Los líderes europeos se atascan con el reparto de las ayudas contra la crisis y aplazan la negociación a julio
La reunión de líderes europeos concluye sin grandes avances en el diseño del fondo de recuperación y constata la división del grupo
Ni un paso adelante, pero tampoco para atrás. La cumbre europea por videoconferencia de este viernes, una de las más breves en la historia de la UE, se ha saldado sin avances en el diseño del Fondo para la recuperación económica tras la pandemia. Pero Bruselas respira aliviada porque, al menos, no se ha reabierto el debate sobre la necesidad imperiosa de establecer un programa urgente de ayudas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, han urgido a los 27 gobiernos a acelerar la negociación porque lo peor de la crisis económica está por llegar.
“No estamos al final del desastre económico sino al principio”, ha advertido Von der Leyen tras la cumbre europea virtual que inicia la cuenta atrás hacia la creación de un Fondo de Recuperación de hasta 750.000 millones de euros. En los mismos términos se ha expresado durante la breve cumbre, de apenas cuatro horas, la presidenta del BCE.
Lagarde, según fuentes de la autoridad monetaria, ha advertido que el peor golpe para el mercado laboral está todavía por llegar: la tasa de paro escalará a nivel comunitario hasta el 10% desde el 6,6% en abril, primer mes completo de cerrojazo general. Y el BCE teme que el desempleo se cebará sobre todo entre los jóvenes.
El sentido de la urgencia parece haber calado en la mayoría de las delegaciones, en particular, en las de Alemania, Francia, Italia y España, que representan más del 75% del PIB de la UE. “Se percibe un consenso emergente”, ha constatado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que ahora iniciará una ronda urgente de contactos con vistas a convocar una cumbre europea, ya presencial, a mediados de julio. “No infravaloramos las dificultades y debemos seguir negociando”, ha señalado Michel.
El objetivo, ambicioso pero factible según fuentes diplomáticas, es cerrar el próximo mes un acuerdo sobre el Fondo y sobre la financiación del club para el período 2021-2027, recogida en el llamado Marco Financiero Plurianual. “Cuanto más tiempo perdamos, más profunda será la recesión”, ha advertido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Tanto la canciller alemana, Angela Merkel, como el presidente francés, Emmanuel Macron, han defendido la conveniencia de cerrar en apenas cuatro semanas un acuerdo que, en tiempos normales, costaría meses o años. Pero Berlín y París insisten que no estamos en tiempos normales. “No es exagerado decir que afrontamos el mayor desafío en la historia de la UE”, ha señalado Merkel tras la reunión. Macron incluso pone plazo para el pacto. “Lleguemos a un acuerdo antes del 27 de julio”, ha urgido el francés.
Pero los autodenominados frugales -Países Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca- no parecen impresionados por la gravedad de la situación. El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, considera que las discrepancias siguen siendo considerables y ve difícil llegar a un acuerdo en julio. “No hay tanta prisa”, ha frenado Rutte. Y ha recordado que los países en dificultades ya tienen una disposición 540.000 millones de euros en líneas de créditos y avales de la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y el Mecanismo Europeo de Estabilidad.
El objetivo de la reunión de este viernes, como ya había adelantado Michel, era hacer una primera puesta en común sobre la propuesta de la Comisión Europea. El organismo presidido por Ursula von der Leyen propuso el pasado 27 de mayo la creación de un Fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, incluido medio billón de euros para subsidios.
La propuesta de Von der Leyen ha sido aceptada como la base de negociación. La cumbre ha constatado también que hay unanimidad sobre la fórmula de financiación del fondo, que consistiría en una emisión de deuda con el aval de los Estados miembros a través del presupuesto de la UE. Pero las discrepancias son muy significativas en cuanto a la distribución del fondo en subsidios o créditos, a las partidas asignadas a cada país, y a las condiciones para la ejecución del gasto.
La cita, sin embargo, ha permitido constatar, según fuentes comunitarias la voluntad de todas las delegaciones de buscar en las próximas semanas una zona de aterrizaje. Los Gobiernos han sido cuidadosos de no colocarse en posiciones insalvables que impidan avanzar hacia el acuerdo.
Los frugales han logrado, además, que la mayoría de los socios acepten la prolongación de los llamados cheques o descuentos en su aportación al presupuesto comunitario. Ese privilegio estaba llamado a desaparecer tras la salida del Reino Unido de la UE, dado que Londres fue el origen de los cheques. Pero la Unión parece dispuesta a prolongarlos a cambio de que los frugales acepten la creación del fondo y la concesión de subsidios.
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