El PP exige que cualquier reforma en los Estatutos autonómicos cuente con su visto bueno

El Partido Popular no tiene en principio ningún problema en modificar los Estatutos de Autonomía de las regiones que así lo deseen, pero apuntan que para aceptar esos cambios será preciso que se dé un "doble consenso" a favor de la modificación: la de las fuerzas políticas en el Parlamento regional, y la del Gobierno y la oposición en el Congreso, como "representantes de la mayoría del pueblo español". El objetivo de esta doble llave es impedir que prosperen "reformas orientadas a satisfacer los intereses exclusivos de cada Comunidad Autónoma".

A preguntas de los periodistas, el secretario general del partido, Mariano Rajoy, ha explicado en que consiste esta fórmula de doble consenso, que en realidad está más encaminada a colocar a su partido en el centro del escenario en estas reformas. El líder del PP ha explicado que, como es tradición en la política nacional, cualquier modificación debería ser consensuada primero por los dos grandes partidos nacionales —el suyo y el socialista—; tras lograr la aprobación de la mayoría de las fuerzas autonómicas en la cámara regional, la reforma debería ser validada en el Parlamento de nuevo por esos dos partidos y, claro, cualquier otro que se quiera sumar.

Para consensuar esta postura entre todos los frentes de su formación, Rajoy y los presidentes de las autonomías gobernadas por el Partido Popular, se han reunido en el monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla. De ese encuentro ha salido una declaración con el nombre del pueblo riojano, en el que los populares defienden además los principios que a su juicio deben vertebrar estas reformas: reforzar la unidad de España, su indivisibilidad y los vínculos de solidaridad entre sus ciudadanos; la igualdad de éstos ante la Ley; y el mantenimiento del Estado autonómico tal y como figura en la Constitución.

El PP reclama además al Gobierno que expongan claramente su posición en todos los puntos de las posibles reformas, explicando sus ideas y objetivos y poniendo plazos cerrados. Rajoy ha acusado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "encubrir" la reforma de la Constitución, e incurrir en "contradicciones" en el debate sobre estos cambios y los que quiere introducir en el Senado y en el sistema de financiación autonómico. Zapatero es un "irresponsable", según Rajoy, por fijar sin "orden ni criterio" estos asuntos "cruciales" para la convivencia. "No se puede abrir un debate que no se sabe a dónde va", porque así sólo se genera "enorme tensión" entre los ciudadanos, ha concluido el líder popular.