10 años de control democrático del Ejecutivo

2003: El último gran debate del presidente Aznar

Aznar se enfrentó al actual presidente Zapatero en su último debate sobre el estado de la nación. En aquella ocasión, el líder del PP zarandeó al socialista, que también se subió a la tribuna atacando al PP y salió de ella utilizando la misma táctica. La actualidad estaba salpicada de temas que crispaban las intervenciones, como el impopular apoyo de España a la invasión de Irak, el desastre del Prestige o la crisis de la comunidad de Madrid, cuando dos diputados tránsfugas socialistas permitieron al PP hacerse con el Gobierno madrileño.

2002: La consolidación de Zapatero como líder de la oposición

El líder socialista ataca al Gobierno de mayoría absoluta de Aznar con un discurso orientado al electorado de izquierdas y centrado en dos objetivos: presentar la política del popular como anticuada y antisocial, y subrayar el estilo autoritario del presidente. Sus contrarréplicas a Aznar le confirman como líder creíble de la oposición. Aznar, por su parte, se presenta con un Gobierno renovado para afrontar las grandes reformas de la legislatura: el endurecimiento de la Ley de Extranjería y las penas a los delincuentes reincidentes. El presidente reserva el tono de extrema dureza para atacar a Anasagasti, portavoz del PNV, por oponerse a la ilegalización de Batasuna. Para el popular, esta oposición era sinónimo de desear la continuidad de ETA.

2001: El estreno de Zapatero en el llamado debate de guante blanco

El secretario del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se estrenó como líder de la oposición con un debate que la prensa calificó de

1999: La ruptura de Aznar con los nacionalistas

El examen sobre el estado de la Nación de 1999 consolidó a Almunia como líder socialista de cara a las elecciones generales de 2000. Como último debate de la legislatura, sirvió a los partidos para hacer balance de lo hecho en los primeros cuatro años de Gobierno de Aznar. Éste exhibió los logros económicos y Almunia le echó en cara el aumento de las desigualdades sociales. El entonces líder de Izquierda Unida, Julio Anguita, reprochó al presidente el haberles criminalizado por firmar el Pacto de Lizarra. Los nacionalistas pidieron al presidente que oficializase la ruptura del pacto de Gobierno PP-PNV de la primera legislatura de Aznar porque, en palabras de Anasagasti: "su supuesto centrismo, señor Aznar, representa más lo reaccionario y radical que lo liberal y lo conservador".

1998: Josep Borrell, vapuleado por Aznar

El duelo parlamentario fue áspero y bronco. Borrell acusó al presidente de dinamitar las bases de la Seguridad Social, ocultando su déficit, y Aznar capitalizó el éxito de la entrada de España en el euro. Un sondeo para EL PAÍS daba como vencedor a Aznar por el 41% de los votos. Borrell sólo obtenía el 14%. Los socialistas seguían desanimados tras la derrota electoral de 1996.

1997: Felipe González pierde carisma como líder de la oposición

El presidente Aznar ofrece a Felipe González dos años de destierro de la crispación política y logra el apoyo de los nacionalistas, que consideran que, durante su primer año de Gobierno, Aznar ha cumplido sus compromisos. El popular ya apuntaba su costumbre de centrar el discurso inicial del debate en los logros económicos de su Gobierno. El ex presidente González ofrece consenso en política exterior, ingreso en el euro y reglas del juego democrático, pero no abandona el tono irónico durante un duelo parlamentario calificado por la prensa de

1995: Felipe González resiste el desgaste de Aznar

Felipe González se recupera ligeramente del golpe que recibió el año anterior con el discurso del "Váyase, señor González" de Aznar y, a pesar de los escándalos de los GAL y los fondos reservados, resiste el envite y propone un pacto de gobernabilidad con CIU para agotar la legislatura hasta las elecciones. González mantiene el equilibrio sobre la cuerda floja y consigue el 33% de la confianza ciudadana frente al 24% que obtuvo el líder de la oposición en una encuesta de Demoscopia.

1994: El debate del "Váyase, señor González"

El GAL y los fondos reservados. Dos temas que Aznar invocaba repetidamente; casi tanto como aquel "vayasé, señor González" de la época. A pesar de las repetidas peticiones de dimisión del PP e IU, el presidente rechazó hacer las maletas, escudado en el resto de los partidos de la oposición, que fueron críticos en su discurso con el tema de la corrupción, pero evitaron solicitar la marcha de González.