La Policía de Asturias duda de que Trashorras adiestrara a los autores del 11-M
El jefe policial Juan Carretero cuestiona el informe de la Guardia Civil y dice que el ex minero sabía "activar un cartucho y colocarle un detonador, pero no mucho más"
El jefe superior de Policía de Asturias, Juan Carretero, ha puesto hoy en tela de juicio las conclusiones del informe pericial sobre los explosivos del 11-M elaborado por la Guardia Civil a instancias del juez Juan del Olmo. En su intervención ante la comisión que investiga los atentados, este responsable policial ha dicho que es "muy difícil" que el ex minero Emilio Suárez Trashorras, encarcelado por haber facilitado supuestamente la dinamita para perpetrar los atentados, adiestrara a sus autores en el uso de los explosivos que causaron la muerte de 191 personas y heridas a más de 1.500.
Carretero, el tercer y último compareciente de hoy, ha puesto en duda que Trashorras pudiera tener información para entrenar a los autores de la masacre, "y menos para poder transmitirla". "Podría saber cómo activar un cartucho de dinamita y colocarle un detonador, pero no mucho más", ha apostillado. "Para mí era un traficante de hachís más", ha apuntado Carretero al explicar cómo la policía nunca tuvo conocimiento de que José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro traficaran con explosivos. Cuando se les encontraron unos cartuchos de dinamita en un registro practicado en una operación antidroga durante 2001, se consideró "normal" que un ex minero tuviera ese material en su garaje. "La filosofía en Asturias es que la dinamita, en pequeñas cantidades, es normal", ha justificado Carretero.
Además de Trashorras y Toro, en aquella operación antidroga fue detenido José Ignacio Fernández Díaz, alias Nayo, el confidente de la Guardia Civil que luego dio el chivatazo contra los anteriores por su supuesto intento de vender 150 kilos de dinamita a principios de 2003.
"Un cuento chino"
Al igual que los mandos de la Guardia Civil que le han precedido en la sesión de hoy, Carretero ha asegurado que tampoco se dio crédito a la información transmitida en esa misma época por el fiscal jefe de Asturias, Rafael Valero Oltra -hoy en la Fiscalía General del Estado-, quien le comentó que un preso (Nayo) quería ofrecer información a cambio de un trato favorable. Los agentes policiales le interrogaron y éste les habló de un almacén con 400 kilos de explosivos en poder de Trashorras. Se rastreó una zona próxima a Avilés con perros pero no se detectó nada y la información se desestimó por "inverosímil". "Debía ser un cuento chino y además ni había habido denuncia de robo de esa cantidad", ha concluido.
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