Cuidadores a domicilio en 24 horas

A partir de una experiencia personal, Daniel Ibiza ahondó en las flaquezas que rodean la búsqueda y contratación de servicios de cuidado a domicilio para personas mayores y dependientes. Comenzó entonces un proyecto que se materializó como empresa en 2016. Aiudo, que facturó 500.000 euros en 2020, es una plataforma digital especializada en selección de cuidadores que, además de querer contribuir al envejecimiento activo, busca fomentar el empleo y las condiciones dignas en un sector maltratado.

“Lo viví en primera persona cuando mi madre enfermó de cáncer”, cuenta Ibiza por teléfono. “Vi que los servicios que había eran locales, poco flexibles y que no eran personalizados. Y tampoco tenías una forma de saber quién iba a ser el cuidador ni participar en el proceso de selección, y por eso decidí crear un servicio diferente”, añade. Al principio lo planteó como un proyecto de impacto social que desarrolló durante un año y medio, pero finalmente se aventuró a traducir su idea en una sociedad limitada.

Aiudo se encarga de la selección del cuidador y la intermediación entre este y la familia. “Somos el único servicio del mercado en el que se hacen test de personalidad, un role play… Cuando entrevistamos a un cuidador lo hacemos, por ejemplo, para la casa de Jacinto, de 87 años, que se ha quedado viudo hace seis meses, que tiene estas características y estas patologías”, relata Ibiza. “Esto nos permite conseguir acertar mucho más y que haya menor rotación”, apunta. Su índice es de menos del 7% en el primer semestre tras la incorporación.

Tramitan la contratación y gestionan aspectos como el registro de horas extra, nóminas, sustituciones, etcétera, a cambio de una cuota que abona el usuario. Para algunos casos, además, cuentan con profesionales en plantilla. “Para la persona que tiene una dependencia más complicada, los cuidadores propios son la figura ideal”, señala Ibiza, que se formó en Trabajo Social y Ciencias del Trabajo. Su objetivo no era solo mejorar el servicio para quien solicita estos cuidados, sino también para quien los presta. Sus tías han trabajado toda la vida como cuidadoras y era consciente de la precariedad de un sector en el que predominan las mujeres, muchas de ellas inmigrantes, arrastrado a menudo a la informalidad y en ocasiones a la explotación. “A mí me motivaba tanto que las personas mayores estuvieran en su casa como que los cuidadores tuvieran un trabajo legal, regulado y supervisado”, asevera este alcoyano de 29 años.

En cuanto estableció la compañía y se mudó a Valencia, contactó con Cruz Roja y otras asociaciones. “Nos dimos cuenta de que había un grupo de personas, mujeres mayores de 45 años, extranjeras sin una red familiar…, que necesitaban oportunidades laborales”, comenta Ibiza. Actualmente el 40% de los cuidadores que gestionan provienen de la colaboración con estas entidades.

Para el fundador y director ejecutivo, lo más complicado de su andadura empresarial fue encontrar financiación. “Hasta el mes 13º no la conseguimos de ningún tipo, y eso puso en peligro el proyecto muchas veces durante el primer año”, rememora. En la actualidad, Aiudo cuenta con un equipo de 30 personas y este año prevén alcanzar 1,2 millones de facturación. En 2020 registraron cuatro meses de beneficios y en estos momentos están en punto de equilibrio, sin pérdidas ni ganancias.

Los servicios de la compañía llegan a todo el territorio español. “Algo destacable es que atendemos a mucha población rural de la España vaciada, donde ninguna empresa da servicio”. Hasta el momento, unas 2.000 familias han recurrido a ellos. El año pasado, además, comenzaron a operar en el Reino Unido. La crisis de la covid no les ha hecho desistir. “A las familias que sacaban a un familiar de la residencia les hemos buscado cuidador en 24 horas. Hemos dado una cobertura de la que estamos muy satisfechos”, añade. Sus esfuerzos ahora, cuenta, se encaminan principalmente a aumentar el volumen de contratación en España y a afianzar su reciente internacionalización.