Israel responde al atentado suicida con el asesinato de cuatro palestinos en Belén

Los otros tres fallecidos eran igualmente simpatizantes de Hamas. Dos de ellos fueron identificados como Mohamed Saada, hermano de Omar, y Taha Isa al-Arush, mientras no se ha facilitado la identidad del cuarto.

Helicópteros israelíes de tipo Apache lanzaron hasta tres cohetes sobre la casa del activista, situada a escasos metros de la Iglesia de la Natividad de Belén. El bombardeo dejó, además de los tres muertos, 14 heridos, dos de ellos muy graves.

El ejército justificó el ataque diciendo que los activistas preparaban un atentado "a gran escala" contra objetivos israelíes en Jerusalén, concretamente durante la ceremonia de clausura de los Juegos Macabeos, que se inauguraron ayer.

El ataque ha sido calificado de "acto de guerra" por la Autoridad Nacional Palestina. En respuesta al bombardeo israelí, milicianos palestinos atacaron con un disparo de mortero el asentamiento judío de Guiló, causando daños materiales pero no heridos. Se trata del primer ataque con morteros en territorio cisjordano desde que, hace ya diez meses, comenzara la Intifada de las Mezquitas.

En represalia al ataque, helicópteros israelíes ametrallaron posiciones palestinas en Beit Jalá, cerca de Jerusalén, desde donde se supone que había sido disparado el mortero.

Ataques con tanques

Por la noche, también en respuesta al atentado, tanques israelíes bombardearon los distritos autónomos de Ramala, Tulkarem y Jenin, en Gaza y Cisjordania. Los objetivos fueron posiciones de la Fuerza 17 guardia presidencial palestina y del Servicio de Información de la Autoridad Nacional. La emisora La vox de Palestina aseguró que 42 personas han resultado heridas, extremo que niega el Ejército hebreo.

Además, cerca de Hebrón se registraron incidentes violentos de madrugada, en los que una niña palestina de nueve años ha resultado herida de gravedad por disparos de soldados israelíes.

Marua as-Charif ha sido ingresada en estado crítico tras ser alcanzada por la esquirla de un proyectil lanzado por fuerzas israelíes contra la localidad de Dura, cercana a la ciudad cisjordana autónoma de Hebrón, que es regularmente escenario de enfrentamientos entre israelíes y palestinos.

Los soldados permanecieron dos horas en el pueblo, que se halla bajo control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Sin embargo, el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes desmintió que se hubeira efectuado una operación en Dura.

El Gobierno israelí cumplió así su amenaza, ya que había anunciado una "respuesta inmediata" al atentado suicida poco después de que se produjera.

El Ejército afirmó que los bombardeos selectivos contra Jenín se debieron a que el terrorista suicida vivía en una aldea del distrito de esa localidad, mientras que las acciones en Tulkarem respondieron a que se trata el distrito palestino más cercado al lugar en el que se produjo el ataque suicida.

Agravamiento de la crisis

La escalada de violencia ha puesto en jaque al Gobierno del primer ministro Ariel Sharón y ha provocado la suspensión del viaje a EE UU del titular de Defensa, Benjamín Ben Eliezer.

El ministro Ben Eliezer ha declarado antes de cancelar su visita que Israel no tiene intención de reconquistar los territorios palestinos autónomos de Cisjordania y Gaza, ni de destruir la infraestructura de la ANP o atentar contra la vida de Arafat.

La Policía israelí detuvo a dos palestinos sospechosos ser cómplices en el atentado. Según informó la televisión israelí, algunos testigos aseguraron que ambos dejaron al kamikaze de la Yihad Islámica cerca de la estación de Binyamina y que, a continuación, huyeron a bordo de un vehículo hacia la región conocida como el Pequeño Triángulo, al norte de Tel Aviv, donde hay numerosas localidades árabes israelíes.