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EL DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN

Discurso íntegro del portavoz de ICV, Joan Herrera

Presidente, hago mías las palabras de Gaspar Llamazares porque lo cierto es que nuestro grupo parlamentario, el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde, se siente corresponsable de sus decisiones. De hecho, muchas han sido las nuestras: la retirada de tropas de Irak; la aprobación de los matrimonios homosexuales; el retorno de los archivos incautados a golpe de pistola en la Guerra Civil, a instancias también de una proposición no de ley nuestra, así como de Esquerra Republicana; el proceso de regularización de inmigrantes, que ha sido positivo pero que aún hay elementos a mejorar y marcos legales para cambiar, o el incremento de la ayuda oficial al desarrollo, propuesta nuestra en los presupuestos y que ha supuesto un incremento notable.

Sin duda, estos son ejemplos de su voluntad, de la voluntad del presidente del Gobierno y del Partido Socialista Obrero Español; sin ustedes no serían posibles. Pero lo cierto es que, hoy, estas políticas, este giro a la izquierda se debe también y en gran parte, en primer lugar, a la exigencia de la ciudadanía y, en segundo lugar, a que hoy hay una mayoría de izquierdas. Ustedes, en solitario, no harían estas políticas y con sus socios tradicionales de otras legislaturas, es decir, con los nacionalistas conservadores, tampoco. Por tanto, hay que decir que lo mejor de este primer año se debe, por supuesto, a la iniciativa del Gobierno, pero también a que hoy hay una mayoría de izquierdas y una mayoría que apuesta por lo que usted dice que es la España plural, que nosotros entendemos que es esta España federal, esta España plurinacional.

Pero a medida que avanza la legislatura no es suficiente; en definitiva, no es suficiente con las declaraciones de intenciones y con la vuelta a la normalidad democrática o con avances importantes, que los ha habido, sino que es importante que se dé profundización democrática, giro social, compromiso ambiental y, sobre todo, apuesta por el modelo federal.

Le voy a poner algunos ejemplos. Profundización democrática. Hay que ir al ejemplo concreto, a temas que seguramente no son muy importantes para la mayoría, pero que sí son muy importantes para algunos. Le pongo un ejemplo reciente: proposición no de ley aprobada en Comisión a propuesta nuestra para que aquellas personas que han recibido indemnizaciones por ser víctimas del franquismo no tributen al IRPF. Es una propuesta bien pequeña, desde el inicio de la legislatura lo venimos hablando con ustedes, tenemos su compromiso, tenemos ya la proposición no de ley aprobada y, hoy, estas personas aún tiene que tributar por las exiguas indemnizaciones que han recibido como víctimas del franquismo.

Segundo ejemplo de recuperación democrática. Lo que está claro es que, hoy, este país aún no es normal, y no lo es porque somos, éramos, el único país de Europa con una gran estatua del dictador al lado de los ministerios y, por mucho que digan algunos, eso no es normal. Y somos aún el único país de Europa donde, en un espacio que se hizo con el esfuerzo de presos políticos, lo que se hacen hoy son actos de apología de lo que fue la dictadura, de lo que fue el franquismo, me refiero al Valle de los Caídos. Lo cierto es que hoy, en la memoria histórica, el memorial democrático que tiene que aprobar el Gobierno tiene que tener ejemplos concretos. Es positivo, es fundamental, digamos que es ineludible que con 25 años de democracia retiremos estatuas del dictador, pero es ineludible que en los espacios donde hoy se hace apología del franquismo lo que hagamos sea precisamente un espacio de recuperación de la memoria, donde expliquemos lo que pasó, donde se razone lo que fue la lucha antifranquista, donde nos sintamos orgullosos precisamente de la conquista por la democracia; hubo mucha gente que lucho por ella y hay espacios que hoy son una vergüenza y que pueden ser un lugar para recordar. Estos son los ejemplos concretos.

Otro ejemplo en materia de recuperación democrática. Usted habla de que, a igualdad de deberes, igualdad de derechos. Es verdad que en el proceso de regularización hemos avanzado, pero usted compartirá conmigo que no es sana, ni es buena, ni es una democracia plena aquella democracia en la que un 10 ó 15 por ciento de los ciudadanos no pueden votar. Yo vivo en barrios con altos porcentajes de inmigración y no es nada sano que en nuestras ciudades y en nuestros barrios haya un altísimo porcentaje de gente que tiene los mismos deberes, pero no tiene los mismos derechos. Se trata simplemente de reconocer el derecho de voto para los inmigrantes. Este es un reto ineludible de esta legislatura porque, si no lo hacemos ahora, ¿cuándo lo vamos a hacer?

