“Volveremos a la oficina porque el teletrabajo es insostenible”
Expertos en espacios de trabajo reflexionan sobre el futuro de las oficinas después de la pandemia
La pandemia de la Covid-19 ha supuesto el mayor experimento laboral que trabajadores y empresarios hayan vivido nunca. El vaciado de las empresas y el asentamiento del teletrabajo han provocado una reflexión en el sector sobre el futuro de los espacios de trabajo.
“Se habla mucho de la desaparición de las oficinas pero creo que eso no sucederá por un sencilla razón: pensemos en la gente que entra nueva a una empresa, tiene que aprender de los que están y ese aprendizaje es imposible desde su casa”. Así reflexiona el arquitecto Enrique Álvarez-Sala, autor de edificios de oficinas tan reconocibles y premiados como la Torre PWC en el Paseo de la Castellana en Madrid o la sede de Indra en Alcobendas (Madrid), sobre el futuro del entorno laboral. Álvarez-Sala cree que esta crisis traerá una transformación en el espacio profesional porque la forma de trabajar de las personas también ha cambiado: “Antes, los clientes nos pedían que las oficinas tuvieran salas de reuniones y ahora piden espacios al aire libre. Todo es más informal, nos podemos reunir en una terraza y que la productividad sea la misma que en una sala. No vamos a construir de forma diferente pero sí vamos a aprovechar espacios que antes pasaban desapercibidos". El arquitecto, testigo directo de los cambios que se han producido en los lugares de trabajo durante décadas, cita como ejemplo el edificio Los Cubos, icónica construcción de oficinas en la M-30 madrileña de los años 70, firmada por los arquitectos franceses Michel Andrault y Pierre Parat, cuyas cubiertas han sido convertidas en terrazas y sitios de reunión al aire libre en la reciente rehabilitación de edificio (2020).
Olivier Crambade, consejero delegado de la promotora Therus, explica que la reforma de Los Cubos quería unir los espacios de ocio y trabajo haciendo de la oficina un lugar más agradable: “Ahora hay más espacio, es más luminoso y más confortable. Se trata de poner a las personas en el centro de las oficinas y no al revés, humanizar el lugar de trabajo”. Crambade espera que el mercado inmobiliario se recupere en 2021 y cree que esta recuperación será más rápida en aquellos edificios que ofrezcan algo distinto a lo que había antes de la llegada de la pandemia. “Hay que iniciar una transformación, el parque de oficinas de Madrid necesita una renovación del 80%”, asegura el promotor.
La reinvención de los coworkings
La transformación de los espacios de trabajo ya estaba en marcha en los últimos años. Prueba de ello fue el auge de los ‘coworkings’, espacios de trabajo compartidos más flexibles y con menos costes que los edificios de oficinas tradicionales. Estas características, junto con el imparable uso de la tecnología en el trabajo, pueden jugar a favor para este sector que en el 2019 contaba con 28.000 puestos fijos y 13.000 flexibles, según la plataforma coworkingspain.es. Antonio González, CEO de Impact Hub Madrid, cree que la clave de la supervivencia del coworking está en acompañar al trabajador en esta transformación: “Estamos por un lado centrándonos en la organización de eventos digitales híbridos, desarrollando plataformas y espacios donde hacerlos y, por otro lado, nos están entrando clientes que quieren dejar la oficina para ahorrar costes debido al impacto de la Covid en su negocio". González ve el futuro del empleado en múltiples espacios de trabajo a la vez. “En una semana quizás cambiemos varias veces de lugar de trabajo pero creo que en ningún caso se perpetuará el teletrabajo, porque se acaba perdiendo el engagement (compromismo) con la empresa”, afirma el CEO. Una encuesta reciente, realizada por la inmobiliaria Savills-Aguirre Newman, afirma que más del 85% de los empleados quiere un modelo mixto entre el teletrabajo y la vuelta a la oficina.
Entre tanta incertidumbre, los expertos solo citan una certeza: no volveremos al modelo fabril de oficina heredado del siglo XIX, aquel que nos mostraba el director americano Billy Wilder en el ‘El apartamento’ (1960), donde los empleados entraban y salían a la misma vez de un único espacio.
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