Qué lee la élite económica en verano

Perderse en un libro ha sido una de las fuentes de alivio, consuelo y serenidad durante este año tan duro. Recomiendo dos de los que más me han permitido descansar, aprender, recuperar la calma y recargar la energía positiva. En primer lugar, ‘El infinito en un junco’, el maravilloso Premio Nacional de Ensayo de Irene Vallejo, que nos atrapa con su apasionado repaso del papel de los libros a lo largo de la historia y nos proporciona, de forma amena, rigurosa y personal, claves esenciales para entender nuestra cultura y nuestra identidad. Mi segunda recomendación es ‘Un caballero en Moscú’, de Amor Towles. Se trata de una deliciosa novela que, a través las vivencias de un noble condenado a vivir en un hotel desde los primeros momentos de la revolución bolchevique, nos convierte en testigos de una parte importante de la historia del siglo XX.

La historia de Viktor Shtrum y las decenas de personajes que se entrelazan en esta obra monumental abarcan desde la supervivencia en la batalla de Stalingrado hasta la vida en los campos de concentración de la Alemania nazi, el horror inefable del Holocausto o el yugo de la existencia en el terror estalinista. ’Vida y destino’ narra como pocas novelas la guerra, la muerte, el totalitarismo y la pérdida humana y moral que este entraña. Es una reflexión que nos hace preguntarnos qué queda del individuo cuando lo único que se exige de él es que sea un peón más en la partida totalitaria. Pero también existe esperanza en el relato: encontrarán amistades que no traicionan pese a la presión externa, o amores leales que sobreviven a las deportaciones y las cárceles. Esta es una obra maestra sobre el alma humana y la decencia personal, sobre la capacidad de mantener la humanidad y libertad incluso cuando a uno le han arrebatado su destino individual. Que tengan buena lectura, y mejor verano.

Este libro bordea el canon y logra hacer literatura a la sombra del mito de Shakespeare. Maggie O’Farrell se inscribe en esa genealogía de escritoras que se detienen en los márgenes del sistema y de la realidad oficial. Hay una historia tan profunda como imaginativa. Narrativa en torno a la pérdida y a la ausencia, es un gran retrato del duelo, pero también de todo lo que, como mujeres, se nos ha impedido protagonizar en el curso de la historia.

Animaría a los lectores a leer ‘El valor de las cosas’, de Mariana Mazzucato, un sugerente ensayo que demuestra la importancia del sector público para el desarrollo del sector privado. Muchas de las empresas modernas y punteras de hoy jamás habrían existido sin la tecnología financiada con dinero público. Me alegra también que una de las voces económicas más influyentes sea la de una mujer que refuta que el sector público suponga un lastre para el crecimiento. Y no me resisto a recomendar a un clásico contemporáneo como es el filósofo sevillano Emilio Lledó. Por ejemplo, recomiendo ‘Elogio de la infelicidad’, una recopilación de textos donde reafirma su esperanza en la capacidad del ser humano de alejarse de la barbarie y ser mejores personas a través de la lectura.

A partir de su amplia experiencia como académico, asesor y decisor en el ámbito de la economía, en su libro ‘Advise and Dissent: Why America Suffers When Economics and Politics Collide’, Alan Blinder analiza como interaccionan economistas y políticos. Su objetivo es entender por qué existen numerosas medidas de política económica que suscitan un gran consenso en la profesión, pero que no terminan nunca de ponerse en marcha. Reparte culpas por igual entre economistas y políticos. A los primeros les pide que incorporen en sus recomendaciones las restricciones de economía política que condicionan las actuaciones de los poderes ejecutivo y legislativo. A los segundos les reclama que se alejen de lo que denomina “la teoría de la farola”, según la cual se utiliza más a los economistas para apoyarse que para iluminarse.

Recomiendo ‘La mitad evanescente’, de la escritora afroamericana Brit Bennett. En la novela convergen las historias de tres generaciones de una familia que retrata la evolución de la sociedad estadounidense en derechos civiles. Habla sobre el racismo, el menosprecio por el tono de piel oscuro dentro de la propia comunidad negra, sobre el clasismo e incluso sobre el amor de una mujer hacia un hombre trans. Me la regalaron hace unos meses y, a través de los ojos de sus protagonistas, me ha invitado a reflexionar sobre el amor, los conflictos raciales y de clase o sobre la complejidad de la identidad y los debates de género-sexo. Es una llamada a aceptar al diferente, a no someterse al discurso único.

