El despacho que quiere liderar la economía digital
ECIJA está en 16 países y facturó más de 70 millones en 2021. “La meta es ser referente mundial”, dice su presidente
Para romper moldes en la abogacía de los negocios hay que arriesgar. Cuando en 1997 ECIJA irrumpió en el sector como una boutique especializada en derecho audiovisual y propiedad intelectual, montar una línea dedicada a la ciberseguridad no era común. Veinticinco años después, ninguna empresa puede sobrevivir sin blindar sus servidores, sistemas y comunicaciones. Hugo Écija, su fundador y presidente ejecutivo, no podía imaginar entonces que la pequeña firma se convertiría en un gigante multidisciplinar con presencia en 16 países. Eso sí, reconoce, “tenía la visión de ser el número uno en tecnología”.
Las bodas de plata de ECIJA llegan en un momento de crecimiento y cambios. Hugo califica satisfecho de “alucinante” el salto dado en los últimos cinco años: de 5 a 31 oficinas en todo el mundo. Un estirón que han articulado mediante la integración de firmas y que le ha aupado al sexto puesto en la clasificación de facturación de despachos españoles. Pero, más allá de las cifras, la meta siempre ha sido liderar en economía digital. “Ya somos número uno en España y queremos ser referente mundial”.
La apuesta por la internacionalización —es el bufete español con más presencia en Latinoamérica, donde el año pasado facturó cerca de 25 millones y medio de euros, casi un tercio de los 70,9 millones de euros que facturó en total— sigue siendo la baza, pero ahora con un giro en su estructura corporativa. “Somos la primera firma española que es una verein; creo que es el futuro”, anuncia Hugo. Se trata de una fórmula de gobierno descentralizada, constituida bajo las leyes suizas, en la que los miembros tienen personalidad jurídica propia y libertad económica y financiera. ECIJA ha emulado así a grandes organizaciones como Baker McKenzie, Hogan Lovells, Amnistía Internacional o la FIFA, para seguir creciendo “respetando la identidad y la independencia de cada firma local; permitimos que en Brasil haya socios brasileños y en Argentina socios argentinos”. Precisamente, la integración de Elzen Abogados en febrero de 2021 les dio acceso a operar en el país del Río de la Plata.
“Lo que une a la firma, lo que hace de pegamento, son los valores que tenemos, que están todos en nuestro ADN, que son la innovación, la tecnología y la sostenibilidad”, afirma Hugo. El despacho aún tiene camino por recorrer en materia de igualdad. Aunque ellas son más de la mitad de los 929 profesionales que integran Écija, tan solo hay 48 socias frente a 127 socios. Contar con un 30% de presencia femenina en puestos ejecutivos es un dato que está por encima de la media del sector, pero no es un consuelo. “Uno de los retos es conseguir una presencia 50/50, que es la que debería de tener, como mínimo, el despacho”, reconoce Hugo. Este deseo choca con una realidad desigual, por lo que, pese a no tener una política global al respecto, expone: “Nosotros en Madrid sí que intentamos exigir un 50% de nuevos nombramientos”. El punto es conseguir que el plan de carrera permita que las mujeres tengan las mismas posibilidades de dirigir que los hombres. “No queremos hacerlo de manera estética sino desde abajo”, subraya.
El equipo ECIJA está formado por gente a la que “le gusta la tecnología y emprender”. “Cuando monté el despacho con 25 años quería una firma sin corbata, flexible, en la que la gente pueda crecer y no haya mínimos para ser socio”. El plan es forjar un anillo al dedo para el abogado, sin exigencias de facturación u horas de dedicación. “Somos una firma meritocrática. Eso significa que se puede ser socio director con 30 años, como Alejandro Touriño, o socio of counsel cumplidos los 70, como nuestro sénior José Antonio Suárez”.
La baza de ECIJA es la de ir a la vanguardia. “La abogacía es como cualquier otro sector, es un servicio profesional y tienes que pensar en lo que quiere el cliente”. Estos, asegura Hugo, “quieren abogados rápidos, resolutivos, modernos e innovadores”. Siguiendo siempre las tendencias del mercado, “por eso somos un poco el Google de los despachos”.
Pese a lo complicado del momento actual, atravesados por una pandemia mundial que parece dar sus últimos coletazos e inmersos en una guerra en Europa que está provocando una ola inflacionista de difícil previsión, el presidente de ECIJA es optimista. “Creo que vamos a cerrar el año bastante bien y con crecimiento de doble dígito”. Por un lado, apuesta por el apetito inversor: “Creo que en España va a haber inversión extranjera en transacciones, private equity, inmobiliario, energía verde…”. El otro motor será, “todo lo que tenga que ver con la digitalización de las empresas: ahí entra el metaverso, el blockchain, las criptomonedas, la ciberseguridad...”.
ECIJA ya tiene una sala de reuniones en metaverso. “Ayer teníamos a cuarenta personas con gafas dando una clase”, apunta Hugo. Y hay negocio. “Estamos asesorando a entidades cotizadas para hacer las juntas de accionistas en este entorno”. Ahora bien, no se atreve a responder a la pregunta del millón de si va a ser una burbuja más: “es la gran incógnita que tenemos todos. No te puedo decir lo que va a pasar en el futuro, pero creo que, como firma, nosotros estamos apostando”.
Y es que, para que sea benevolente, al futuro hay que perseguirlo con ilusión. “Cuando estudiaba la carrera yo sabía quién era Gómez-Acebo, Garrigues, Cuatrecasas y Uría, y hoy ECIJA está ahí”. Su alma deportista (viene de hacer un ironman en Marbella y de joven coincidió en El Estudiantes con Pedro Sánchez) y la pasión por el derecho le siguen impulsando en el salto. “Todo lo que aprendes en el deporte tiene aplicación en el derecho: al final si trabajas duro, si eres constante, si te esfuerzas, las cosas salen”.
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