Cebrián advierte del "fundamentalismo democrático" que padece la derecha española
El ex director de EL PAÍS considera que esta "enfermedad" del PP es la causa del resultado de las elecciones en el País Vasco
"El fundamentalismo democrático es aquel que pregona un ideal único y sustancial de la propia democracia, una especie de democracia auténtica, pura e incorrupta, modelo de perfección para cuantos quieran ser buenos ciudadanos", ha explicado Cebrián, para añadir que "es una enfermedad de la democracia, pero también una amenaza para su continuidad".
Para Cebrián, este "fundamentalismo democrático" ejercido por el PP desde su etapa en la oposición explica el resultado electoral del 13 de mayo en el País Vasco: "Un reforzamiento del voto nacionalista, una fractura creciente entre los partidos democráticos -y en el seno de cada uno de ellos- a la hora de adoptar una política antiterrorista común, y una manipulación del dolor de las víctimas".
El ex director de EL PAÍS ha explicado durante la conferencia, titulada El fundamentalismo democrático, que la "bronca y escandalera" que los populares pusieron en marcha como método preferente de desbancar del Gobierno a sus contrincantes en la etapa final de oposición al PSOE ha terminado por volverse contra ellos.
En este sentido, ha asegurado que en su "obsesiva carrera hacia el poder contó con la inestimable ayuda de una pléyade de periodistas aquejados de parecida fiebre".
Para el consejero delegado de PRISA, cuando una prensa se coaliga con los intereses de un partido y cuenta con la "complicidad" de sectores de la Justicia, cuando lo hace en nombre de un concepto de democracia casi unívoco, enarbolando lo mejor de los argumentos del pensamiento único contra la falibilidad del oponente, "el fundamentalismo democrático tiene mucho camino recorrido".
El rechazo de los demócratas
"El método ya se ha demostrado como inservible en las elecciones vascas, en las que un partido socialista desorientado y confuso se sumó sin matices a una alianza electoral que al tratar de apoderase en exclusiva del significado de la democracia acabó por generar el rechazo de no pocos demócratas", ha asegurado Cebrián, que estima más urgente que nunca un pacto entre todos para acabar con el terrorismo. "Por la vía política, desde luego, pero antes que nada, y de forma efectiva, por la vía policial", ha precisado.
En la conferencia, Juan Luis Cebrián ha analizado el desarrollo de la política en España, desde la muerte de Franco hasta la actualidad, período en los que, a su juicio, se han sucedido diversas clases de democracia.
Cebrián ha considerado que la etapa de UCD, con la política de la reconciliación, los pactos de la Moncloa o los estatutos de autonomía "fue el período más virginalmente democrático de la transición española", etapa donde funcionó lo que él ha denominado "democracia de la duda, que es la mejor de cuantas democracias existen".
La etapa socialista sustituyó esta democracia de la duda por la "democracia arrogante" "segura de sí misma, de sus cualidades y calidades, que llegó a suponer que convertía en democrático todo lo que tocaba".
"La arrogancia democrática debilitó en ocasiones la política de las interrogantes, aunque de ninguna manera la anuló", ha señalado Juan Luis Cebrián, que se ha referido también al cambio producido entre el poder democrático y los medios de comunicación al separar "el poder político del de los columnistas".
"Los socialistas minimizaron los signos de desafección de una prensa cuyos profesionales lamentaban la pérdida de protagonismo a la que les había llevado la etapa socialista", lo que supo aprovechar la derecha, en opinión del consejero delegado de PRISA.
Así, de la "democracia arrogante" del PSOE se ha pasado al fundamentalis democrático" de "la derecha española vencedora en los comicios de 1996 y repetidora hasta la mayoría absoluta el pasado año".
La conferencia ha sido presentada por el escritor mexicano Carlos Fuentes, y han asistido, entre otros, el presidente del grupo PRISA, Jesús de Polanco; los ex presidentes de Gobierno Felipe González y Leopoldo Calvo Sotelo, y el ex secretario general de CC OO Antonio Gutiérrez.
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