Aznar, nuevo presidente de una IDC renovada y centrista

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, ha sido elegido hoy por unanimidad como nuevo presidente de la Internacional Demócrata de Centro, antigua Internacional Demócrata Cristiana, en la reunión que han mantenido en México los líderes de la IDC.

En la sesión, que se ha celebrado a puerta cerrada, los dirigentes de la IDC han aprobado también un documento contra el terrorismo y otro ideológico denominado Renovación humanista desde el centro.

Según declaró el secretario general del Partido Popular (PP), Javier Arenas, Aznar, que llegó anoche a Ciudad de México, liderará la organización tanto por "el peso político que hoy tiene España" como "por su propio protagonismo".

En la nueva dirección estará también el español Josep Antoni Durán i Lleida, de Unió Democrática de Cataluña (UDC), quien reconoció el martes que aceptará una vicepresidencia en una IDC que no le agrada porque no se ajusta al modelo de organización al que se adhirió su partido.

Además de la elección de Aznar, la IDC enfrenta en esta reunión una refundación ideológica que la acerque a los postulados de los partidos centristas y ha aprobado una resolución contra el terrorismo en la que apuestan por impedir la existencia de organizaciones políticas o económicas que le sirvan de apoyo y por poner en marcha medidas operativas de carácter internacional.

La resolución hace referencia a los atentados terroristas sufridos por Estados Unidos el pasado 11 de septiembre y subraya que el problema del terrorismo no es nuevo y que la IDC lleva mucho tiempo expresando su apoyo a los que luchan contra una lacra que recuerdan que ha golpeado en muchas ocasiones a los integrantes de esta Internacional.

"La IDC manifiesta su más firme rechazo a que el terrorismo sirva de instrumento para alcanzar cualquier objetivo, de la naturaleza que sea, y reafirma su voluntad de perseguir a los culpables y reforzar la lucha contra el terrorismo de toda clase en todas sus dimensiones", añade.

Aclara el texto que no se trata de un choque de civilizaciones, sino de un choque entre la civilización y los "fanatismos terroristas", al tiempo que asegura que las sociedades libres están preparadas para afrontar esta lucha.

Para acabar con la "dictadura del terror", la IDC pide que se pongan en marcha medidas operativas de carácter internacional, global y regional en el sentido apuntado por las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La IDC apuesta por "hacer imposible" la existencia de regímenes y organizaciones que amparen el terror, lo que incluye a las redes terroristas y a las conexiones internacionales con el crimen organizado, el narcotráfico, el lavado de dinero, el tráfico ilícito de armas y el tráfico ilegal de material nuclear, químico o bacteriológico, así como a las organizaciones políticas o económicas que le sirvan de amparo o apoyo.

Tras considerar los ataques del 11 de septiembre como "detonante" para avanzar en la construcción de la paz, la resolución cree que la participación activa de la sociedad civil y el robustecimiento de la democracia son los mejores escudos frente al terror.

Además, el texto incluye un mensaje de tranquilidad y esperanza y asegura que vencerán quienes luchan por el bien común universal, la justicia social y la libertad

Aznar, en una entrevista con la cadena mexicana TV Azteca, insistió en que tras los ataques de septiembre "los elementos fundamentales de nuestra civilización y nuestra democracia han sido desafiados, y lo peor que puede ocurrir es que el terror tenga la sensación de que puede manejarse impunemente, de que puede actuar libremente sin ser castigado por ello".

Refundación ideológica

La cita de México, calificada por el secretario ejecutivo de la IDC, el español Alejandro Agag, como "revolucionaria", ha aprobado una nueva denominación de la organización que, partir de ahora, se conocerá como Internacional Demócrata de Centro, y que pretende medirse con la Internacional Socialista.

El cambio en la denominación responde a la necesidad de adecuar el nombre de la IDC al proyecto renovador de la Internacional, que incluye la ampliación de su capacidad de convocatoria y representación.

El documento ideológico insiste en la vocación humanista y "reformista" de los partidos de centro que se aglutinan en torno a la Internacional y en su defensa de las libertades y del estado de bienestar.