De igual manera, cuando hablamos de giro social lo que está claro es que el giro social debe ir acompañado de una política económica determinada, y lo que es necesario, por supuesto, es el reto que le planteamos, el incremento del gasto social aproximándonos a la media europea. Pero, paradojas de las cifras, el diferencial que tenemos con Europa, los seis puntos de diferencial que tenemos en gasto social, son los seis puntos de diferencial que tenemos en recaudación. Y lo que no vale es decir que vamos a una reforma fiscal con menos ingresos, con menos recursos, porque, señor Rodríguez Zapatero, esto no se sitúa en el terreno de la utopía, se sitúa en el terreno de la quimera.

Se lo digo con todo el afecto y con las ganas de que cambien su política fiscal, de que reorienten su política económica. Porque si no, podremos decir a la gente que sí, que va a haber políticas de dependencia, que va a haber solución para el gasto en sanidad, que va a haber mejores políticas de educación, pero esto no es posible con la misma política fiscal. Si lo decimos, lo que estamos haciendo es hacernos trampas jugando al solitario. Por tanto, necesitamos políticas fiscales de mayor suficiencia y donde los que más tienen, las rentas del capital tributen más. No se trata de que los que tienen menos o las rentas medias tributen más, se trata de que los que más tienen tributen más.

Quiero poner énfasis en dos elementos, de uno se hablado mucho y de otro casi nada. El primero de ellos es el de la España plural; el segundo de ellos es el del reto ambiental. En la España plural, que como le decía para nosotros es la España plurinacional, lo que es cierto es que este reto no es responsabilidad suya. Usted puede ser una gran ayuda, pero la España plural, la necesidad de adecuar el modelo de Estado a la realidad no solo plural, sino pluricultural, plurilingüística, plurinacional del Estado es una realidad. Somos la realidad más plurinacional, más pluricultural y plurilingüística de toda Europa y lo que hay que hacer es adecuar el modelo de Estado a esa realidad. Por tanto, ese no es un debate caprichoso, es una necesidad. Es una necesidad que se da además en la política concreta: en la política de inmigración, en las telecomunicaciones, en las relaciones con la Unión Europea. Porque cuando se redactaron los estatutos en la transición estas eran realidades que no existían. Y es una realidad que hay que afrontar, porque son muchas las comunidades autónomas, también la Generalitat de Catalunya, en las que durante décadas sus competencias han sido permanentemente laminadas por los Gobiernos centrales, ya sea con leyes de bases o con leyes orgánicas. Ha habido una interpretación muy expansiva de títulos generales como la planificación general de la actividad económica, lo que ha dado lugar a abusos en el ejercicio de competencias. Se han interpuesto multitud de recursos de inconstitucionalidad, aún están pendientes, por ejemplo en Catalunya, 90 competencias para traspasar. Lo cierto es que en este contexto no es que sea una demanda de Catalunya, es una demanda compartida por muchas comunidades autónomas la adecuación de los estatutos que se hicieron en la transición. No es una demanda caprichosa, es la demanda que viene del Gobierno de Catalunya, pero también viene del Gobierno balear, del Gobierno valenciano, que viene de Asturias y de Aragón. Si ocurre eso, lo que hay que hacer es abordar el debate. Lo que esperamos, que así va a ser, es que su Gobierno lo aborde. Lo que está claro es que tenemos una gran suerte: no tenemos al Partido Popular en el Gobierno. La verdad es que es un alivio, porque en este contexto necesario con el Partido Popular en el Gobierno a lo que íbamos encaminados era al Estado frustrado. Y el Estado frustrado, por mucho que ellos cierren España continuamente, lo que supone es su fracaso inmediato. ¿ Qué quieren en este contexto la inmensa mayoría de catalanes y de catalanas? Que desde la proximidad se solventen mejor sus problemas, porque desde la proximidad se puede solventar mejor el comercio interior, la gestión de las becas, se pueden mejorar las políticas de movilidad. ¿Qué sentido tiene que hoy las cercanías se gestionen y se decida cómo se funciona en Barcelona a 600 kilómetros de distancia? ¿Cuáles son las políticas de integración hoy posibles? Quizás será conveniente que lo decidamos desde Cataluña y no a 600 kilómetros. Lo que hoy necesitamos es un nuevo Estatut que dé respuesta a todo ello. Planteamos, por tanto, un modelo estable para los próximos 20 ó 25 años y este no debe ser un modelo cerrado, no debe ser una estación terminal, señor Rodríguez Zapatero. Debe ser un modelo que nos dé estabilidad. ¿ Y qué es estabilidad? Un modelo que se adecue a la realidad y que se vaya adecuando al signo de los tiempos. Esta es, por tanto, la apuesta por un modelo federal. El Estatut de Catalunya es hoy una oportunidad, no es un problema. Suso de Toro, autor, podría decir que con partido???? de referencia, en su reciente libro, en un artículo habla de Catalunya abre España, y se refiere precisamente a eso, a que desde Catalunya, pero no solo para Catalunya, se abren muchas perspectivas para el conjunto del Estado. ¿Cuáles son los contenidos de la propuesta? La propuesta va en el sentido en que usted ayer volvió a comprometerse y a lo que se había comprometido en el inicio de la legislatura. Es una propuesta que va en consonancia con lo acordado dentro del marco constitucional, con consenso y con ambición y, además, va a ser una propuesta de país.

