Más de 2000 personas cortan el acceso al aeropuerto de Melilla para reclamar aviones más seguros

Los manifestantes intentaron invadir las pistas del aeropuerto para evitar la salida de aviones desde Melilla a la Península, pero un dispositivo de seguridad reforzado y formado por agentes de la Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil, lo impidió, por lo que los concentrados cortaron el acceso en vehículo al aeropuerto.

Así, los pasajeros sólo han podido entrar a pie al recinto, para lo cual debían mostrar su billete y acarrear con su equipaje varios metros.

Esta concentración se acordó ayer en otra organizada de forma espontánea anoche ante la Delegación del Gobierno en Melilla y se convocó mediante cuñas publicitarias en varios medios de comunicación.

Un avión Fokker 50 de la compañía Air Nostrum -de mayor capacidad que el siniestrado ayer- sustituye desde hoy al CN-235 de Binter que se estrelló cerca del aeropuerto de Málaga, por lo que no se cancelaron vuelos y el tráfico aéreo entre Melilla y la península se mantiene normal.

Traslado de los fallecidos

Los cadáveres de tres de los cuatro fallecidos ayer en el accidente aéreo han sido trasladados hoy a sus ciudades de origen, dos a Melilla y uno a Madrid, mientras que ocho de los 26 heridos continúan ingresados en los hospitales Carlos Haya y Clínico Universitario, dos muy graves.

Tras serles practicadas las autopsias, los féretros de los pasajeros Mohamed Mohamed Uassani, de 46 años, y Emilio Martínez Plaza, de 67, salieron en un furgón del cementerio hacia el Aeropuerto malagueño para embarcar con destino a Melilla en respectivos aviones junto a sus familiares.

El féretro del comandante del avión siniestrado, Mariano Hernández Ruano, ha salido en otro furgón a Madrid hasta el tanatorio de la M-30, para su posterior entierro mañana en el cementerio de la Almudena.

El féretro del otro pasajero fallecido, el francés Hervé Troadec, de 41 años, permanece en el dependencia del cementerio y no se prevé que sea llevado a Francia hasta el lunes, al estar pendiente de resolverse trámites para el traslado internacional.

Las autopsias confirman que la muerte se produjo a causa de las heridas que los ocupantes sufrieron en el siniestro e indican que todos los cuerpos presentaban cuadros de traumatismos.

De los ocho pacientes que siguen hospitalizados se encuentran en estado muy grave, Mustafa Chatiani, para cuya evolución serán claves las próximas 48 horas, y María Rodríguez Bautista -esposa de Emilio Martínez, una de las víctimas mortales-, cuya evolución es favorable.

Investigación

Las cajas negras del avión de la compañía Binter Mediterráneo CN-235 han sido recuperadas y podrían contribuir a aclarar las causas del siniestro, ya que las grabaciones que efectúan suelen permitir reproducir las conversaciones de la tripulación antes del impacto.

La Comisión de Investigación de Accidentes Aéreos desplazada a Málaga preveía concluir hoy la inspección y su dictamen podría producirse en el plazo aproximado de un año.

El Defensor del Pueblo ha enviado al Ministerio de Fomento una carta en la que le pide que le remita un informe donde se expliquen las medidas que se van a tomar para solucionar el deficiente servicio de la línea regular aérea Melilla-Málaga.

Obras de infraestructura

Por su parte, el Gobierno central acelerará las obras de infraestructura previstas en el aeropuerto de Melilla para mejorar su calidad y su seguridad y para permitir el aterrizaje de aviones más grandes que los CN-235 de Binter Mediterráneo.

Estos proyectos, previstos para el periodo 2000-06, se efectuarán "en un año y medio o dos años" y consistirán en ampliar la pista del aeropuerto en 300 metros -hasta hace poco tenía el récord Guinness por ser la más pequeña-, instalación de medios para permitir vuelos nocturnos y mejora de sistemas técnicos de maniobras de aproximación a tierra y ayuda a la navegación aérea.

También hoy, el Ejecutivo de Melilla y la Delegación del Gobierno hicieron un reconocimiento "público y solemne" al comandante del avión al considerar que su "pericia" evitó "una catástrofe".

El director de Binter Mediterráneo, Luis García, que visitó hoy a los familiares de los fallecidos, dijo que está dispuesto a ayudarles "en lo que haga falta" y destacó que la actuación del piloto del avión evitó que "fuera peor la catástrofe".