Los inmigrantes de Sevilla abandonan la huelga de hambre

Los 180 inmigrantes que continúan encerrados en las instalaciones de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla han abandonado hoy la huelga de hambre que habían iniciado a las 0.00 horas del jueves. Según fuentes de la institución académica, el motivo por el que han abandonado su protesta es que no estaba teniendo "mucha repercusión" en los medios de comunicación.

Ni siquiera 48 horas ha durado la huelga de hambre del colectivo de inmigrantes. Ya durante la madrugada un grupo de entre 10 y 20 ilegales decidieron dejar la protesta, además de los entre 20 y 30 que no secundaron la iniciativa desde el principio.

Así lo dijo después de estas primeras renuncias el portavoz de la Comisión Jurídica de la universidad sevillana, Andrés Rodríguez-Benot, que aseguró entonces que "existe también un grupo importante que quiere abandonar esta forma de protesta, mientras que los demás están presionándoles para que continúen".

La presión finalizó a primera hora de la tarde. Los inmigrantes, decidieron dar por acabada la huelga de hambre. Ahora el futuro de estos inmigrantes es incierto. La universidad cree que el grupo está en "un claro proceso de descomposición", por lo que se prevé que el encierro finalice "en los próximos días".

"Gran descontrol"

Fuentes de la institución académica han asegurado que entre los inmigrantes existe ahora mismo un gran descontrol. "No saben qué hacer después de abandonar la huelga de hambre", han apuntado. Desde la Comisión Jurídica se ha recordado que el pasado jueves se produjo una reunión con el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, para comenzar los trámites de los más de 145 expedientes de inmigrantes.

Así, pues, la protesta parece que está llegando a su fin. El encierro comenzó el 10 de junio, ante la proximidad de la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se celebró en la capital hispalense para cerrar la Presidencia española. La inmigración fue el tema estrella del encuentro y el encierro pretendía servir de presión para una regularización colectiva de los

encerrados.