Un concejal señalado por el entorno de ETA

No obstante, el ataque más serio llegó cuando varias personas rompieron el cristal delantero izquierdo del vehículo y rociaron con líquido inflamable el interior, para posteriormente prenderle fuego. En el momento del ataque, el concejal se encontraban en el interior de la vivienda junto a su mujer y su hija pequeña. Instantes después de comenzar a arder, las llamas activaron de forma fortuita el contacto del vehículo, que recorrió por sí solo los escasos diez metros que le separaban del portal del inmueble donde vive el edil debido a que la calle tiene una ligera cuesta. La salida del edificio quedó bloqueada cuando la furgoneta chocó contra ella.

Tres días antes, Múgica, había dimitido como miembro de la comisión de festejos del ayuntamiento tras criticar la inclusión en el programa de las fiestas de San Tiburcio de diversos actos de apoyo a los presos de la organización terrorista.

"Cada vez que me hacen algo de esto, me crezco", aseguró Múgica tras estos hechos. "El miedo en nuestra casa ha desaparecido. Nos han vacunado totalmente", decía en alusión al asesinato el 29 de julio del año pasado del ex gobernador civil Juan María Jáuregui, amigo de la familia.

Previamente, también había sido blanco de pintadas amenazantes, tanto en su casa como en la tienda de fotografía que posee, pese a lo cual nunca quiso abandonar su cargo.