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EN COLABORACIÓN CON IFEMA

La incubadora para aprender a emprender

Campus Thinkids, un evento organizado por Ifema que se celebrará entre el 1 y el 12 de julio, invita a la creación a los niños y jóvenes

El objetivo del campus es despertar las competencias del emprendimiento en los jóvenes.
El objetivo del campus es despertar las competencias del emprendimiento en los jóvenes.

El próximo Bill Gates no creará un sistema operativo. El siguiente Larry Page o Sergey Brin no hará un motor de búsqueda en Internet. Y el nuevo Mark Zuckerberg no desarrollará una red social”. Con estas palabras, Peter Thielf, fundador de Pay Pal, lanza un órdago a los emprendedores del futuro, aquellos que buscan nuevas ideas en un mundo donde parece que todo ha sido inventado. Para ellos, el reto está en descubrir algo fresco y alejarse de lo ya existente. “Por su puesto, es más fácil copiar un modelo que hacer uno nuevo”, recalca el empresario en su libro De cero a uno (Gestión 2000, 2015). Pero, ¿cómo hacer que la surja esa chispa de innovación? y sobre todo ¿cómo lograrlo a temprana edad? Estas y otras preguntas obtendrán una solución en Campus Thinkids, un evento organizado por Ifema y la organización Thinkids, que invita a la creación a los niños y jóvenes entre nueve y 16 años.

El objetivo del campus es despertar, en edades tempranas y mediante múltiples dinámicas, las competencias y habilidades asociadas al emprendedurismo. “Se trata de aprender a emprender”, comenta Asier Labarga, director de este evento que se realizará del 1 al 12 de julio en Ifema. Durante esos días se reúnen en este lugar más de 400 niños y jóvenes que formarán grupos de trabajo y basándose en diversas técnicas tendrán que plantear una idea que dé solución a un problema, para después derivarlo en un proyecto con un modelo de negocio. “Se trata de que pasen de ser dreamers a convertirse en hacedores”, explica Jaime del Barrio, fundador de Thinkids (una organización que ha implementado un programa educativo basado en el desarrollo de la creatividad), y forjador de la metodología 3i.

Dicha metodología plantea que ante cualquier dificultad, idea o reto siempre es necesario seguir tres pasos: imaginar una solución, investigar cuál es la mejor manera para solventar este obstáculo y por último idear un nuevo concepto. “De allí nace el nombre: 3i”, abunda Del Barrio, que durante 25 años ha sido director de innovación en empresas de tecnología. Pero ¿cómo se aplicará esto en el Campus Thinkids? El campamento se desarrolla durante el día (entre las 9.00 y 17.00 horas), durante ese horario los menores realizarán diversas actividades.

“Por las mañanas, tendrán ocho talleres para desarrollar diversas habilidades a través de dinámicas y juegos”, comenta Labarga. Las temáticas girarán en torno a comunicar emociones e ideas mediante de la música, la capacidad para usar el cuerpo para expresar emociones y el desarrollo de habilidades sociales con el trabajo en equipo, entre otras. “Hay que enseñarles a conocerse a sí mismos, a que sepan manejar sus fortalezas pero también sus debilidades”, explica Del Barrio.

Durante las tardes, los niños y jóvenes desarrollan un proyecto emprendedor a partir de sus ideas usando la metodología 3i, desarrollada en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y avalada por Bill Aulet, director de ese centro de emprendimiento. “Así como se le enseña al niño a leer y escribir, es importante instruya a crear cosas nuevas… eso es emprender”, dice Del Barrio.

Romper el hielo

Construir una idea no es cosa fácil. Primero hay que romper el hielo, según la metodología 3i. “Hay que conseguir que los niños se conozcan entre sí y conocerles nosotros a ellos. Tratamos de reunir información con el fin de construir los equipos de la mejor manera y que puedan trabajar juntos durante el programa”, destaca el creador de 3i. El segundo paso es generar ideas. Cada equipo elegirá una sobre la que van a trabajar las dos semanas. “Todos tendrán que tener claro cuál es el verdadero problema que quieren solucionar”.

El siguiente paso consiste en dibujar al usuario. Es decir, se debe tener una clara imagen de la persona a la que se están dirigiendo los menores. La siguiente fase consiste en que se hagan una pregunta: ¿qué puedo hacer por mi cliente? Hay que pensar cómo la idea a desarrollar va a generar valor al público objetivo. Después se pasará a crear un prototipo básico de esa idea, que puede ser un dibujo, sitio web, un modelo.

El siguiente paso es decidir cómo se va a vender el producto. “Los niños se darán cuenta de que existen muchas posibilidades para llegar a su usuario y lo deben tener en consideración”, destaca Del Barrio. Asimismo, prepararán un elevator pitch (un discurso de presentación sobre el emprendimiento ante potenciales accionistas). Ello dará paso a preguntarse: ¿cómo puedo hacer este proyecto sostenible? “Tienen que ser conscientes de que la idea deberá de ser viable y perdurable en el tiempo”, destaca el creador de la metodología.

Por último, tendrán que pensar en cómo hacer que el producto sea escalable y cuál será su impacto. “No hay que olvidar que debe ser ecológico y sostenible”, resalta Del Barrio. El último día, frente al público, deberán de presentar el proyecto y los resultados de su trabajo. Para ello, se impartirán talleres de storytelling (una técnica de márketing), que servirán de apoyo a esta puesta en escena. Además, los niños y jóvenes contarán con otras actividades, como juegos guiados y tardes de piscina. “No se trata de crear una competencia entre los participantes. Al final del evento todos serán ganadores porque habrán aprendido a desarrollarse como emprendedores”, añade Labarga, director de Campus Thinkids.

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