Un juez recomienda la libertad del 'asesino de la ballesta' al considerar que ya está curado

El juez de vigilancia penitenciaria ha propuesto la puesta en libertad de Andrés Rabadán, conocido como el asesino de la ballesta y que en 1994 mató a su padre a flechazos tras descarrilar tres trenes de cercanías, al considerar que ya está curado de su enfermedad mental y resocializado.

El juez penitenciario José Luis Albiñana ha emitido un informe, en el que propone a la Audiencia de Barcelona, que tiene la última palabra, que se deje sin efecto el internamiento psiquiátrico del muchacho.

El magistrado propone que, una vez en libertad, Rabadán sea sometido al tratamiento ambulatorio que se estime necesario para acabar de corregir los trastornos de personalidad detectados y que, según los psicólogos, son de tipo menor.

El pasado mes de julio, la Audiencia de Barcelona ya rechazó una petición de libertad de Andrés Rabadán al anteponer el riesgo de fuga que presentaba al haber intentado evadirse en tres ocasiones, por lo que el propio juez de vigilancia penitenciaria propuso que siguiese en el pabellón psiquiátrico de la cárcel de Quatre Camins.

Tres intentos de fuga

Los tres intentos de evasión de Rabadán dieron al traste con la posibilidad que contempló el propio juez de modificar la medida de internamiento por otra más llevadera, dado "lo estable de su sintomatología" mental.

Ahora las cosas han cambiado y el juez cree que Rabadán está listo para salir libre, aunque el fiscal ha pedido que siga internado por la "extrema peligrosidad del interno manifestada en las circunstancias en que ejecutó el delito" y la persistencia de la enfermedad diagnosticada (una psicosis esquizofrénica de tipo paranoide), que está estabilizada pero no curada". El juez se apoya en varios informes de psicólogos y psiquiatras que avalan la recuperación de Rabadán.

No obstante, el magistrado reconoce que los delitos que cometió son "atroces" y es cierto que ha intentado fugarse varias veces, pero agrega que "estos factores no pueden sustentar una medida de internamiento con finalidad curativa, ya que sólo la existencia o permanencia de la enfermedad pueden justificar la continuidad del internamiento".

Cuatro flechazos por un vaso de leche

Rabadán, de 30 años y de ellos 8 internado, será sometido estos días a un nuevo reconocimiento por orden de la Audiencia de Barcelona para que el tribunal pueda tomar una decisión definitiva.

La Audiencia de Barcelona juzgó en 1994 a Rabadán, que ahora tiene 30 años, por el asesinato de su padre, al que disparó cuatro flechas con una ballesta porque el vaso de leche que le sirvió no estaba a su gusto, y por descarrilar tres trenes de la línea de cercanías del Maresme.

El tribunal le eximió de responsabilidad por la muerte de su padre, al considerar que estaba perturbado, pero lo condenó a 18 años de cárcel por los descarrilamientos, condena que luego revocó el Tribunal Supremo, que ordenó su internamiento psiquiátrico por un periodo máximo de 20 años.