El Gobierno reitera que el único camino de ETA "es dejar de matar y desaparecer"
Los terroristas ofrecen diálogo sin renunciar a las armas
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, no ha querido entrar a valorar el comunicado que la pasada madrugada difundió la organización terrorista ETA en el que ésta hace una oferta de diálogo sin mencionar el abandono de las armas. "El único comunicado que quiere comentar el Gobierno es aquel en el que ETA anuncie que abandona definitivamente la violencia", ha dicho De la Vega al término del Consejo de Ministros.
La nota de ETA no contiene alusión alguna a la entrega de las armas ni a una futura tregua. Por eso el Ejecutivo ha reclamado otro comunicado en el que la banda anuncie "que deja de matar, que deja de de extorsionar, que desaparece. Ese es el único comunicado de ETA que comentará el Gobierno", ha asegurado la vicepresidenta.
A pesar de la insistencia de los periodistas, De la Vega, que hoy ha ejercido de presidenta del Gobierno en funciones por el viaje de José Luis Rodríguez Zapatero a la cumbre de la UE en Bruselas, ha señalado que "no va a haber absolutamente nada" en tanto ETA no deje de la violencia. "No tengo más que añadir".
Un diálogo en el aire
El Congreso de los Diputados aprobó el pasado mes, al término del debate del estado de la nación, una resolución en la que autorizaba al Gobierno a negociar con ETA siempre que los terroristas abandonaran antes las armas. El PP, único grupo que no apoyó esta propuesta, presentada por el grupo socialista, ha reiterado desde entonces su oposición a cualquier diálogo con ETA y así se lo ha expresado al Ejecutivo tanto en el Congreso como en la calle, donde se manifestó hace dos semanas en Madrid junto a la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) para rechazar cualquier negocaciación con la banda y realizar una defensa a ultranza del Pacto Antiterrorista, que consideran que el PSOE ha aparcado con su giro en política antiterrorista. El Gobierno siempre ha negado contactos con el entorno de ETA y ha defendido que antes de abrir una hipotética negociación, los terroristas tienen que entregar las armas.
En medio de este clima de constantes rumores en torno a un alto el fuego, los terroristas no han aparcado su actividad criminal. El último atentado tuvo lugar la pasada semana en el aeropuerto de Zaragoza, que fue objeto de un ataque con lanzagranadas que no causó víctimas ni daños materiales. Días antes el objetivo fue el barrio madrileño de San Blas, donde ETA hizo explosionar una furgoneta con una mochila con explosivos en su interior. La deflagración causó varios heridos de carácter leve y daños en la fachada de una empresa. Ese atentado coincidió con la declaración del portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, ante la Audiencia Nacional por su presunta integración en ETA.
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