Jean Eeckhout, profesor en la Universidad Pompeu Fabra, documenta lo que, desde mi punto de vista, resulta uno de los fenómenos económicos más importantes de las últimas décadas: el incremento del poder de mercado de unas pocas empresas. Analiza también sus causas —entre las que destaca el papel de la innovación tecnológica—, y describe sus consecuencias en términos de incremento de la desigualdad, caída de los salarios en el producto, estancamiento de la movilidad social y reducción del dinamismo económico. Para revertir esta tendencia, propone un reforzamiento de las instituciones encargadas de la defensa de la competencia, que deberían adoptar el marco de independencia de los bancos centrales para un funcionamiento más eficaz. Un recordatorio fundamental de los efectos de la falta de competencia sobre trabajadores, consumidores y empresas, y un consejo adecuado de cómo afrontarlo.

Hace algún tiempo vengo eligiendo lecturas breves, como el opúsculo ‘On Impact’, que expone la perspectiva del impacto de las compañías en el medio ambiente, la sociedad o las comunidades con las que interactúan. Sir Ronald Cohen, antaño un inversor de capital riesgo, expone dos ideas y su corolario. La primera, que los ciudadanos tienen el derecho a saber qué impacto generan las compañías que aspiran a captar sus ahorros y los inversores institucionales han iniciado ya ese camino. La segunda, que el impacto puede y debe ser medido, cuantitativamente, si queremos actuar racionalmente. Y el corolario: que la teoría de inversiones ha mutado, al pasar de un binomio clásico, rentabilidad-riesgo, por el nuevo trinomio, rentabilidad-riesgo-impacto.

Bill Gates es uno de los mayores promotores de la lucha contra el cambio climático y este libro es un manifiesto a favor del desarrollo sostenible y de la protección del planeta. Luchar contra el cambio climático requiere de una forma diferente de gestionar las compañías y de coraje para asumir riesgos. Es una llamada de atención a la responsabilidad de individuos, empresas y gobiernos. Todos debemos asumir el coste a corto plazo —que no será pequeño— para obtener una gran recompensa a largo. Como dice Gates, los consumidores recordarán qué empresas se tomaron en serio la lucha contra el desastre climático.

Recomiendo leer este libro, o refrescar sus páginas en el caso de que ya se haya leído, por su mensaje claro y sencillo. Contiene más experiencia que teoría y por eso conecta con el lector. De la mano de Ferrán, su protagonista, recorremos los faros de Menorca y aprenderemos qué hacer para que nuestros mensajes lleguen, con claridad y efectividad, a aquellos a quienes nos dirigimos. Transmite ideas importantes para reflexionar, como que ser faro para tus clientes es la mejor manera de aportarles valor, o que lo importante no es lo que tú creas, sino lo que los demás perciben.

Un libro que me ha enganchado y me ha hecho reflexionar en estos tiempos de pandemia es ‘Ensayo sobre la ceguera’, del Nobel José Saramago. Presagia brillantemente mucho de lo que la covid ha desencadenado, incluido el confinamiento. Aparte de los claros paralelismos con lo que hemos vivido, de por sí instructivos, sus reflexiones sobre el individualismo, el miedo a lo diferente y la importancia de la solidaridad y el esfuerzo conjunto para superar los grandes retos, son de sumo interés al estar más vigentes que nunca.

Fukuyama, partiendo de una reinterpretación de Platón, analiza el papel que el deseo de reconocimiento individual ha jugado en la configuración de las sociedades actuales a través de la generación de colectivos identitarios, lo que, en su opinión, está detrás de los movimientos populistas y nacionalistas. Fenómeno que se ha visto agravado por las redes sociales.

Probablemente sea la biografía definitiva de Felipe II a cargo de uno de los historiadores que más y mejor ha estudiado y documentado la vida y reinado del llamado por muchos ‘el rey prudente’. El libro tiene la peculiaridad de abordar la figura de Felipe II no desde la cronología de los acontecimientos, sino desde tres ángulos muy diferentes: como hombre, como rey y como mito. Como bien afirma su autor, no busca juzgar la figura del monarca, pero sí “comprender y hacer comprender” su verdadera dimensión. Es un libro recomendable por su gran rigor y facilidad para mostrar que la personalidad de uno de los reyes más importantes de la historia de nuestro país era compleja y contradictoria, algo que, al fin y a la postre, a lo mejor es intrínseco al desempeño del poder.

El libro de Elkington pone el acento en las claves para afrontar con éxito el mayor reto global jamás asumido por la sociedad en su conjunto: la descarbonización de la economía. Y en ese contexto, plantea, entre otras cuestiones, el papel que deben desempeñar las empresas ante tamaño desafío. Hace unos años, algunas compañías decidimos asumir un compromiso con el medio ambiente por “responsabilidad”. Y, pronto comprobamos que no era suficiente. Más recientemente, descubrimos la necesidad de contribuir a la “resiliencia” del planeta, intentando evitar cualquier daño o su deterioro como consecuencia de nuestra actividad. Pero, tampoco es bastante. Ahora, sabemos que nos toca asumir un propósito de “regeneración” del entorno, procurando que nuestros proyectos produzcan siempre un impacto social y medioambiental netamente positivo. De ello habla, entre otros asuntos, el magnífico trabajo de John Elkington, uno de los más prestigiosos referentes intelectuales en materia de sostenibilidad.