No es una propuesta de unos pocos catalanes, no es una propuesta de un partido, no va a ser una propuesta de gobierno, va a ser la propuesta de un país compartida por agentes sociales, por agentes empresariales, por sindicatos, por organizaciones no gubernamentales y por la mayoría de las fuerzas políticas. No vamos a ir más allá del marco constitucional, pero tampoco vamos a aceptar que se establezca el corsé por ejemplo del Consejo de Política Fiscal y Financiera. ¿Y cuáles son los contenidos? Los de una propuesta que avanza en competencias pero que define un marco de financiación, claro que lo define, va asociado, no hay ninguna fuerza política ni la mayoría de la sociedad catalana lo entendería así que pueda desligar financiación de estatuto; van de la mano. Hoy, desligarlo no cabe jurídicamente -ya estaba en el estatuto anterior- pero tampoco cabe políticamente. Son propuestas que van absolutamente asociadas. Y le diré más; los principios que rigen el modelo de financiación no van a ser unos principios cerrados porque reconocemos que debe haber un marco para la negociación, pero tampoco van a ser principios abstractos que no comprometan en nada; van a ser principios que van a comprometer y que marcan un objetivo, una línea, una orientación. No vamos a desligarlo y vamos a marcar objetivo, línea y orientación. No son mis palabras, son las palabras que pronunciaba ayer mismo el conseller Castell en una conferencia. Precisamente por eso nuestra propuesta se basa en la autonomía y en la coordinación, una autonomía y una coordinación que es fundamental porque está claro cuál es el problema hoy, que el Estado, porque las comunidades autónomas también son Estado, recaude. La comunidad autónoma tiene el derecho a relacionarse fiscalmente con el contribuyente. ¿Cuál es el Estado descentralizado equivalente a España, sea un estado federal o federalizante, en el que las regiones, las comunidades autónomas, los estados partes no se relacionan en este caso fiscalmente con el contribuyente? Es absolutamente normal que haya una agencia tributaria propia y que la agencia tributaria se coordine o se consorcie, claro que sí, porque puede ser mucho más eficaz y porque da instrumentos precisamente para hacer una mejor política, y además marca un objetivo claramente solidario a partir de niveles de gasto necesarios y a nivel de capacidad fiscal y de presión fiscal. Se trata de definir un marco y lo cierto es que hoy el marco no lo tenemos regulado. Decimos que tenemos un modelo solidario, y sin duda lo es, pero hoy no sabemos cuáles son las reglas de la solidaridad. De lo que se trata es que hagamos lo que hacen en tantos países federales, que se garantice la igualdad de servicios porque no puede ser que ninguna comunidad autónoma dé servicios a sus ciudadanos por encima de otra, pero que se garantice esa igualdad que hoy no se garantiza, tal y como reconoce el Ministerio de Economía con cifras muy dispares en torno a los recursos que tiene una y otra comunidad autónoma. Y una propuesta de transparencia porque la transparencia es la mejor garantía de que no haya estridencias y que no se diga lo que se ha dicho de forma bastante desafortunada hasta el momento ¿Para qué todo eso? Para dar respuesta a una sociedad catalana que es emprendedora, que tiene iniciativa económica e iniciativa social pero que tiene 1.100.000 pobres, que tiene que dar respuesta a los retos de la inmigración con 800.000 inmigrantes, que tiene un índice de pensionistas elevadísimo, que en infraestructuras tiene los ferrocarriles de Barcelona a Puigcerdà y de Lleida a Manresa que van a una velocidad inferior a la que iban en los años cuarenta. Es normal que se demande una mejor financiación en este contexto. Y lo que nos preocupa no es precisamente lo que le preocupaba a Convergència i Unió; nosotros somos perfectamente conscientes de que ahora la pelota está en el tejado del Parlament de Catalunya. La verdad es que sorprende mucho que aquellos que se dicen soberanistas pretendan que el Congreso resuelva lo que aún tenemos que resolver en Cataluña. Por tanto, no nos preocupa que hoy haya un acuerdo, lo que nos preocupa son algunas respuestas que ha habido, lo que nos preocupa es que se defina con las respuestas un corsé o un marco que no nos dé recorrido.

