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La marcha zapatista llega hoy a la capital para intentar lograr la aprobación de la Ley de Derechos Indígenas

Los zapatistas culminarán hoy en el la Plaza del Zócalo de Ciudad de México la larga marcha por el reconocimiento de los derechos indígenas y en busca de la "paz con dignidad". La caravana zapatista, que partió de San Cristóbal de las Casas (Chiapas) el pasado 25 de febrero, ha recorrido más de 3.000 kilómetros a través de doce Estados del país para difundir sumensaje y tratar de legitimar sus demandas con el respaldo de la sociedad mexicana.

Liderados por el 'subcomandante' Marcos y los 23 comandantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), los integrantes del zapatour han convocado a miles de mexicanos en todas las localidades a las que llegaban. En el barrio sureño de la capital Xochimilco, la última parada antes de la entrada en Ciudad de México, Marcos aprovechó su discurso para arremeter duramente contra "el poder empresarial y la derecha política, que asustados ante el poder del color de la tierra [los indígenas], se refugian en sus fortalezas y desde ahí, derrochan no su dinero sino su estupidez y torpeza".

Jorge Espina, nuevo dirigente de la Confederación Patronal mexicana, criticó el pasado viernes al ELZN y calificó su lucha de utópica, además de considerar demagogo y chantajista al movimiento zapatista.

El líder guerrillero agregó que "los señores del dinero tienen un raquítico coeficiente intelectual", y les comino a no preocuparte, dado que no los zapatistas no pretenden hacerles la competencia explotando a la gente". A su discurso en Xochimilco asistieron el francés José Bové, uno de los líderes de la lucha contra la globalización, y Danielle Miterrand, viuda del ex presidente francés Frangois Miterrand, mostrando así su apoyo a los zapatistas.

Las encuestas difundidas en los últimos días revelan que Marcos, con la palabra y el dominio de la comunicación como únicas armas, ha conseguido enganchar a su causa a una gran masa de escépticos.

De hecho, la última reunión del Congreso Nacional Indígena, el pasado fin de semana, dejó claro que los indios han hecho suyas las demandas del EZLN y han encomendado a Marcos su defensa ante "los poderosos".

Hoy, miles de indios, simpatizantes, curiosos y cientos de reporteros nacionales y extranjeros aguardarán la llegada de los comandantes al Zócalo, una de las plazas más grandes del mundo, donde tradicionalmente han medido sus fuerzas los candidatos presidenciales de México. La prueba de fuego del EZLN, que probablemente superará sin problemas, será llenar este gran espacio con capacidad para cerca de 300.000 personas.

Pero la llegada a Ciudad de Mexico es sólo el final de la parte más sencilla de la peripecia de los comandantes zapatistas. Los miembros del ELZN están dispuestos a permanecer en la capital hasta conseguir su objetivo: la aprobación de la ley de derechos y cultura indígenas, elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).

El texto de la Cocopa, creada en 1995 para mediar en el conflicto, recoge el espíritu de los Acuerdos de San Andrés, firmados en 1996 entre el Gobierno -entonces en manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI)- y la guerrilla. Los zapatistas empezarán mañana, lunes, los contactos con la Cocopa, pero se niegan al diálogo con Fox mientras no se cumplan sus tres exigencias: desmantelamiento de siete cuarteles (faltan tres), liberación de presos y aprobación de la ley elaborada por la Comisión.

Fox, por su parte, y pese a sus saludos de "bienvenida" a los zapatistas, a los que incluso ha abierto las puertas de la residencia oficial de Los Pinos, añadió ayer un nuevo problema al de por sí complejo proceso de negociación con el EZLN. El presidente mexicano planteó que es necesario "matizar" términos clave de la Ley de Derechos Indígenas como "soberanía" o "territorio", a sabiendas de que los zapatistas exigen la aprobación del texto íntegro, "con puntos y comas".

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