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Una explosión provocada por un vecino causa tres muertos y 32 heridos en Sevilla

Un varón de 72 años, que mantenía constantes disputas con los vecinos y que se encuentra entre las víctimas, mezcló gasolina y gas butano y le prendió fuego

Tres personas han muerto esta madrugada y otras 32 han resultado heridas, de las que nueve permanecen ingresadas, a consecuencia de una explosión en un edificio de Sevilla, situado en el humilde barrio de Las Letanías, según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno de Andalucía, de la Policía Local de Sevilla y del 061. El Ayuntamiento de la capital andaluza ha confirmado que el siniestro ha sido provocado por un vecino de avanzada edad, que se encuentra entre las víctimas mortales y que prendió fuego a una mezcla de gasolina y gas butano. Además, 41 personas se han quedado sin su vivienda.

En principio se había informado del fallecimiento de un varón de edad avanzada, al que se culpa del siniestro, pero los servicios de rescate han hallado horas después dos cadáveres más entre los escombros, los de un matrimonio que vivía en el 1ºA del bloque siniestrado. Según los vecinos, el marido se llama Miguel Vizarraga y la mujer Valle, ambos de unos 60 años y dedicados a la venta ambulante. La Guardia Civil y la policía buscaba a estas personas al detectar que no se encontraban entre los heridos ni entre los desalojados. El juez de guardia ha ordenado a las 9.30 horas el levantamiento de los cuerpos.

La explosión se ha producido sobre las 3.30 horas en la segunda planta del número 4 de la calle Consuelo de los Afligidos y ha provocado el derrumbe parcial del edificio. De hecho, apenas queda nada de el segundo y tercer piso, cuyos cascotes descansan sobre el primero. Media hora después se ha producido una segunda deflagración menor. El bloque, de cuatro plantas, está formado por 16 viviendas y al menos tres están completamente destruidas, por lo que el inmueble tendrá que ser demolido parcialmente. Los edificios colindantes también se han visto afectados y unas 20 familias han tenido que ser desalojadas y trasladadas al centro cívico El esqueleto, situado en las proximidades, donde a estas horas permanecen 70 personas. Según las primeras estimaciones, 41 vecinos de 11 familias se han quedado sin alojamiento.

La causa de la explosión

En cuanto a las causas del siniestro, el concejal de Gobernación, Francisco Fernández, ha explicado que se ha producido por "una acumulación no fortuita de gas butano y un líquido inflamable que podría ser gasolina". Fernández, en rueda de prensa acompañado por el subdelegado del Gobierno, Manuel Luque, y responsables sanitarios, ha añadido que, a la espera de que la policía concluya sus investigaciones, todo parece indicar que el supuesto autor del siniestro ha sido el inquilino del 2ºA, de 72 años y que se encuentra entre las víctimas mortales. El concejal no ha confirmado las identidades de los fallecidos, ya que se está identificando los cadáveres, muy dañados por la explosión y las llamas.

Fuentes municipales y policiales han añadido que este hombre, "problemático" según los vecinos, mezcló gasolina y gas butano de una bombona, con el agravante de que la puerta de la vivienda, el 2ºA, había sido sellada para que los vecinos no percibieran el olor a gas. Además, había rociado de gasolina el suelo de los pasillos y las puertas de otras viviendas, donde también había colocado sacos terreros para aumentar los daños de la explosión. Los vecinos del bloque han explicado que, minutos antes del estallido, notaron un fuerte olor a gasolina, por lo que salieron al pasillo y, tras comprobar que había líquido esparcido por el suelo, intentaron limpiarlo.

El 061 ha atendido en el lugar de los hechos a numerosos heridos y ha trasladado a 32, entre ellos dos en estado grave -un hombre de 24 años y una mujer de 38-, a los hospitales sevillanos Virgen del Rocío (26 heridos) en y Virgen Macarena (seis). Sobre las 10.00 horas, 23 personas ya habían sido dados de alta. Sobre los dos heridos graves, el Servicio Andaluz de Salud han señalado que el hombre sufre quemaduras en el 31% de su cuerpo y está en la Unidad de Quemados del Virgen del Rocío y la mujer presenta quemaduras en el 90% de su superficie corporal y permanece en la UCI del mismo centro en estado muy grave.

Al barrio se han desplazado 20 vehículos y 60 efectivos del Cuerpo de Bomberos, así como agentes de la Brigada Científica del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Sevilla, tres UVI móvil y 11 ambulancias. El alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteserin, también ha acudido a la zona junto a Fernández y Luque. La calle Consuelo de los Afligidos, donde continúan cuatro vehículos de bomberos y varias ambulancias, permanece a estas horas cortada por la policía, y está totalmente llena de cascotes, restos de enseres e incluso aparatos de aire acondicionado. El olor a quemado es persistente y en todas las ventanas del edificio se ven cercos de humo, lo que revela que todo el bloque ha sido afectado por las llamas.

Estado en el que ha quedado el edificio tras el siniestro, provocado por un hombre de 72 años.
Estado en el que ha quedado el edificio tras el siniestro, provocado por un hombre de 72 años.EFE
Los bomberos trasladan a una de las tres personas fallecidas a consecuencia de la explosión.
Los bomberos trasladan a una de las tres personas fallecidas a consecuencia de la explosión.EFE

Constantes amenazas y denuncias

El presunto causante de la explosión, un varón de 72 años cuyo nombre de pila es Matías y que es una de las víctimas mortales del siniestro, fue condenado por haber asesinado a cuchilladas a su esposa en 1981. Además, según han relatado los vecinos, "solía beber", amenazaba continuamente a los vecinos y se cruzó con ellos varias denuncias, según los testimonios de los habitantes del inmueble, que sospechan que sufría un problema psiquiátrico y al que califican de "demonio".

Un vecino, Francisco Javier Márquez, ha explicado que Matías vivía allí desde hace un año y medio y que tenía malas relaciones con los vecinos, sobre todo con los del piso de arriba, que tenían muchos niños, a los que "acusaba de no dejarle descansar en todo el día". Estos vecinos presentaron varias denuncias contra él por amenazas y peleas, que terminaron retirando "por miedo a tener más problemas". Según otros vecinos, el causante de la explosión vertió ayer mismo gasolina en la escalera común, mientras profería amenazas.

Oliva Pérez López, dueña del 1-C, ha añadido que "a un vecino lo cogió por el cuello y lo intentó ahogar, tiene cuatro denuncias puestas, aunque en los juzgados les decían que hasta que no pasara algo gordo no se podía hacer nada".

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