Duro Felguera se desploma en Bolsa un 9,7% después de pedir más dinero a la banca
La compañía asturiana rescatada por la Sepi solicita una nueva línea de crédito de 36 millones
Los problemas se le acumulan a Duro Felguera, que este jueves se desplomaba en Bolsa después de que transcendiese que ha solicitado a la banca 36 millones de euros, y que solo dispone de liquidez para acabar el año. Las acciones cerraban en 0,77 euros después de un desplome del 9,71% tras conocerse que el consejero delegado de la compañía, Javier Argüelles, ha solicitado a las entidades financieras una línea de financiación con un año de carencia para pagar los intereses, así como el aplazamiento hasta octubre de 2023 de la amortización de cinco millones de euros correspondientes a uno de los préstamos que firmó en 2021.
La empresa de ingeniería, que llevaba un año negociando con los acreedores y con el Gobierno, recibió en marzo del año pasado 120 millones del Fondo de Apoyo a la Solvencia, un instrumento de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de auxilio temporal, así como seis millones del Principado de Asturias. También acordó con el sindicato bancario la refinanciación del pasivo por importe de 85 millones. En una comunicación un año después de recibir el rescate, aseguró que el grueso de ese dinero está destinado (en un 69%) a cubrir costes operativos de filiales como Mompresa, dedicada al montaje y mantenimiento de turbogeneradores, o DF Calderería Pesada, especializada en la fabricación de recipientes a presión para la industria de los combustibles, según adelantó el pasado mayo La Información.
Desde la SEPI, que tiene dos representantes en el consejo de la compañía, hablan de que el seguimiento del préstamo se está realizando “con total normalidad”, aunque las condiciones de la devolución -como para el resto de compañías rescatadas- no se conocen.
La empresa no ha hecho ninguna manifestación pública, pero fuentes cercanas hablan de una combinación de circunstancias unidas al debilitado estado del negocio para explicar la situación. En este sentido, Argüelles habría basado su petición en la persistencia de la pandemia, la guerra de Ucrania, la inflación o el conflicto entre España y Argelia (donde tienen un proyecto de energía 1.500 MW en ejecución en Djelfa), lo que habría dificultado la continuación de planes importantes contemplados en su plan de viabilidad para el periodo 2021-2027.
Por si fueran pocos los problemas, tiene otros frentes en el plano laboral. Los trabajadores de Calderería Pesada del Tallerón asturiano (unos 120 de los más de mil de la plantilla) llevan cuatro años sin negociar la renovación del convenio y realizaron paros a principios de mes, reivindicando subidas salariales del 8,5%.
La compañía también necesitará avales para los proyectos que tiene previsto ejecutar en Gijón, pero espera materializar una buena parte de los contratos a los que opta. Internamente, la empresa calcula que podría llegar a contratar obras por 300 millones de aquí a finales de año. El próximo martes Duro Felguera tiene previsto celebrar su junta de accionistas.
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