Aguirre y Gallardón llegan a un acuerdo para repartirse el control de Metro de Madrid

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta de esa comunidad autónoma, Esperanza Aguirre, ambos del Partido Popular, han llegado a un acuerdo en su agrio enfrentamiento por hacerse con el control de Metro. La partida queda en tablas, repartiéndose ambos el poder casi a partes iguales en el Consejo de Administración, lo que en la práctica supone una victoria para el alcalde, que neutraliza el pulso de Aguirre, y además diluye la posibilidad de que la disputa repercutiese negativamente en el bolsillo de los usuarios.

El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, había adelantado ayer que si Aguirre no "rectifica" su pretensión de adquirir más poder en el Consejo de Administración de Metro, el Ayuntamiento —que tiene el 75% de las acciones— sacará a esta empresa pública y a la EMT (autobuses urbanos) del Consorcio Regional de Transporte, asumiendo en solitario la red de transporte público dentro de la capital.

Empate a cinco

En la actualidad, ambas administraciones tienen cinco consejeros. Los sindicatos cuentan con dos, la Administración central con otros dos, los consumidores con uno y el último, para sumar 16, es el delegado del Consorcio. Aguirre pretendía que la Comunidad sumara siete; el Ayuntamiento, cuatro; los sindicatos, dos; y los consumidores y la Administración central, uno cada uno.

Tras la votación de hoy en el seno del Consorcio, la situación queda como estaba, es decir, Ayuntamiento y Gobierno regional tendrán cinco consejeros cada uno. El consejero de Transportes e Infraestructuras del Gobierno regional, que convocó la reunión como presidente del Consorcio para promover "una mejor representación" de ese organismo en la gestión de Metro, ha afirmado estar satisfecho con el acuerdo, y ha resaltado que la "flexibilidad" ha sido claro para lograr el consenso.

Dos abonos transporte

Los acuerdos alcanzados hoy modificarán además a la baja las competencias del presidente de Metro, Manuel Melis, en favor de una figura de nueva creación, el consejero delegado de la sociedad, que ocupará el director gerente del Consorcio Regional de Transportes, José Manuel Pradillo Pombo. Pombo ocupará el lugar del gerente de Metro en el Consejo de Administración, por lo que a la postre el Gobierno regional contará con seis representantes.

De haberse consumado la amenaza del Ayuntamiento de dejar el Consorcio Regional de Transportes -en el que está integrado desde 1986-, los usuarios del transporte público se habrían encontrado con que, por primera vez, el popular abono transporte no les servirá para pasar de un municipio a otro sin ningún tipo de cortapisas: cada vez que el metro, el autobús o el cercanías entrase o saliese del término municipal de Madrid, tendrían que pagar un nuevo billete, ya que el viajero pasaría de una red de transportes de la Comunidad a otra independiente del Ayuntamiento, o viceversa.

Sin cambio de precios

El Gobierno regional tendría su propio consorcio —que integraría la red de Metro exterior a la capital y los autobuses interurbanos-, mientras que el Ayuntamiento -que crearía su propio Consorcio Municipal— sería el responsable de unos 100 kilómetros de suburbano en la capital y de la EMT. No está claro qué habría pasado con los trenes de cercanías de Renfe.

Aguirre ha anunciado hoy en rueda de prensa que, pase lo que pase al final tras este acuerdo, los precios y el servicio de los transportes públicos en Madrid se mantendrán invariables. La presidenta regional ha vuelto a insistir en que el organismo que dirige debe tener mayor representación por la gran inversión que se va a llevar a cabo en ciudades situadas fuera de la capital, pero ha minimizado la importancia de su enfrentamiento con Ruiz-Gallardón.