En libertad uno de los cinco detenidos por su supuesta relación con una célula de Al Qaeda

La policía ha puesto en libertad a uno de los cuatro argelinos detenidos esta mañana junto a un español por el presunto reclutamiento de radicales islamistas para la yihad en Irak y Afganistán. Esta operación, llevada a cabo en Madrid, Barcelona, Bilbao y Cantabria, es continuación de la desarrollada en noviembre de 2001, en la que fue desarticulada una célula de Al Qaeda en España.

En el curso de la operación han sido detenidas dos personas en Barcelona, una en Madrid, otra en Bilbao y una última en la localidad cántabra de Castro Urdiales. Estas detenciones están relacionadas con la Operación Dátil de noviembre de 2001 cuando fue desarticulada la conocida como célula española de Al Qaeda. El juez Baltasar Garzón, que se encargó de aquella operación, procesó en septiembre del año pasado a 35 personas, entre las que figuraban el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y el cabecilla de la célula en España, Imad Eddin Barakat Yarkas, alias Abu Dahdah, así como a Amer Azizi, alias Othman Al Andalusi, este último presuntamente relacionado con los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid.

Cuatro de los detenidos, uno de los cuales ya está en libertad, son ciudadanos originarios de Argelia y un quinto tiene nacionalidad española. Se trata de Francisco García Gómez, que compartía un negocio de ropa con el argelino detenido en Bilbao, y que está acusado de varios delitos contra la salud pública. En principio, los arrestados no estarían relacionados con la matanza en Madrid, aunque los agentes de la Comisaría General de Información de Policía, a cargo de la investigación, profundizarán en los interrogatorios sobre esa posibilidad.

Además, la policía ha practicado registros en Madrid, en el barrio bilbaíno de Deusto, en Santurce (Vizcaya) y en Castro Urdiales. Los tres argelinos y el español que permanecen detenidos pasarán la semana que viene a disposición del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

Según las mismas fuentes, los detenidos se encargarían de facilitar infraestructura, apoyo y documentación falsa a activistas de grupos terroristas islamistas. También realizaban labores de reclutamiento de personas para trasladarse a los campos de entrenamiento de Irak y Afganistán, pero no hay constancia de que tengan relación con los atentados del 11-S y del 11-M.