_
_
_
_
_

Josu Ternera, suspendido como parlamentario vasco por mandato judicial

Sobre el ex 'número uno' de ETA, en paradero desconocido, pesa una orden internacional de búsqueda y captura

José Antonio Urruticoechea Bengoechea, conocido por su nombre de guerra en la organización terrorista ETA como Josu Ternera y huido desde hace un año de la justicia española, ha sido suspendido hoy como miembro del Parlamento autonómico vasco por decisión judicial. Sobre Ternera pesa un orden internacional de búsqueda y captura emitida por el juez José Ramón Soriano después de que el ex número uno de ETA no se presentara una vez citado a petición de la Fiscalía, que pretende imputarle la autoría del atentado perpetrado en 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha procesado a Ternera por el asesinato el 25 de junio de 1980 del técnico de la empresa Michelín Luis María Hergueta Guinea, según han informado fuentes jurídicas. El auto decreta prisión provisional para Ternera al considerarle "persona integrada o relacionada con la organización terrorista ETA". Y explica que, de acuerdo con previsto en el artículo 348 bis de la Ley de Enjuicimiento Criminal, Ternera queda suspendido en su cargo de parlamentario.

La decisión judicial ha sido comunicada hoy a la Cámara vasca. Sobre Ternera pesa un orden internacional de búsqueda y captura emitida por el juez José Ramón Soriano después de que el ex número uno de ETA no se presentara una vez citado a petición de la Fiscalía, que pretende imputarle la autoría del atentado perpetrado en 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, que causó la muerte a 11 personas, entre ellas a cinco niños.

Perfil de Josu Ternera

Por GENOVEVA GASTAMINZA
Josu Ternera es la figura que emerge de forma automática cuando se menciona la necesidad de liderazgo que tiene ETA en estos momentos críticos en los que debe enfrentarse al desafío de su reconversión a la política. El ex número uno de ETA, de la que fue jefe político hasta 1989, en que se produjo su detención cuando se oponía con firmeza a las conversaciones de Argel que iban a iniciarse, vivió la curiosa paradoja de ser elegido sólo 10 años después, durante la tregua etarra de 1999, parlamentario vasco por Euskal Herritarrok, la nueva marca electoral de la izquierda abertzale.

El escaño le permitió conocer de cerca la libertad que permite la democracia parlamentaria vasca abominada por ETA, y el beneficio de la inmunidad que asiste a los electos acabó sirviéndole para escapar al sentir la presión judicial. En él concurren, por tanto, circunstancias excepcionales como para dirigir en este momento decisivo a ETA, cuando hace falta la experiencia de un veterano con visión política que tenga también el plus de credibilidad de haber sido cocinero antes que fraile, terrorista antes que político.

Ternera tiene todo eso, un bagaje histórico que le otorga un valor político interno excepcional, según fuentes abertzales, para tomar la decisión de dar el salto a la política, decisión que está en el filo de la navaja y que requiere la valentía de atreverse y correr el riesgo, porque mantenerse donde está equivale a la asfixia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_