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En busca de la energía que no se consume

El ahorro energético empieza con una decisión de base. Así lo entiende Somfy, que equipa los edificios con soluciones automatizadas para reducir la huella medioambiental a la vez que lucha contra la exclusión social y fomenta la ética en los negocios

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Hay una manera de cuidar el medio ambiente que cambia la necesidad de actuar continuamente por una buena decisión inicial. Es la solución ecológica que propugna Somfy, compañía fabricante de motores y automatismos para persianas, toldos, cortinas, accesos y otros sistemas para la gestión inteligente de viviendas y edificios: equipar las edificaciones con sistemas automatizados que contengan ya en su ADN la reducción de la huella de carbono.

Es lo que esta compañía ha hecho ya en el edificio BBVA de Madrid y en la Torre Puig de Barcelona, equipadas con estores enrollables, toldos exteriores y soluciones de protección solar que facilitan a la vez el ahorro energético y el confort visual. Como explica Enric Escoda, responsable de Comunicación de Somfy, “la energía más eficiente es la que no se consume”.

Planeta, personas y negocio. Estos son los tres campos de Somfy Internacional en los que el grupo quiere incidir desde su posición de liderazgo en domótica, en los distintos sistemas automatizados que habitualmente encontramos en hogares y oficinas. Tras firmarse el acuerdo en Naciones Unidas, el grupo aceleró el compromiso de responsabilidad social en el que llevaba años involucrado para crear el programa 2030 Ambition, que integra sus políticas de responsabilidad social corporativa en las fases iniciales de su estrategia y las convierte en la base de un crecimiento sostenible.

“Tenemos la voluntad de ir de la mano con el medio ambiente”, explica Marc Prats, responsable de Act for Green Somfy Iberia. “Adaptando nuestra forma de trabajar hacia una visión más sostenible y ecológica, buscamos el equilibrio entre planeta, personas y negocio”. Para lograrlo,”más que cambiar, modificamos ciertas actividades, apostando por recursos sostenibles y detectando en qué podemos mejorar. Y, mientras, todos los empleados nos concienciamos para aplicar buenas prácticas dentro de la empresa”.

Para implementar prácticas ecológicas positivas y concienciar, el grupo ha creado una comunidad de 40 ‘Embajadores Verdes’ en 11 países

En el centro de todo está una estrategia de reducción de la huella de carbono a través de tres elementos: el descenso de las emisiones en la propia empresa, la participación en la reducción de las emisiones ajenas a través de sus productos y la contribución al desarrollo de sumideros de carbono. Esta visión, que se resume en el lema ‘Inspirar una mejor forma de vida accesible para todos’, se ha trasladado a dos áreas de innovación: el ecodiseño de los productos y el aumento del ahorro de energía y la mejora del aire en los sistemas de automatización.

Con etiqueta propia

Ya en 2015, Somfy lanzó su propia etiqueta de diseño ecológico, Act for Green, que tiene como objetivo reducir el impacto ambiental de sus productos a lo largo de su ciclo de vida: desde la extracción de las materias primas hasta el final de su existencia útil. Desde entonces, la etiqueta ha ido extendiéndose por todos los productos de la empresa y ha experimentado una aceleración creciente: solo entre 2018 y 2019 se duplicaron los productos que la obtuvieron hasta alcanzar el 50% del total. En este momento, ya figura en el 80% de ellos.

Enric Escoda resume el proceso que ha puesto en marcha Act for Green: “Este programa se inicia con la práctica ‘ecoresponsable’ de nuestros colaboradores y proveedores. Y a esta le sigue la ‘ecoconcepción’ de nuestros productos, que continúa con el impacto positivo de las soluciones que aplicamos sobre los ahorros de consumos en los edificios. La cadena del ciclo de vida verde continúa en el edificio, donde la gestión inteligente de los sistemas en protección solar, como cortinas, persianas o toldos, facilita enormemente el ahorro energético. Eso hace que disminuya el uso de energía en aire acondicionado en verano o el uso de la calefacción en invierno. Son, en último término, los usuarios de ese edificio los beneficiarios de la eficiencia energética, el confort lumínico y la seguridad de una gestión que, con el resto de los elementos de una construcción sostenible, consigue reducir el impacto ambiental”.

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Muchas de las medidas concretas que se están ejecutando están relacionadas con un enfoque verde del desarrollo tecnológico. Asimismo, se han retirado los elementos electrónicos antiguos y de mayor impacto medioambiental en los mandos a distancia; se ha eliminado el poliestireno contaminante y las esquinas de PVC, y se utiliza un mínimo del 50% de cartón reciclado y un 100% de papel reciclado, entre otras medidas. En palabras del informe de Desarrollo Sostenible, “los 6.070 empleados de Somfy están plenamente comprometidos con este enfoque de desarrollo sostenible a diario”.

Para implementar las prácticas ecológicas cotidianas, el grupo ha creado una comunidad de 40 Embajadores Verdes en 11 países. Su tarea es potenciar prácticas positivas como el reciclaje de residuos, el transporte bajo en carbono o la economía funcional. La formación y actividades para la sensibilización de los empleados se traducen en iniciativas como la Semana para el Desarrollo Sostenible y toda una serie de tareas periódicas que se llevan a cabo en cada filial.

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