El poder de las renovables y la polémica de la interrumpibilidad

El pasado viernes el 89,9% de la electricidad que se consumió en España estaba libre de emisiones (es decir, tenía origen renovable y nuclear), debido sobre todo a que el temporal tuvo en movimiento constante los aerogeneradores. Ese mismo día y por el mismo motivo, los precios del mercado mayorista de electricidad en la Península Ibérica fueron los más baratos de toda Europa: 17,4 euros frente a los 26,2 de Francia o los 29,4 de Alemania. Lo normal es que España tenga un precio muy por encima (la media de los últimos 30 días es de 42,4 euros) de los países del entorno. Son datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), que controla este mercado, donde los agentes compran y venden.

Un día antes, Red Eléctrica de España, la empresa encargada de gestionar la red de alta tensión, publicaba las previsiones para el cierre de 2019. En ellas se demuestra que el parque de generación es cada vez más renovable y que ya es casi del 50% (un 49,3%) de la potencia instalada sobre los 108.000 megavatios (MW). La potencia instalada no contaminante ha crecido un 10% y la fotovoltaica, en particular, un 66% hasta llegar a 7.800 MW. La eólica, que ha sumado 1.600 MW, ya supera los 25.000 MW.

Del total de producción, los ciclos combinados (alimentados por gas natural) es la tecnología más utilizada, con un 21,9%. La nuclear, con el 21,2%, es la siguiente, con la eólica (20,6%) muy cerca. La cogeneración (11,4%) y la hidráulica (9%) están por detrás, y ya muy distanciado el carbón, con el 5%, la menor participación desde que Red Eléctrica tiene registro, con un descenso del 64,8% respecto a 2018. El 14 de diciembre ha sido el primer día en el que no se ha utilizado el carbón para la generación eléctrica en la península.

Son datos, que más allá de la estadística, sirven para poner en valor la importancia de que se potencie la energía verde por su repercusión en el bolsillo de los consumidores. Y, además, demuestran que el poder de las renovables es irreversible, aunque deja todavía algunas incógnitas sobre su repercusión en la tarifa eléctrica. La pregunta es si de este ascenso se benefician más los promotores de los parques que los hogares y las industrias.

Es bastante normal que en el sector se produzcan operaciones especulativas entre los inversores. Para combatirlas se plantea la necesidad que el Estado ponga en marcha nuevas subastas de renovables. Sin embargo, para ello es necesario que se termine la interinidad del Gobierno y que se pueda abordar un cambio en la ley, ya que la actual (de tiempos del PP) dice que la subasta se hace sobre la prima que se dará por encima del precio de mercado. Por ejemplo, Forestalia dio la sorpresa ofreciendo una prima cero y arrasó en 2017. Lo que se trata ahora es que la subasta se haga sobre el precio, como en Portugal, donde el precio se redujo a 20 euros, la mitad que en España. Posiblemente el Gobierno no ha sido muy ágil en aplicar esta fórmula cuando podía y ahgora lo lamenta.

La energía ‘verde’ es ya el 49,3% del total de potencia instalada en España

La gran industria podrá recibir compensaciones por el mercado de CO2

Mucho que ver con esto tiene la subasta de interrumpibilidad, palabra que solo está en el diccionario del sector y que es la herramienta de la que dispone el operador del sistema para asegurar el suministro eléctrico. Con este servicio, los grandes consumidores se comprometen a reducir su consumo cuando el sistema lo requiere, siendo retribuidos por ello.

Los resultados de la puja de esta semana arrojaron una retribución de 4,38 millones para el periodo comprendido entre 1 de enero y 30 de junio de 2020. Una cifra que supone un 90% menos que en 2019 y que ha originado la protesta generalizada de la gran industria, acostumbrada a recibir generosos devengos por este mecanismo, muy criticado por Bruselas por considerar que era una subvención encubierta. Ello motivó que en esta subasta se tuvieran que justificar las necesidades reales. Así que, en lugar de 2.430 MW, como la vez anterior, se han subastado 1.000 y en paquetes de 5 MW sin icncluir de 40 MW como entonces. Esta circunstancia hacía que las grandes industrias se llevaran la parte del león, ya que no las pequeñas no podían competir en las de 40MW.

Las industrias, que lo han tachado de “hachazo” y “tragedia”, han aducido que les lleva al cierre y a recortes. La solución es que, además de que la electricidad se mantenga barata (es decir, que haya más producción renovable), se les pueda compensar con ingresos procedentes de las emisiones de CO2. La UE permite que se pueda otorgar hasta el 25%. Teniendo en cuenta que se maneja la cifra de 1.300 millones para 2020, podrían recibir 325 millones, es decir una cifra cercana a los 369 de 2019 (196 de las dos subastas semestrales más la compensación por CO2).

Tiempos de cambio en la Bolsa

Los tiempos están cambiando temabién en la Bolsa. La tradicional comida de Navidad de la institución fue este año un cóctel distribuido en el parqué. Fue un nuevo formato, posiblemente a la espera de que se resuelva el futuro de la entidad, pretendida por la suza SIX. A la espera de desenlaces, ni Antonio Zoido, presidente de Bolsas y Mercados de España (BME), ni Javier Hernani, consejero delegado, dijeron ni mú. “De la opa no voy a hablar”, aclaró Hernani en su intervención.