Lo cierto es que ahora ha pasado lo que pasó en 1996 y lo que pasó en 2001: lo catalán acaba siendo el arma electoral del partido de la oposición para desgastar al Gobierno. Si decían en 1996 que el mundo se hundía y en 2001 que el universo desaparecía, hoy van en la misma estela. Ante esto, lo que nosotros queremos es precisamente que las respuestas no se den como hasta el momento, porque las características de la propuesta obligan a la negociación, pero obligan también al acuerdo. No se trata de quitar apoyos al Gobierno, sino de que la propuesta, por sus características precisamente, debe tener una respuesta positiva, alentadora, haciendo del Estatuto la oportunidad para caminar hacia un modelo federal. Si fracasa el Estatuto, fracasa algo muy básico y fracasa precisamente la idea de la España plural. Si el proceso de reforma fracasa, habrá quien diga que fracasa definitivamente el modelo constitucional vigente. Si el proceso fracasa, fracasa la legítima aspiración de catalanas y catalanes, pero también fracasa la concreción y con él la idea de la España plural y se acaba, en definitiva, con una de las piedras angulares de su nuevo socialismo, el de la España plural. No sé cómo lo ve usted, pero, si la respuesta fuese el catenaccio o el cierre hermético, nos quedamos con la Cataluña frustrada y nos instalamos en el cierre a España y, señor Rodríguez Zapatero, ese no es su territorio, es el territorio del PP. Por lo tanto, es fundamental no sólo que haya el marco de negociación y el marco de encuentro, sino que es fundamental que las respuestas de hoy no hagan empeorar las cosas. Y nosotros valoramos positivamente el debate de ayer porque entendemos que las respuestas de ayer, más allá de quienes se han tirado a la montaña, no empeoran las cosas. Y le diré una cosa ….? para acabar con este bloque. Nuestro grupo parlamentario le votó porque usted hizo un discurso también de la España plural que entendemos que debe ser un discurso comprometido; no creemos que sea una máscara. Pero ahora tenemos la prueba del 9 y le votamos, y se lo digo sinceramente, no para que haga de árbitro, sino para que juegue; no para que haga de árbitro, sino para que juegue el partido. Nosotros sabemos que no está en nuestro equipo -en otras cosas sí lo está, aunque en este tema no-, pero sí sabemos que está en nuestro campo y, por tanto, al igual que nosotros no somos equidistantes entre usted y el Partido Popular, por supuesto que no, lo que le pedimos es que usted no sea equidistante entre la apuesta por un modelo federal, por un modelo que reconozca la España plurinacional y por aquellos que no quieren mover ni una coma. Por tanto, lo que le pedimos es que en ningún caso se sitúe en la equidistancia y en cualquier caso apueste por la España plurinacional, la España plurilingüística y la España federal.

Por último, voy a entrar en un reto que, según he calculado, se ha discutido y se ha hablado -llevamos dos días- cinco minutos a duras penas entre todos y es el reto de la sostenibilidad. ¿Y por qué se lo digo? Porque somos uno de los países que cumple menos con Kioto. Usted decía ayer que cumplimos con Kioto, pero no, cumplimos con la legislación establecida. Los datos del incumplimiento de Kioto son de hecho más evidentes que nunca. Según datos muy recientes, en un informe de Comisiones Obreras de World Watch Institute nos decían que habíamos incrementado las emisiones de gases de efecto invernadero. El Plan Nacional de Asignaciones dibujaba un escenario de estancamiento en un primer momento para después, a partir de 2008, empezar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Y cuál es el problema? ¿El problema es el Ministerio de Medio Ambiente, podían preguntarse algunos? Nosotros creemos que no. Seguramente la ministra Narbona es la mejor ministra de Medio Ambiente que podemos tener.