‘El amante japonés’ es lectura de verano, de esparcimiento, pero al mismo tiempo tiene calidad, tanto literaria como en la descripción de los personajes, interesantes y atractivos aún en sus defectos. Durante la lectura es inevitable valorarlos y analizar sus reacciones ante el carrusel de eventos que viven, “medirlos” según nuestra propia visión de la vida y nuestros valores. Además, la trama entretiene y engancha. El amor se manifiesta en muchas de sus facetas, en escenarios tan dispares como la Polonia de la Segunda Guerra Mundial o el San Francisco de nuestros días.

Es el primer volumen de las memorias de Barack Obama. Las leí estas pasadas Navidades y me impactaron. Es un libro magnífico, lleno de reflexiones profundas descritas con ironía e inteligencia. Explica cómo al entrar en la Casa Blanca, en enero 2009, a los pocos meses de la caída de Lehman Brothers, tuvo que hacer frente a la crisis financiera, económica, social y moral más grave y más global del último siglo. Un libro lleno de pasajes inspiradores, sobre la política y la condición humana, que recomiendo sin duda para cualquier persona con inquietud política o histórica.

En los últimos tiempos me han fascinado dos grandes libros, sin aparente relación, pero que para mí crean un círculo mágico. Ensayo y poesía, poesía y ensayo. ‘El infinito en un junco’, de Irene Vallejo, una lectura absorbente sobre la invención de los libros en el mundo antiguo, al que me traslado de inmediato con algunos de los poemas de Ángel González en su antología ‘Donde la vida se doblega, nunca’. Sumo a ello el mensaje potente y necesario de ‘Mi vida en la carretera’, la autobiografía de la Premio Príncipe de Asturias Gloria Steinem, y los poemas de Raquel Lanseros, que una y otra vez me reencuentran en los momentos apropiados para sentirlos de otra forma. O de la misma.

Para este verano recomiendo el libro de Víctor Lapuente en el que ofrece una serie de consejos “para ser mejores personas en un mundo narcisista”. Me parece una obra excelente. Otra lectura que quiero compartir es ‘Buena economía para tiempos difíciles’, de la premio Nobel de Economía Esther Duflo y su marido, Abhijit Banerjee.

Estoy leyendo ‘A flor de piel’, de Javier Moro, que relata la epopeya del médico Balmis y la enfermera Isabel Zendal, que en 1803 llevaron, en un barco cargado con 22 niños “portadores”, la vacuna de la viruela a los territorios de ultramar. Transmite emoción y sentimientos, y nos recuerda a todos esos “héroes” de la lucha contra la covid-19. Aunque publicada en 2016, no podría tener mayor actualidad: una pandemia que arrasaba a los indígenas americanos, un médico de la corte, genial y entregado, unos niños huérfanos que tuvieron una segunda oportunidad en el Nuevo Mundo, y una española valiente que pasaría a la historia como la “primera enfermera en misión internacional”.

El género de la biografía es óptimo para el verano. De no haber sido por el atolladero de la guerra de Vietnam, quizá Lyndon Johnson se hubiera incorporado al panteón de los grandes presidentes estadounidenses de la historia: George Washington, Abraham Lincoln y Franklin D. Roosevelt. En esta obra, Doris Kearns Goodwin, que conoció personalmente a Johnson, analiza la vida y tiempo de un político demócrata, de formas más bien vulgares, cuyos orígenes y formación modestos contrastan con su formidable carrera y la enorme ambición de su obra de gobierno, que representó un antes y un después en el terreno de los derechos sociales y civiles.

En estos días en los que el viento pocas veces sopla a favor, hablamos mucho de sacar nuestro lado más solidario, pero también es preciso apelar a nuestra épica. Por eso, recomiendo ‘La Gran Aventura del Reino de Asturias’, para tomar ejemplo de esa “hazaña asombrosa”, como la denomina, a la hora de afrontar lo que nos ha tocado vivir. A todos nos toca ahora la reconstrucción del país, porque hubo unos pocos que lograron su día una reconquista impensable. Mucho se ha hablado de ella, pero nunca con el detalle que aborda esta lectura. Y como no hay verano sin aventura y buena mesa, dejo aquí ‘No solo de caviar vive el hombre’ (Bruguera, 1966), de Johannes Mario Simmel, que nos sumerge de la mano del protagonista en el contexto de la II Guerra Mundial, pero con un elemento diferenciador, su buena cocina.

