipe González, ni revisó las actas relativas al uso "de fondos reservados", ni su gestión del fallido golpe de Estado del 23-F.