Sí, sí. Pero no cumplimos porque el modelo de crecimiento no se ha modificado ni un ápice respecto a la política anterior y porque en algunos ministerios clave aún no se ha cambiado precisamente las prioridades; la prioridad medioambiental a veces no forma parte de la agenda de la mayoría del Gobierno.

Le voy a poner algunos ejemplos. Hoy la movilidad es básicamente viaria. Somos el país de la Unión Europea con mayor número de kilómetros de autovías por habitante. ¿Y qué es lo que tenemos que plantear? ¿Hacer más autovías? El PEIT, el Plan de Infraestructuras, desde el punto de vista de los contenidos, es un avance sustancial y reconoce, en definitiva, la necesidad de un cambio efectivo de movilidad.

Pero cuando vamos a las partidas concretas, ¿con qué nos encontramos? ¿Cuándo vamos a su discurso de ayer con qué nos encontramos? Que los acentos se hacen en infraestructura viaria, en autovías y en aeropuertos. Que la solución para Galicia es el billón y medio de pesetas, cuando, quizá, tendríamos que hablar de la necesidad de un transporte de cercanías potente en el área de Vigo. Que la respuesta es hacer más autovías y, a veces, más aves, ahora como mínimo vamos a hacer un ferrocarril intermodal. Es un avance. Pero lo cierto es que hoy hay que revisar infraestructuras viarias y hacer que la gente se mueva, pero que lo haga de una forma sostenible. Ante los atascos la respuesta no es hacer más autovías. Ante los atascos la respuesta es precisamente gestionar la movilidad.

Segundo problema. Hoy España tiene un modelo de crecimiento profundamente insostenible desde el punto de vista energético. Por cada punto de crecimiento del PIB crecemos 2,6 en la demanda energética. Eso es absolutamente insostenible. En cambio, lo que se plantea hasta el momento es incrementar la producción, pero no hay estrategia de ahorro y eficiencia. Nuestro grupo le plantea una propuesta sencillísima de aplicar. Usted sabe que en la tarifa eléctrica hay una cosa que se llaman los costes de transición a la competencia. Pues bien, estos costes, entre nosotros, han servido para sufragar bastante a la industria nuclear. De lo que se trata simplemente es de que cuando éste se suprima se aplique un nuevo coste y la gente estará encantadísima de pagarlo. Costes de transición a las renovables y a la gestión de la demanda, al ahorro. Porque de lo que se trata hoy es de tener recursos porque hoy éstos son mínimos. Un ejemplo, diez millones de euros en ahorro y eficiencia en los últimos presupuestos, ya ha sido un avance, más de 1.500 millones se gastan en construir centrales térmicas. Eso no es nada razonable, señor Rodríguez Zapatero. Lo que hace falta es que tengamos la etiqueta verde, que tengamos otra política energética, y que la política energética no la hagamos en función de los intereses de las eléctricas, sino en función de los intereses de los ciudadanos y que internalicemos los costes ambientales de la producción. Hoy es más fácil la línea de Bescanó, la línea de muy alta tensión de conexión con Francia. ¿No sería más razonable impulsar esas estrategias de ahorro y eficiencia, que deben ser una prioridad, que es lo que hace la mayoría de países de la Unión Europea?

Tercer problema, la economía se basa en la construcción, en el ladrillo. Vamos a ver si este año hay un avance sustancial en las políticas de viviendas, pero lo cierto es que la política fiscal ha sido la misma. Vamos a ver si Ley del Suelo se da sobre bases diferentes, no de depredación del territorio y tenemos políticas activas. Invertimos tres veces menos que la media europea en gasto de políticas de vivienda, y de los 100 euros que destinamos, 83 los destinamos a desgravaciones fiscales y 17 a políticas activas de vivienda. Señor Rodríguez Zapatero, ocurre al revés que en Europa. En Europa de cada 100 euros que destinan, y destinan tres veces más, 75 van a políticas activas de vivienda y 25 a desgravaciones fiscales. La ministra Trujillo lo que tiene que hacer es ordenarlo, y que le dejan marco para ello, dar recursos a aquellos que tienen competencia, porque el liderazgo en materia de vivienda, y ustedes lo saben, lo deben tener las comunidades autónomas.