Quiero recomendar el ensayo ‘Gracias por llegar tarde’, de Thomas L. Friedman. En él, su autor aprovecha un hecho cotidiano, como el retraso de una persona en una cita, para invitarnos a pensar sobre tres conceptos claves: el progreso tecnológico, la globalización y el cambio climático; y sobre cómo debemos gestionarlos para crear un nuevo modelo social que sea responsable con las personas y el planeta. El futuro es el gran reto y nos invita a reflexionar sobre cómo superar las tensiones de una era de aceleraciones desde la empresa, la política, la comunidad y el individuo. Pero para ello, a veces es necesario disminuir la velocidad, atreverse a llegar tarde, pararse para no dejarse llevar por la corriente y usar el tiempo para reimaginar el mundo.

Recomiendo encarecidamente este libro de Arthur Brooks, un politólogo americano y profesor de Harvard que además conoce bien España (vivió aquí ocho años y está casado con una española). Las lecciones que extrae de la extrema polarización política en EE UU son exportables al resto del mundo y su análisis de lo que él llama la “cultura de desprecio por el adversario” merece una reflexión profunda. Sus consejos para superarla merecen toda nuestra atención.

Mi lectura recomendada para este verano es ‘El hijo del chófer’, de Jordi Amat. Se trata de un libro en el que, a través de la trayectoria del periodista Alfons Quintá, se dan algunas claves para entender la reciente historia catalana y de una de sus figuras centrales, Jordi Pujol, a partir de un hecho crucial en su biografía: el caso Banca Catalana. Esta historia novelada ofrece también un retrato descarnado de las relaciones entre la política y el periodismo, y de una manera de entender los medios de comunicación como resorte indispensable de poder.

“Es la mejor novela del siglo XX”, me dijeron. Yo me reí. Curioseando, escuché que se la consideraba “el ‘Guerra y paz’ del siglo XX”. Dejé de reírme. Devoré el libro y me quedé tan impresionado como cuando tuve la suerte de leer por primera vez la obra de Tolstoi. Narra la terrible epopeya de una familia de científicos judíos rusos en medio de la épica batalla de Stalingrado, afrontando el terror nazi y el horror de Stalin. Expone al ser humano ante las situaciones más violentas y terribles y observa cómo este responde luciendo lo mejor de sí mismo para hacer frente a tanta maldad. Es un tributo a nuestra humanidad.

Es un libro para los amantes de la música y de personajes complejos. Incluye textos originales del gran compositor y cartas personales que revelan una personalidad compleja y con grandes matices, de genio y de superación. Beethoven tuvo una vida intensísima de creación, éxito y sufrimiento en una época de revoluciones y cambios radicales a los que contribuyo con su música.

Recomendaría los últimos libros que he leído. De Geraldine Schwarz, ‘Los amnésicos: historia de una familia europea’. A través del retrato familiar de dos familias, francesa y alemana, recorre el siglo XX, pero es particularmente descriptivo del colaboracionismo (por omisión y por acción) de una parte sustancial de la población con la Alemania nazi, pero también con la Francia de Vichy. También recomendaría ‘Así empieza todo’, de Esteban Hernández. Un ensayo que aborda las profundas transformaciones de las últimas décadas con la amplitud de miras habitual del autor. Desde los movimientos tectónicos de la geopolítica a la disección de las tendencias reaccionarias en boga, Esteban Hernández es una voz cáustica y lúcida que siempre conviene tener en cuenta. En la lista de lecturas pendientes tengo ‘La España de las piscinas’, de Jorge Dioni. Y como todos los veranos, buscaré alguna novela, fuera del ensayo.

Recomiendo la novela ‘Tierra de Campos’, de David Trueba. Se nota que el autor es cineasta y guionista. Es una novela con una historia con hilos entrelazados, donde hay comedia con momentos hilarantes, mezclados con cucharadas de tragedia y reflexión. La acción transcurre en un viaje en un coche funerario, explicado como una ‘road movie’ donde Dani Mosca, antiguo miembro de un grupo musical de la Movida, ahora en el papel de antihéroe, lleva a su padre para enterrarlo en su pueblo de la España vacía. Le acompaña un conductor ecuatoriano, Jairo, muy hablador. Dani repasa su vida, los inicios, la creación artística, la transformación de la música, la noche, las amistades, los amores pasados, la vida que no volverá. Todo ello a través de personajes muy bien construidos y con el paisaje de los ochenta de fondo; la transición, las esperanzas desechas, con el amigo punk que ahora es vocal de la sociedad de derechos de autor. La reflexión es, no obstante, optimista. Siempre hay una nueva oportunidad. Cada página del libro transmite justamente eso: vida.