“Queremos ser neutros en emisiones de carbono para 2040 en todo el mundo”
Es el gran objetivo de Orange que anuncia Daniel Morales, director de su fundación. Por ello, la compañía de telecomunicaciones alinea sus actividades con proyectos de RSC que giran en torno a tres ejes: la lucha contra el cambio climático, la inclusión digital y social y el uso responsable de la tecnología
Puede que el sector e las telecomunicaciones no destaque entre los principales contribuyentes al calentamiento global, pero no está exento de responsabilidad, y eso lo entienden muy bien en Orange, una multinacional presente no solo en Europa, sino también en África, Oriente Medio y América del Sur. Una disparidad geográfica que además define el carácter social de sus múltiples iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), tanto en la esfera de inclusividad digital como en la de garantizar un uso responsable de las tecnologías.
“Aproximadamente, el 3 % de las emisiones de CO2 las provocan las telecomunicaciones y el sector de las TIC, y las previsiones dicen que seguirán creciendo significativamente. No queremos contribuir a ello, y por eso nos proponemos lograr emisiones neutras en carbono para 2040 en todo el mundo”, sostiene Daniel Morales, director de la Fundación Orange.
Un objetivo bien encaminado en España, donde el 100% de la energía que consume Orange es renovable desde 2014, gracias a un acuerdo con Iberdrola que también contempla la creación en 2022 de la planta fotovoltaica Ceclavín, en Cáceres, con una potencia instalada de 328 MW y que evitará la emisión de 110.000 toneladas de CO2 al año.
En marzo y abril, Orange donó 10.000 tabletas y conectividad a 700 hospitales y 400 residencias de toda España para que enfermos aislados por la pandemia pudieran hablar con su familia
Las emisiones de Orange, afirma, se han reducido hasta las 4.300 toneladas, “frente a las más de 100.000 que tienen nuestros competidores en el mismo entorno”, un esfuerzo que le ha valido la concesión del sello Calculo y Reduzco de la Oficina Española de Cambio Climático. Para seguir avanzando en esa descarbonización, Orange ha lanzado este año un plan de reforestación en Ejulve (Teruel), y compensar así 2.500 toneladas de CO2 de 2019; un proyecto homologado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico desarrollado en colaboración con el Grupo Sylvestris que se ajusta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 8 y 13 de la ONU.
“Elegimos Teruel porque nos gustaba que fuese un lugar de la España vaciada, donde normalmente no se hacen inversiones; porque esta zona fue arrasada por un incendio en 2009 y porque la administración local estaba volcada en recuperar su bosque tal y como estaba”, explica Morales. La iniciativa, ya en marcha, contempla la reforestación de 10 hectáreas de bosque con 14 especies diferentes, así como la contratación de entre 25 y 30 personas de la zona, dando prioridad a los desempleados de larga duración y a personas en situación de vulnerabilidad.
Eficiencia energética
Uno de los objetivos prioritarios de Orange en este campo es reducir el impacto ambiental del consumo de energía a través de iniciativas como compartir infraestructuras con otros operadores y lograr un uso energético más eficiente. La red 5G que han empezado a desarrollar, por ejemplo, está preparada para consumir la mitad de energía que el 4G; y gracias a la inteligencia artificial el consumo de las antenas se ajusta a la demanda real, al igual que la luz de una escalera puede mantenerse apagada salvo cuando pasa una persona.
“Este sistema está implantado en nuestra red desde 2017. En un centro comercial las antenas funcionan a tope cuando hay mucha gente pero, al cerrar, se dan cuenta de que no hay nadie y se quedan en standby. Si el vigilante de seguridad hace una ronda y está usando WhatsApp, se encienden un poco, porque solo hay un cliente. No hace falta encender todas las luces de la casa”, afirma Morales. Con el 5G, añade, esto será aún más fácil y más adaptativo, y el consumo energético se ajustará milimétricamente a lo que los clientes necesiten, pudiendo incluso hacer predicciones basadas en los patrones habituales de uso.
