La planta de Airbus en Getafe (Madrid), con 275 despidos, será la principal afectada por el reajuste anunciado por el gigante aeronáutico, que supondrá la salida de 630 trabajadores de todos los centros de trabajo con que cuenta en España, según la comunicación que la dirección de la compañía aeronáutica ha hecho llegar a los sindicatos. Mientras, el Gobierno se ha comprometido con las comunidades afectadas (Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha) a trabajar conjuntamente para tratar de paliar en la medida de lo posible los despidos y para, con “luces largas”, diseñar el futuro del sector aeronáutico español.

Además de los 275 de Getafe, el grupo ha comunicado otros 100 despidos en el centro de San Pablo y 116 en el de Tablada, ambos en Sevilla, mientras que del Centro Bahía de Cádiz (CBC) saldrán 44 trabajadores y 72 de la planta de Barajas (Madrid). Los 23 puestos restantes corresponden a las subsidiarias de las plantas de Secure Land Communications (antigua Cassidian) y Crisa. Este ajuste forma parte del plan de recorte de 2.362 empleos en dos años que el gigante aeronáutico va a aplicar por la reestructuración de su división de Defensa y Espacio (Defence and Space) en toda Europa por la falta de pedidos de aviones militares en los últimos tres años, en particular, del avión de transporte A400M, que se ensambla en la factoría de Sevilla.

Se abre ahora un periodo de negociación entre la dirección y los representantes de los trabajadores. Los sindicatos preparan una gran movilización en Madrid para el 27 de marzo. Además, en Andalucía se convocará un calendario propio de protestas, además de compartir el que se establezca a nivel nacional.

El futuro del sector aeronáutico

Mientras, el Gobierno admite que, de momento, poco puede hacer ante los despidos, un asunto que “queda en manos de la autoridad laboral". El secretario de Estado de Industria, Raül Blanco, que se ha reunido con los consejeros del ramo de Madrid, Castilla–La Mancha y Andalucía, ha expresado su “rechazo” al ajuste de plantilla y ha anunciado que entablará negociaciones con la empresa “para conocer los detalles de primera mano” y, a partir de ahí y en diálogo con los sindicatos, “ver cómo actuamos”.

Blanco ha querido diferenciar “lo urgente”, el ajuste de plantilla actual, de “lo importante”, el futuro del sector aeronáutico en España, en el que Airbus representa el 70%. “La reunión [con los consejeros] ha tratado de poner las luces largas, de cómo queremos que sea el sector en España en 2030”, ha explicado el secretario. El objetivo, ha dicho, es “que España sea en 2030 uno de los pocos países“ con capacidad integral para diseñar, fabricar y comercializar un avión a nivel mundial. "Ahora somos capaces y queremos seguir siéndolo”, ha afirmado. El Gobierno mantendrá contacto “frecuente” con las comunidades y los sindicatos para lograr ese objetivo.

El consejero madrileño, Manuel Giménez, ha sido el más beligerante, tanto con Airbus como con el Gobierno. Preguntado por qué opciones maneja para evitar los despidos, ha señalado: “No debemos aceptar esa hipótesis de trabajo, no vemos causas económicas para los despidos”. Giménez ha señalado que el Gobierno debe presionar a la multinacional aeronáutica para evitar los despidos, pues no se trata de una empresa cualquiera, sino de “un consorcio entre Estados” que cuenta con importantes participaciones públicas, y ha reclamado “planes de apoyo” oficiales para la empresa. En todo caso, ha agradecido que el ministerio aborde el problema desde la perspectiva del largo plazo y con la implicación de varios departamentos.