La llegada de turistas a España no encuentra techo tras registrar el mejor agosto de su historia

Ni la masificación del turismo en los grandes destinos vacacionales ni las protestas de vecinos en Canarias, Baleares, Barcelona o Málaga modificaron los planes de los millones de viajeros extranjeros que optaron por viajar a España en agosto, el mes en el que más desplazamientos se producen a lo largo del año. Los datos hechos públicos esta mañana por el INE corroboran que se alcanzó un nuevo máximo histórico, con 10,93 millones de viajeros, lejos del anterior (10,39 millones alcanzado en 2017), con lo que se encadenaron dos meses de temporada alta (en julio fueron 10,85 millones) rozando los 11 millones de turistas.

La tendencia, por lo tanto, parece imparable para que este año se vuelva a cerrar con un nuevo récord turístico. La principal duda reside en si estará más cerca de 90 o 95 millones de viajeros. Las previsiones deslizadas por algunos destinos, como Madrid, apuntan más a la segunda cifra por la fuerte reactivación del turismo de negocios en el último trimestre, con la capital y Barcelona como principales destinos, junto a una temporada larga de verano que se ha alargado más allá de septiembre. En el acumulado entre enero y agosto, la llegada de turistas se disparó un 11,2% y tocó máximos históricos (64,3 millones), compensando parcialmente el pinchazo experimentado por el turismo nacional como consecuencia de la fuerte subida de precios acumulada en los dos últimos ejercicios.

El resurgir del turismo de negocios

Todos los mercados emisores de turistas crecieron con fuerza en agosto, aunque fue especialmente significativo el incremento experimentado por EE UU, con un avance anual del 26,2% rozando los 370.000 viajeros y afianzándose como el más importante fuera de la Unión Europea, y el de Francia, que creció un 8,3% hasta los 2,13 millones de turistas, casi el doble que Alemania, el país con el que compite por ser el segundo mayor emisor de viajeros a España, y superando por primera vez en la serie histórica a Reino Unido, que se quedó en 2,11 millones. La agencia de viajes Destinia ya advirtió a finales de junio de una caída de reservas del 5% del turismo británico por la fuerte subida de precios. La demanda procedente del Reino Unido es la que más condiciona su destino de vacaciones a la evolución de la inflación, algo que ocurre en menor medida en el caso de Alemania y Francia. Ese sorpasso, sin embargo, no se produjo en los ocho primeros meses de 2024 donde Reino Unidoo sí conserva la primera posición, con 12,6 millones de viajeros, lejos de los 9,2 millones de Francia y los 8,1 millones de Alemania.

El gasto se ralentiza y ‘solo’ crece un 13%

Baleares fue la autonomía más visitada en agosto, con 2,4 millones de turistas, pero también fue la que menos creció con respecto al mismo mes de 2023 entre los grandes destinos de sol y playa, con un 3,7% respecto al mismo mes de 2023. La segunda en la clasificación fue Cataluña, con un avance del 6,2% anual hasta los 2,28 millones de viajeros. En los ocho primeros meses de 2024, Cataluña consolidó la primera posición, con 13,7 millones de viajeros y un alza cercana al 10% respecto a 2023, lejos de Baleares, la segunda en el ránking, con 11,1 millones.

La inflación acumulada desde el estallido de la invasión rusa de Ucrania paree que no solo ha hecho mella en el turismo nacional, si no que también ha ralentizado algo el gasto del turismo extranjero, que había encadenado ocho meses (desde agosto de 2023 a marzo de 2024) creciendo a tasas superiores al 20%. En agosto ‘solo’ creció un 13% hasta los 15.363 millones de euros, con un alza del 8,8% del gasto medio diario hasta los 188 euros, y del 5,3% del gasto por estancia hasta los 1.450 euros. Si esa tendencia no cambia, algo que ningún indicador apunta, este año se podría cerrar con un gasto acumulado de 130.000 millones de euros, lo que supondría superar en más de 21.000 millones de euros el anterior récord de 2023 (108.000 millones) y en 38.000 millones los registros de 2019.

“Estos magníficos datos apuntalan el modelo turístico que estamos construyendo, el de la triple sostenibilidad: económica, social y ambiental”, recalcó el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en declaraciones a la prensa durante la apertura de la IV Convención Turespaña en Tenerife. “Debemos seguir apostando por la diversificación, la desestacionalización y la digitalización para que la prosperidad que deja el turismo llegue a todos los rincones de España”, señaló.