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Mascarillas de Oriente

Sensalia factura tres millones con la venta en Europa de un producto importado para el cuidado personal

Puri Martínez, dueña de Sensalia Labs.
Puri Martínez, dueña de Sensalia Labs.

A veces no hace falta inventar un nuevo producto para triunfar en los negocios. Puri Martínez descubrió las mascarillas de tisú durante un viaje a Asia y decidió importar ese producto de cuidado personal para mejorar la hidratación y nutrición de la piel. “Era un accesorio desconocido en Europa y en España solo se vendía en el canal de lujo”, dice. Se dejó llevar por su instinto comercial y en 2004 puso en marcha Sensalia Labs con una inversión de unos 20.000 euros de sus propios ahorros. Gracias a su experiencia en departamentos de exportación de empresas empezó a vender mascarillas a México, Italia, Francia y Suiza. Esos fueron sus primeros mercados, hasta que, en 2016, se atrevió a introducirlas en España. El resultado: el año pasado la compañía alcanzó una facturación de tres millones de euros con un beneficio superior a los 100.000 y dio empleo a unas 20 personas.

“Dejar un buen trabajo para lanzarte a vender un producto desconocido da un poco de vértigo”, afirma Martínez. Su entorno no lo encajó muy bien al principio, pero ella estaba decida a lanzar su proyecto. Las mascarillas que comercializa Sensalia son de tela, se aplican pegándolas a la piel y sirven para nutrir e hidratarla. Hoy son más populares, pero cuando comenzó su distribución no tanto: “En las parafarmacias y en los puntos de venta no conocían lo que eran las mascarillas de tisú ni las propiedades que tenían”, explica. Martínez reconoce que cuando las multinacionales empezaron a distribuirlas todo fue más fácil. “Han abierto la brecha y eso nos ha beneficiado a todos”. Exfoliantes, hidratantes, reafirmantes, para dar brillo a la piel... se extendieron en los catálogos de muchas marcas cosméticas y su precio bajó.

Con el tiempo Sensalia ha diversificado su gama. “Estamos lanzando guantes y calcetines de tisú”, dice Martínez. También venden parches para ojos y labios y cremas. Pero sus ventas más importantes, hasta el 67% del total, siguen siendo las mascarillas. En 2018 comercializaron 1,8 millones de unidades.

Martínez considera que uno de sus aciertos fue internacionalizar las ventas de la empresa desde el primer momento. Están presentes en 20 países y el 73% de su negocio son exportaciones. Una política que ha sido la clave, según ella, para sortear la crisis en España.

La empresa tiene actualmente dos líneas de venta. La marca Iroha Nature, que distribuye las mascarillas y ampollas, se vende en grandes superficies, perfumerías y a profesionales. Esta parte del negocio representa el 70% del volumen de la compañía. La nueva gama de productos de serum, Facialderm, se puede adquirir a través de farmacias y parafarmacias. “Uno de los retos de este año es dar el salto a las ventas online”, concluye Martínez.

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