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RELACIONES MADRID-RABAT

El Gobierno tilda de "escalada unilateral" la crisis diplomática con Marruecos

El PSOE juzga desproporcionada la reacción de Rabat.- El embajador de España en Marruecos señala al ministro marroquí de Asuntos Exteriores la necesidad de normalizar las relaciones

El Gobierno español ha culpado hoy en exclusiva a Marruecos de la grave crisis que atraviesan las relaciones entre ambos países y que vivió su momento álgido con la retirada por Rabat de su embajador el pasado 26 de octubre. Hoy, fuentes de la Oficina de Información Diplomática la han calificado de "escalada unilateral" y han señalado que la supuesta expulsión de España de tres marroquíes tras un acto prosaharaui ayer en Sevilla es "una invención del Gobierno de Rabat".

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Según estas fuentes, a los tres marroquíes a los que se impidió la entrada en la Conferencia Europea de Apoyo al Pueblo Saharaui que se celebraba en la capital hispalense "nadie les ha expulsado y podrían estar todavía en territorio español".

Asimismo, han insistido en que la situación bilateral "va siendo preocupante" con actos como los de ayer y han denunciado "el contenido y el tono" del comunicado marroquí, en el que se califica de acto de "hostilidad flagrante el incidente", haciendo hincapié en que ningún cuerpo de seguridad español escoltó o trasladó a los afectados a Ageciras, como se indicó en la nota emitida por Rabat.

Por otro lado, la OID ha señalado que el Ejecutivo español "no tomará ninguna represalia" y que en ningún momento el deseo de Madrid "es enturbiar más el ambiente".

"Incidente menor"

Desde el PSOE, su portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, ha mostrado su apoyo al Gobierno en este incidente y ha calificado de "desproporcionada" la reacción de Marruecos.

En declaraciones realizadas antes de participar en las jornadas de The Economist, Caldera ha calificado el incidente de "muy menor" y ha expresado su deseo de que no enturbie más las relaciones con Rabat, desde donde se calificó la supuesta expulsión de "acto de hostilidad flagrante".

Por su parte, el embajador de España en Marruecos, Fernando Arias-Salgado, ha expresado en Rabat al ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, la necesidad de que ambos países normalicen sus relaciones diplomáticas.

La entrevista, que se ha celebrado en la sede del ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos y que ha durado alrededor de 75 minutos, había sido concertada el pasado jueves y solicitada por Arias-Salgado.

El objetivo de esta entrevista, que según las fuentes se ha celebrado "en un clima de entendimiento", era entregar a Benaissa el original de la carta que el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, remitió el 16 de noviembre a su colega marroquí.

También se ha abordado la propuesta española de celebrar en diciembre la reunión constitutiva del comité mixto de coordinación que deberá poner en marcha el acuerdo bilateral sobre mano de obra firmado el 25 de julio en Madrid.

En la carta que remitió a Benaissa, Piqué expresaba el deseo del gobierno español de que la actual crisis diplomática entre los dos países no afecte a los aspectos de la cooperación española en el ámbito social.

El jefe de la diplomacia española expresaba también la necesidad de concluir en el más breve plazo posible algunos acuerdos de cooperación pendientes de firma, ya que sus dotaciones económicas figuran en las previsiones presupuestarias del ejercicio de 2001.

Fuentes diplomáticas han indicado que Benaissa ha agradecido al embajador español su visita y le ha expresado su disposición a reunirse con él "cuantas sean convenientes" para abordar todos los temas de interés común.

Benaissa ha añadido que España ha "subestimado" la importancia de algunos mensajes transmitidos por las autoridades marroquíes por una serie de hechos que, según Rabat, van contra los intereses de Marruecos.

Benaissa ha insistido en que la llamada a consultas del embajador de Marruecos en España, Abdesalam Baraka, el pasado 27 de octubre por un tiempo indefinido, no se debió a una única causa, sino a una serie de hechos, y que con esa medida se quiso expresar el malestar del Gobierno y de la sociedad marroquíes.

En la entrevista del embajador español con el ministro marroquí no se ha abordado el tema del incidente ocurrido el pasado sábado en Sevilla con ocasión de un acto de solidaridad con el pueblo saharaui, al considerar que ambas partes ya expresaron oficialmente ayer sus opiniones respectivas.

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