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La policía halla los cadáveres de una mujer y su hijo en una vivienda de Girona

Las primeras investigaciones apuntan a que el hombre mató a su madre y luego se quitó la vida

Los cadáveres de una anciana, de unos 75 años y de su hijo de 50, ambos de nacionalidad británica, han sido descubiertos hoy en una casa de una urbanización de L'Escala (Girona) en un caso que apunta a un presunto asesinato de la mujer a manos de su hijo y el posterior suicidio de éste.

Según han informado fuentes próximas a la investigación, la mujer Maureen Constance T., habría muerto tras haber sido agredida con un arma blanca, al parecer varias veces, por su hijo Bruce Melville T., que posteriormente podría haberse quitado la vida ingiriendo algún producto químico.

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Madre e hijo podrían llevar muertos entre dos y cuatro días, según las mismas fuentes, por lo que será necesario esperar a la autopsia para confirmar esta hipótesis, reforzada por el hecho de que aparentemente nadie accedió a la casa para cometer un robo. Los cadáveres han sido encontrados sobre las dos del mediodía, después de que un amigo de la familia, extrañado por no haberles visto desde hacía días, ha acudido a visitarles esta mañana, pero al no responder nadie ha decidido avisar a la policía local. Una patrulla ha entrado en la vivienda, situada en el número 42 de la calle Ter Vell de la urbanización Camp dels Pilans, y ha descubierto los dos cadáveres.

El cuerpo de la anciana estaba estirado en una cama, en un dormitorio de la planta superior de la casa, con evidentes signos de violencia, mientras que el cadáver de su hijo ha aparecido en el piso inferior de la vivienda, que es una casa unifamiliar adosada.

"Desaliñado y un poco bohemio"

Según han comentado los vecinos de la calle Ter Vell, la mujer, que estaba afincada en L'Escala desde hacía varios años, se había quedado viuda hace un mes. Estos vecinos han señalado también que madre e hijo, que vivían solos en la casa, hacían una vida muy tranquila y que en general se relacionaban poco con el vecindario, pero el trato era cordial.

Asimismo, han señalado que la anciana era un tanto obesa y que su hijo "siempre estaba con ella" y se encargaba de acompañarla en coche a todas partes. El hombre, según estos testimonios, solía presentar "un aspecto desaliñado, con barba y un poco bohemio".

Algunos vecinos han dicho que sospecharon que algo había pasado en la casa porque hacía un par de días que no veían movimiento en ella y el vehículo del hijo estaba mal aparcado en la puerta, aunque no ha sido hasta hoy cuando el amigo de la familia ha llamado a la policía local.

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