Hallan los cadáveres de dos hombres en un piso madrileño tras un aparente crimen pasional
Se trata de un español de 51 años muerto a cuchilladas y de un ciudadano venezolano de 37 que estaba ahorcado
Un venezolano de 37 años se ahorcó la noche del pasado martes en la vivienda que compartía con su tío, un español de 51, tras acabar con la vida de éste clavándole un destornillador por la espalda. El trágico suceso ha tenido lugar en la localidad madrileña de Villanueva de Perales y la Guardia Civil encontró los cadáveres de ambos a última hora de la tarde de ayer.
Fuentes de la investigación han informado de que los dos hombres eran pareja sentimental, por lo que podría tratarse de un crimen pasional, aunque no se descartan por el momento otras hipótesis.
Según los testimonios ofrecidos por los vecinos del inmueble, todo comenzó con una fuerte discusión entre los dos hombres. Por su parte, el alcalde de la localidad, Juan Antonio Barrado, ha relatado que en torno a las 20.00 horas de ayer una vecina fue a su domicilio para informarle de que hacía dos días que no veía a los dos hombres y que dos noches antes escuchó una discusión y un golpe muy fuerte, lo que le hizo sospechar de que algo extraño había ocurrido, ya que de la vivienda se desprendía además un fuerte olor.
El alcalde se desplazó a la casa y avisó a la Guardia Civil, que en poco tiempo acudió al pueblo, entró en la vivienda tras forzar la puerta y encontró los dos cadáveres, uno de ellos con evidentes signos de haber sido apuñalado con un destornillador y el otro ahorcado.
La agresión pudo tener lugar entre la cocina y otra estancia de la casa, ya que en la puerta que separa ambas y en el suelo podían observarse abundantes rastros de sangre, junto con una chancla de una de las víctimas.
Cuatro años de convivencia y poco dinero
Según los testimonios de los vecinos, los dos hombres vivían en la localidad desde hace unos cuatro años y no tenían mucha relación con los habitantes del municipio, de unos 550 habitantes y a 38 kilómetros al oeste de la capital, aunque tampoco habían causado problemas en la localidad.
El alcalde ha desmentido algunas informaciones en las que se aseguraba que las dos víctimas -tío y sobrino, según la información de la que dispone el Ayuntamiento- eran mendigos y ha dicho que ambos recibían ayudas de los servicios sociales de la Comunidad de Madrid.
Como la ayuda era escasa y en ocasiones no les permitía llegar a fin de mes, los vecinos les ofrecían algo de dinero de forma voluntaria, ha explicado Barredo. Una vecina ha explicado que el martes por la noche alguien escuchó gritos en la vivienda y ha confirmado que los dos hombres no se relacionaban mucho con el resto de los vecinos, aunque parecían "buenas personas" que nunca habían protagonizado escándalos en el pueblo.
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