Ibarretxe advierte a Batasuna que la mesa de diálogo sólo será posible "sin violencia de ETA"

La principal apuesta de Juan José Ibarretxe tras su reelección la pasada semana como lehendakari recibió inmediatamente el rechazo del Gobierno central y del PSOE y el PP en el País Vasco. Esta mañana ha matizado que la mesa de diálogo que quiere formar al margen del Parlamento para acabar con el terrorismo, y a la que está dispuesto a sentar a la ilegalizada Batasuna, sólo funcionará "sin violencia de ETA y sin kale borroka".

El mensaje de Ibarretxe iba dirigido a Batasuna, formación ilegalizada y sin presencia política, pero que apoya al Partido Comunista de las Tierras Vascas; este gupo, con nueve escaños, ha aupado con su respaldo al líder del Partido Nacionalista Vasco a la presidencia del Gobierno vasco. Hoy, después de que el pasado viernes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, le instara a no apelar a foros paralelos a la Cámara vasca, y tras cosechar el rechazo frontal de PP y PSE a su mesa, ha explicado que "para el verdadero diálogo es necesario vivir sin violencia de ETA y sin violencia callejera".

Ibarretxe, que ha presidido la toma de posesión de los consejeros del nuevo Gobierno vasco, ha reprochado a los socialistas que rechacen su plan porque incluye a Batasuna cuando "están hablando con ellos en privado". Es un "contrasentido", ha dicho; sin embargo, considera que el repudio del PP es "muy coherente".

En la polémica ha terciado el ex portavoz de la organización ilegalizada, Arnaldo Otegi, que ha asegurado que "todo el mundo habla de un proceso" de paz en el País Vasco pero éste "aún no ha comenzado", ni a nivel autonómico ni entre el Gobierno central y ETA. "Hay expectativas, se han creado condiciones y algunas cosas apuntan a que es posible", ha añadido sin embargo.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha tachado al nuevo Gobierno vasco como "mucho más radical" que el de la anterior legislatura, lo que achaca a la "lamentable" operación perpetrada por el Ejecutivo central, al que acusa de no iniciar un proceso de ilegalización de EHAK y de dejar presentarse a las elecciones a "los representantes de ETA". El portavoz de su partido en el País Vasco, Leopoldo Barrera, ha centrado las críticas en la propuesta de mesa de diálogo, que en su opinión "deslegitima" a las instituciones al "colocar a Batasuna en pie de igualdad".

"Cualquier mesa en la que no participen todas las fuerzas políticas es un error, es inoperante y nos lleva a no encontrar soluciones", ha opinado por el contrario la presidenta de Eusko Alkartasuna, Begoña Errazti.