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TRIBUNALES

La sentencia afirma que Vera se apropió de 141 millones y repartió 525

Sancristóbal se llevó 130 millones, mientras que Roldán, Colorado, Sancristóbal, Álvarez y López recibieron dinero de los fondos reservados

La Audiencia de Madrid considera probado que el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera se quedó con al menos 141 millones de pesetas de los fondos reservados del Ministerio del Interior, y repartió otros 525 millones entre sus subordinados Luis Roldán, José María Rodríguez Colorado, Julián Sancristóbal, Francisco Alvarez e Iñaki López.

Por su parte, el ex director general de la Seguridad, Julián Sancristóbal, se quedó con 130 millones y le dio otros 14 millones a Roldán. Así lo recoge la sentencia del caso de los fondos reservados.

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La sentencia explica que entre 1982 y 1993, la cuenta de fondos reservados de la Secretaría de Estado para la Seguridad se incrementó todos los años en cantidades que oscilaron entre 500 y 1.500 millones de pesetas procedentes de Hacienda, a quien se los pedía el ministro del Interior después de recibir la petición del secretario de Estado para la Seguridad. En total, entre 1982 y 1993, 16.300 millones de pesetas estuvieron presupuestados, de los que 10.015 correspondían a ampliaciones de crédito y no a presupuestos iniciales.

El tribunal entiende que esas modificaciones presupuestarias respondían a un "maquillaje presupuestario", y el dinero se dedicaba a gastos legítimos (protección de personas, la Fiscalía Antidroga, la Comisión Nacional de Coordinación de Policía Judicial, etc).

Pero el tribunal añade que "también se utilizaba el dinero para pagar gratificaciones o retribuciones, fuera de nómina, a una pluralidad de funcionarios destinados en la Dirección de la Seguridad del Estado o en algunos de sus gabinetes u órganos dependientes. En fin, se sustraía dinero para el enriquecimiento personal de altos cargos del Ministerio del Interior".

La resolución relata que no existía un control real externo sobre estas partidas por parte de órganos fiscalizadores o interventores, aunque se llevaba un libro donde se apuntaban genéricamente y sin excesivos datos, fuera de la cantidad, los conceptos a los que se dedicaba el dinero, pero del libro sólo tenían noticia quienes disponían de los fondos. Por razones de seguridad, el libro se destruía periódicamente. "Este sistema -dice la sentencia- posibilitaba sustraer los fondos asignados a gastos reservados".

El reparto de los fondos, según dice la sentencia, fue el siguiente: Rafael Vera "se apropió de, al menos, 141 millones de pesetas, que invirtió en la compra, reforma y mejora" de una serie de bienes inmuebles, valiéndose como mero testaferro de su suegro, Enrique Esquiva.

Además, el tribunal considera probado que entregó un cheque de 7 millones a Roldán el 10 de marzo de 1986, cuando éste era delegado del Gobierno en Navarra, y, tras ser nombrado director general de la Guardia Civil le entregó otros dos cheques por 7 y 17 millones, respectivamente, aunque no consta que el último lo destinase a su enriquecimiento.

Por su parte, Sancristóbal recibió "para sí" de Rafael Vera 21 millones de pesetas cuando fue gobernador civil de Vizcaya, en 1983 y 1984. Tras ser nombrado director de la Seguridad del Estado, en febrero de 1984, entregó 14 millones a Luis Roldán, entonces delegado del Gobierno en Navarra.

Asimismo, mientras fue director de la Seguridad del Estado, Sancristóbal se apropió de dinero, en cantidad no inferior a 130 millones de pesetas, sin que conste que para ello tuvo autorización ni de Vera ni de Barrionuevo.

La Audiencia entiende que "puesto de acuerdo Rafael Vera con Luis Roldán y José María Rodríguez Colorado, decidieron hacerse con determinadas cantidades de dinero destinado a gastos reservados ante el cese del señor Barrionuevo y la llegada del señor Corcuera". Así, Vera entregó varios cheques a Roldán, que éste ingresó en sus cuentas particulares y Rodríguez Colorado los entregó a su amigo Mariano Jaquotot (ya fallecido).

El tribunal prosigue diciendo que, "preocupados por su porvenir económico al abandonar el Ministerio, Roldán y Rodríguez Colorado celebraron reuniones con Rafael Vera, en las que llegaron al acuerdo con Vera de recibir mensualmente Cinco millones de pesetas a modo de gratificación o sobresueldo".

Los hechos probados añaden que "consta igualmente que el acuerdo se alcanzó en ausencia del señor Corcuera, que se incorporó más tarde a la reunión por tener otras obligaciones. No consta que Corcuera impulsara o aprobara ese acuerdo".

En ejecución de lo acordado, a partir de febrero de 1990, la Secretaria de Estado para la Seguridad remitía a cada una de las direcciones generales de la Guardia Civil y la Benemérita, un cheque para el enriquecimiento personal de Colorado y Roldán. Por este método, Colorado recibió de Vera a partir de enero de 1990 al menos 65 millones, y Roldán, 355 millones.

En total, Roldán recibió de Vera en total un mínimo de 393 millones, y Rodríguez Colorado, 89 millones.

Vera también dio 15 millones para su enriquecimiento personal a Francisco Alvarez, cuando éste cesó como director del Gabinete de Información de la Dirección de la Seguridad del Estado, y otro a Iñaki López, de 7 millones, como gratificación al dejar de ser gobernador civil de Vizcaya.

Entre los hechos probados también se consigna que Corcuera, en las Navidades de 1990, 91 y 92, compró joyas a esposas de altos cargos de Interior por importe de 7,3 millones de pesetas, que salieron de los fondos reservados.

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