El Gobierno vasco aboga por la inserción del Concierto Económico en la UE

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, ha defendido hoy que la renovación del Concierto Económico sirva para su inserción en la realidad de la UE, para que haya un proceso de arbitraje previo que evite su "judicialización" y para que las instituciones vascas y el Estado actúen de forma coordinada y con lealtad.

La inserción del concierto vasco en la UE es el principal objetivo de los nacionalistas en la negociación que hoy se ha retomado. Los tribunales europeos han recurrido algunas normas de aplicación del Concierto por considerar que constituyen subvenciones, lo cual atenta contra la libre competencia. El ejecutivo vasco pretende obtener su participación en las instituciones fiscales y financieras europeas para explicar que las normas recurridas no son subvenciones, sino que proceden del sistema constitucional.

Zenarruzabeitia ha analizado hoy la renovación del Concierto con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien ha deseado también que se perfeccionen los mecanismos que eviten conflictos tributarios entre ambas administraciones y ha abogado porque la reuniones del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) sirvan cada vez más para tratar asuntos de armonización fiscal internacional, en particular de la UE, que afecten a las CCAA.

El Concierto Económico, que caduca este año después de 20 de vigencia, es el instrumento legal que regula las relaciones financieras y fiscales entre el Estado y la Comunidad Autónoma Vasca, que recauda todos los impuestos y aporta al Estado cada año un "cupo" como compensación por los servicios que sigue prestando la administración central. Éste es otro de los puntos conflictivos de la negociación, ya que el Gobierno central considera que el Ejecutivo vasco cotiza por debajo de sus posibilidades.

Precio justo

Respecto al cupo, la vicelehendakari, que es también consejera de Hacienda, ha reclamado que las negociaciones transcurran dentro de unos principios de suficiencia, equilibrio y neutralidad financiera.

Así, ha pedido que se analicen los elementos que, en su día, no formaban parte del flujo de relaciones financieras como pueden ser las cuestiones relativas a la UE, el acuerdo de financiación de las CCAA de régimen común, las implicaciones del Pacto de Estabilidad y los sistemas de financiación específica para el País Vasco en el Insalud y la policía autonómica.

Preguntada por si es necesario modificar los criterios por los que se calcula el cupo, Zenarruzabeitia ha respondido que se debe ver si verdaderamente los vascos pagan, desde un punto de vista global, un "precio justo" por los servicios e inversiones del Estado en el País Vasco, aunque ha matizado que "en principio, consideramos que el índice (de cálculo) está bien ajustado".

Ha señalado que "todo esto es debatible en la negociación" y ha añadido que el Gobierno vasco ha estudiado con las Diputaciones Forales cuál puede ser ese precio, aunque ha declinado decir si era superior o inferior a las cantidades que el País Vasco paga actualmente por el cupo, que es, provisionalmente, de casi 175.000 millones para 2001.

Vigencia indefinida

Otro de los puntos importantes del diálogo es la duración del Concierto, cuando se cumplen los primeros 20 años establecidos. Ambos grupos pretenden acabar con la vigencia de 20 años y abogan por una duración indefinida.

En cuanto a esta cuestión, la vicelehendakari ha dicho que esta cuestión implica que se incorporen nuevas figuras tributarias, como la tributación en la UE de los no residentes, que se solucionen problemas de normativa y armonización fiscal, tanto en las relaciones con el Estado como en el reconocimiento por la UE de estos elementos del autogobierno, y que se desarrollen preceptos que no se han cumplido hasta ahora.

Preguntada por las diferencias de financiación per cápita entre las CCAA de régimen común y el País Vasco, que es más alta, ha precisado que el sistema vasco es de "riesgo unilateral", en el que los recursos dependen de una recaudación y gestión adecuados, sin otras garantías.

En conferencia de prensa posterior, Montoro ha reconocido que el concierto es un instrumento "fundamental" del autogobierno vasco y de lealtad y confianza entre ambas administraciones.

Montoro se ha mostrado partidario de su estabilidad temporal y jurídica y ha llegado a la conclusión de que su aplicación ha sido positiva y eficiente, aunque habrá que "perfeccionar" los aspectos que han originado conflictos, en particular los relativos a la "seguridad política y jurídica", tanto fiscal como financiera, en los ámbitos español y comunitario.

Respecto a la intervención de las CCAA en la toma de decisiones de carácter fiscal por la UE, en particular el País Vasco, Montoro ha reconocido que las comunidades son cada vez más responsables en capacidad normativa y recaudatoria, por lo que se debe avanzar en hacerlas partícipes en las decisiones comunitarias que les concierne.

El ministro de Hacienda ha precisado que una de las fórmulas en que pensaba era un funcionamiento más ordinario de reuniones del CPFF dedicadas a la armonización fiscal y a las decisiones tributarias internacionales que afecten a las CCAA.

El ministro y la vicelehendakari han anunciado que habrá una nueva reunión -la semana próxima, según Montoro-, a la que también asistirán los diputados forales de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya.

También han hablado de los grupos de trabajo que analizarán cada una de las cuestiones, en los que las instituciones vascas estarán representadas por el viceconsejero de Hacienda y los diputados forales de Hacienda, con una representación de nivel equivalente del Estado.