Los delegados afganos dan el primer paso hacia una administración interina

Los delegados de las principales facciones afganas reunidas en la ciudad alemana de Bonn para decidir el futuro del país han dado ya un primer paso en la constitución de un Gobierno interino. Según fuentes de los negociadores esta noche se ha decidido establecer un Consejo Nacional, que integrarán entre 120 y 200 personas, para que éste elija, en suelo afgano, una administración provisional.

La composición de este consejo será decidido por un comité de 12 miembros - cinco de la Alianza del Norte, cinco de la delegación de Roma, uno del Grupo de Chipre y uno del Grupo de Peshawar, y se encargará del Gobierno hasta que en primavera se reúna la Loya Jirga- la gran asamblea tribal- que elegirá un Gobierno de transición y un consejo supremo que haría las funciones de parlamento.

Este Gobierno dirigirá a su vez el país por unos dos años, hasta que el país esté listo para celebrar elecciones libres.

El portavoz de la ONU, Ahmed Fawz, ha confirmado que el acuerdo está "prácticamente ultimado" y no ha descartado que la decisión final se produzca en las próximas horas.

Según Fawzi, "las negociaciones avanzan muy rápidamente" y los delegados están conversando sin cesar entre sí y con sus capitales.

Fawzi ha dicho que en las negociaciones hay mucha proximidad entre el grupo de Roma y la Alianza del Norte (los de mayor representación).

"Necesitamos una autoridad que asuma las riendas de Afganistán inmediatamente", ha señalado Fawzi, lo que significa que el actual ejecutivo de Burhanudín Rabaní deberá ser sustituido muy próximamente ya que las primeras reuniones de estos dos organismos están previstas para principios de año en suelo afgano.

En opinión de Fawzi, como las conversaciones avanzan tan bien y hay mucha determinación a llegar a acuerdos por parte de las delegaciones, es probable que la conferencia acabe con éxito el sábado.

En suelo afgano

En cuanto al lugar donde debe reunirse el citado Consejo Nacional, los delegados del Grupo de Roma, formado por representantes del ex-rey Mohamed Zahir Shah, han indicado que estarían en principio dispuestos a que el Consejo Nacional se reúna en suelo afgano, siempre y cuando lo haga en una zona neutral o desmilitarizada.

Por su parte, los representantes de la Alianza del Norte, o Frente Unido, como prefieren que se les denomine, creen que la reunión debe celebrarse en Kabul y no descartan que para garantizar la seguridad de los delegados tengan que pedir a la ONU respaldo a la hora de poner en marcha un dispositivo de seguridad.

Sin embargo, pese a este primer paso, según fuentes diplomáticas europeas, lo complicado llega ahora: repartir los puestos entre partidos y personas.

Fuerzas multinacionales

En cuanto al espinoso tema del establecimiento de una fuerza multinacional que acompañe el proceso de pacificación del país, el Frente Unido, en principio reacio a ello, parece estar dispuesto a ceder a las peticiones internacionales.

El portavoz de la Alianza, Yunis Qanuni, ha dicho a los periodistas que su grupo se mostraba más optimista sobre la consecución de un acuerdo para el establecimiento de una fuerza de paz en Afganistán.

"Una vez que el mecanismo político de transición arranque y si es oportuna la presencia de una fuerza multinacional de paz, no nos opondremos a ella", ha dicho Qanuni, que también es ministro del Interior y responsable de la seguridad en Kabul.

Pero Qanuni ha matizado sus palabras al asegurar que "la población de Afganistán preferiría una fuerza internacional compuesta sólo por países islámicos".

Como solución de compromiso se baraja la posibilidad de que la fuerza multinacional sólo esté presente en las zonas más conflictivas del país, como podría ser Kunduz o Kandahar, y en las principales arterias del país.

Por otro lado, el ministro de Exteriores del gobierno de Rabaní, Abdulá Abdulá, ha insistido en que el Frente Unido preferiría que la fuerza de seguridad esté integrada por afganos, pero en declaraciones desde Kabul ha dejado entrever flexibilidad en esta cuestión.

Durante esta tercera jornada de conversaciones, se celebrará también en Bonn un encuentro de la sociedad civil afgana en el exilio, a la que asistirá la ex-comisaria de la Unión Europea para los Derechos Humanos, Emma Bonino

El papel del rey Zahir Shah

Otro de los asuntos que está encima de la mesa es el papel del ex rey Zahir Shah en el futuro gobierno de Afganistán. En círculos de la conferencia se baraja la posibilidad de que retorne a Kabul la próxima primavera, después casi treinta años en el exilio.

Según el calendario de la ONU adoptado por las delegaciones unánimemente, en primavera se reunirá la Loya Jirga, la gran asamblea tribal, que deberá nombrar un gobierno y legislativo de transición y que podría estar presidida por el monarca.

Las fuentes sostienen que el máximo simbolismo que se puede dar el monarca es darle la presidencia de esa asamblea tradicional que podría reunir a hasta 600 personas.

El legislativo y ejecutivo de transición deberán gobernar Afganistán por un periodo de dos años, al término de los cuales se celebrarán elecciones.

En cuanto al problema de seguridad que debe ir en paralelo al político, el portavoz de la ONU ha dicho que hay consenso en las delegaciones de la necesidad de abordar el tema muy seriamente, si bien no se entrará en materia formalmente hasta mañana.