Inclusión digital y social
Los proyectos de RSC de Orange están íntimamente relacionados con el mundo de la tecnología y de lo digital. Así, en marzo y abril, Orange donó 10.000 tabletas y conectividad a 700 hospitales y 400 residencias de toda España para que enfermos que estaban aislados por coronavirus pudieran hacer videollamadas con sus familiares. Y desde hace más de 10 años, la Fundación Orange tiene en marcha diferentes proyectos de integración digital para personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA), orientados a solventar las dificultades añadidas de comunicación que tienen. “Pensamos que la tecnología puede ayudar muchísimo a reducir esas barreras y hacerles la vida un poquito mejor, desarrollando aplicaciones que permitiesen mejorar su comunicación”, explica Morales.
Entre las 25 aplicaciones creadas hasta la fecha, aparece una que sirve para traducir una frase a pictogramas (o al revés), lo que favorece su comprensión. También están José aprende, con cuentos para trabajar la autonomía, las emociones y la rutina; Soy visual, que utiliza la realidad aumentada para facilitar la comunicación, y un videojuego de sensibilización para que, en un instituto, cualquier alumno pueda interpretar un personaje con TEA y aprenda a identificarlo y a gestionarlo de una manera normal. Otra app es Doctor TEA, creada conjuntamente con el hospital Gregorio Marañón y enfocada a tratar la ansiedad y la dificultad de las personas con TEA a la hora de acudir a una cita médica, ayudándoles a visualizar todo el proceso.
Orange ha desarrollado 25 ‘apps’ para la integración digital de personas con trastornos del espectro autista
La Fundación Orange colabora, además, con la Universidad Autónoma de Madrid en un curso que conjuga la tecnología y el autismo, de manera que educadores y familiares escojan las herramientas que más les convengan en cada caso, según el tipo de autismo que padezcan. “Por un lado, intentamos sensibilizar a la población general mediante películas o anuncios, explicar a las personas con un cierto contacto con los TEA herramientas puntuales para que los puedan atender y, luego, prestar atención a las necesidades de los colectivos con TEA de manera constante y efectiva”, añade el director de la Fundación Orange.
Por último, y también dentro de la inclusión social y digital, Orange ha implementado la primera tarifa del mercado español adaptada a las necesidades de los hogares más vulnerables. Por 14,95 euros al mes, las familias beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital disponen de acceso a intenet, línea fija con llamadas ilimitadas a teléfonos también fijos nacionales y una línea móvil con llamadas ilimitadas a fijos y móviles nacionales con un bono de 3 GB de datos.
Por una tecnología responsable
Otra de las prioridades de Orange ha sido, desde 2017, el contribuir a concienciar acerca de las posibles consecuencias que puede tener un mal uso de la tecnología, especialmente sobre el colectivo de los adolescentes. Un objetivo que se persigue mediante campañas de impacto (usolovedelatecnologia.orange.es) que, durante un mes, abordan temas como la suplantación de la identidad en internet, el ciberacoso en la escuela, el sexting, el uso del móvil al volante o el control parental de los contenidos en internet, entre otros.
A modo de experimento social, Orange reúne en esta web a una pareja que, en un vídeo, intenta establecer un perfil psicológico de las personas que han visualizado determinado contenido de Internet: sexo, edad, profesión, gustos personales... Ante la advertencia de que un vídeo contiene material sensible y perturbador, la pareja cree que el consumidor de ese vídeo es un psicópata o una persona con importantes trastornos psicológicos. Pero en realidad se presenta ante ellos su hija como la persona que ha visto el vídeo. Esta pieza audiovisual, denominada Dimé qué ves y te diré quién eres, como experimento social intenta concienciar sobre un hecho concreto: seis de cada 10 padres desconocen qué ven sus hijos en internet.