Ultimo ejemplo en materia ambiental. Señor Rodríguez Zapatero, usted sabe que el debate energético está de actualidad y que, dentro del debate energético hay un debate, aún de mayor actualidad, sobre lo nuclear. Pues bien, nuestro grupo le plantea una propuesta bien sencilla, y más a raíz de lo que ha pasado. Sabe que el Consejo de Seguridad Nuclear, a partir de lo que ha pasado en Vandellós, ha enviado al Congreso de los Diputados informes suavizados en torno a la debilidad en el diseño de las tuberías, a la incorrecta vigilancia, al mantenimiento ineficaz, a la falta de sensibilidad en la organización de la central. Dicen, y lo dicen con ocho o nueve meses de retraso, que se ha primado la producción por delante de la seguridad. Imagínese, con nueve meses de retraso. Se ha ocultado información y, además, se ha dado con mucho retraso. Pues bien, ante esto, esto que puede pasar también en Ascó, ante unas tuberías que están corroídas y ante un sistema de vigilancia y seguridad que también está profundamente degradado, le planteamos una medida de choque y una medida de largo alcance. La medida de choque es precisamente la reforma del Consejo de Seguridad Nuclear tal y como venimos planteandola ya desde hace unas semanas. Tal y como planteamos en la proposición no de ley que registramos, que el ministro de Industria la veía bien, y tal como la planteamos en la proposición no de ley que hemos registrado recientemente.

Lo que queremos es que su Gobierno como primer paso para incrementar la transparencia, el control, y para primar la seguridad, lo que haga es una reforma del Consejo de Seguridad Nuclear en la que prime la seguridad, la transparencia, la participación de comunidades autónomas, de organizaciones ecologistas, del conjunto de la ciudadanía. Y lo que espero es una respuesta positiva, señor Rodríguez Zapatero, porque lo que está pasando es bastante gordo.

Segunda medida de largo alcance, lo que pido es que empecemos a concretar. Usted en su intervención en torno a la firma del Protocolo de Kioto y al aniversario del mismo se comprometía al cierre de las nucleares. Yo creo en su palabra y, por tanto, lo que le planteo es que en seis meses abordemos ya de una vez por todas, como lo han hecho Alemania, Bélgica y Suecia, como son los signos de los tiempos, un calendario de cierre para las centrales nucleares. Sabemos que no se pueden cerrar de hoy para mañana, que se deben cerrar algunas de forma inmediata, como Garoña, todo ello lo sabemos, por eso lo que le pedimos es una estrategia de ahorro y eficiencia que le va a ir muy bien a la economía, un impulso de las renovables como no se ha aprobado hasta el momento, y que esto en paralelo vaya acompañado de un calendario de cierre de las centrales nucleares, porque lo que está claro es que hoy éste es uno de los retos que se sitúan en Europa, y es un reto al que un Gobierno de izquierdas, apoyado por grupos y partidos ecologistas, no puede decir que no.

[La señora vicepresidenta: (Chacón i Piqueras): Acabe, por favor, señor Herrera].

[El señor Herra Torres: Acabo ya, señora presidenta.]

Usted en el debate de investidura nos pedía tiempo, creo que se lo hemos dado. Nuestro grupo parlamentario le pedía voluntad política. Pues bien, creemos que ha llegado el momento de la voluntad política, y la voluntad política desde la perspectiva social, desde la perspectiva ambiental, desde el compromiso federal y desde el compromiso para la profundización democrática.

Acabo como acabamos en el debate de investidura. Lo que les estamos solicitando es bastante razonable, supone ese giro a la izquierda, esa perspectiva ecológica y ese modelo federal, y de lo que se trata es de que nos pongamos a trabajar. Como decía el señor Llamazares, no estamos tan mal, por supuesto que no, como decía el Partido Popular, hemos mejorado, claro que sí, pero tampoco estamos tan bien, y lo que le pedimos es que en este escenario usted nos de la contraparte a lo que nosotros le hemos dado. Nosotros le hemos dado tiempo y ahora le pedimos voluntad política.

Nada más y muchas gracias.

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