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Marín da un ultimátum a los grupos para que aprueben un nuevo reglamento del Congreso

El presidente del Congreso afirma que la modernización de la Cámara "no puede esperar más" porque está "petrificada"

El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, ha dado hoy un ultimátum a los grupos parlamentarios para que se apruebe el nuevo reglamento de la Cámara Baja antes de que se agote el primer semestre de 2005. En una rueda de prensa, calificada de "poco habitual" por el mismo Marín, ha mostrado una "gran preocupación" por la dilatación que ha sufrido esta reforma, sobre la que los diputados de cinco legislaturas llevan trabajando 15 años y nueve meses.

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"Es un problema de querer o no querer", ha señalado el presidente de la Cámara Baja, que ha exigido a los grupos parlamentarios que aclaren públicamente si tienen verdadera voluntad de reformar las normas de funcionamiento de la Cámara. Tras explicar que la reforma depende fundamentalmente de un acuerdo entre los dos grupos mayoritarios, ha subrayado que, como pasa en todas partes, el grupo que ha pasado a ser Gobierno "ya no ama tanto al Parlamento" y el que deja el Ejecutivo y va a la oposición "al revés", en referencia a PSOE y PP.

Para que esas posiciones sean públicas, el presidente del Congreso someterá a la Comisión de Reglamento, que ha convocado para el próximo lunes, un proyecto de resolución que incluirá "un mandato claro, preciso y conocido" para concluir la reforma, que espera que pueda ser aprobado en el pleno por asentimiento. Con esto, el presidente pretende que haya actas que recojan oficialmente todos los puntos de vista de los grupos parlamentarios y su derecho a discrepar, según ha señalado, porque a su juicio no se actúa igual, incluso se hace de forma contradictoria, dentro que fuera del grupo de trabajo.

Ganar la "batalla de la actualidad"

Marín ha reconocido que corre el riesgo de descubrir por anticipado que será "otro del gremio de los presidentes fracasados", pero ha insistido en que este es el momento oportuno para la reforma, ya que más adelante la agenda política la hará muy complicada, como ocurrió en anteriores Legislaturas. El presidente ha insistido en que lo ideal sería aprobar el nuevo reglamento de la Cámara el próximo 15 de febrero de 2005, porque es la fecha simbólica en la que se empezó a hablar sobre este asunto en 1989.

No obstante, el presidente ha precisado que se conforma con que se apruebe antes de que concluya junio. A su juicio, sólo hay un asunto "serio y difícil" que puede afectar al debate de la aprobación del nuevo reglamento y es el uso de las lenguas cooficiales del Estado en el Congreso. Según Marín, la solución que él propone pasaría por permitir el uso de esas lenguas en el Senado, que es la Cámara territorial. Respecto al resto del contenido del reglamento, Marín ha advertido de que "ningún grupo puede hablar de nuevas propuestas" porque no hay novedades que no se hayan discutido en los últimos 15 años.

El presidente del Congreso ha recordado a los grupos que todos, en sus programas electorales, apostaban por esta reforma y, a su juicio, la modernización de la Cámara Baja "no puede esperar más" porque se está perdiendo "la batalla de la actualidad y de la inmediatez". Marín cree que los plenos son un "tostón", que la maquinaria de la Cámara está "petrificada y que hay que actualizar las reglas para que los diputados se suban a la tribuna del hemiciclo a "hablar de política", no a hacer "debates tostones". "Tenemos que recuperar la autoestima", ha sentenciado Marín, que está empeñado en que la sociedad española tenga un Parlamento moderno y cercano.

El presidente del Congreso de los Diputados asegura que los plenos son "un tostón".
El presidente del Congreso de los Diputados asegura que los plenos son "un tostón".ULY MARTÍN

CiU y ERC, en contra

Tras las declaraciones de Marín, CiU y ERC han considerado imprescindible que la reforma permita el uso del catalán en las sesiones parlamentarias, por lo que no se conformarán con que las lenguas cooficiales puedan ser utilizadas sólo en el Senado. Así lo han expresado los portavoces de ambas formaciones en la Comisión de Reglamento, Jordi Jané (CiU) y Joan Tardá (ERC), que han anunciado que no lo apoyarán.

PSOE y PP, de cuyo acuerdo depende la reforma, se han atribuido ser sus máximos impulsores. El secretario general del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, ha recordado que el suyo es el único partido que incluyó en su programa una propuesta "muy detallada" para hacer del Parlamento el centro de la vida política y ha subrayado que es uno de los compromisos del Gobierno. Eduardo Zaplana, portavoz del PP, ha subrayado que su grupo está "especialmente interesado" en la medida, ya que es el único grupo que ha presentado una "propuesta concreta" en forma de iniciativa legislativa.

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