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Especial RSC

Emociones para todas las familias

La Fundación PortAventura prepara PortAventura Dreams, un ‘village’ dentro del resort de PortAventura World que invitará a los niños que sufren enfermedades graves a pasar una semana de vacaciones. Disfrutar de esta experiencia puede ayudar en su recuperación, así como en todo el proceso a la familia

Sergio C. Fanjul
La familia de Abel, enfermo de cáncer, rodeada de voluntarios de la Fundación PortAventura
La familia de Abel, enfermo de cáncer, rodeada de voluntarios de la Fundación PortAventura

El derecho al juego, al esparcimiento, a las actividades recreativas, es uno de los recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Por eso PortAventura World, a través de la Fundación PortAventura, realiza su acción social a través de esta herramienta, el ocio, que permite mejorar la vida de niños en riesgo de exclusión por diferentes motivos: económicos, de discapacidad o de salud. No en vano, el 80% de los visitantes de este complejo formado por tres parques temáticos y cinco hoteles (que lo pisan casi cinco millones de personas al año) es público familiar.

El gran proyecto en marcha en este sentido es PortAventura Dreams, un village dentro del propio resort, que se espera esté listo en el verano de 2019, en el que familias de niños con enfermedades graves podrán pasar una semana de vacaciones en el ambiente festivo y colorido de PortAventura World. “Queremos disponer de un espacio físico permanente, diferente y lúdico, durante la etapa de lucha contra la enfermedad, que puede tener un efecto positivo desde el punto de vista psicológico”, explica Choni Fernández, directora de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de PortAventura World y patrono de la Fundación PortAventura.

Desde 2011, 68.380 niños se han beneficiado de la actividad de la Fundación

El proyecto ocupará casi 9.000 metros cuadrados y la construcción de ocho viviendas unifamiliares (de 130 metros cuadrados cada una) para que las familias seleccionadas pasen allí seis días de vacaciones, disfrutando todo lo que ofrece el parque y también de actividades exclusivas en el village, donde habrá zonas comunes como un restaurante, una sala polivalente preparada para realizar diferentes actividades, jardines y actuaciones para los residentes. Eso sí, evitando las semanas de temperaturas más extremas del invierno y el verano, según consejo médico, se prevé que puedan acceder al programa 168 familias al año.

Los participantes serán niños y jóvenes de 4 a 17 años procedentes de los hospitales Vall d’Hebron y Sant Joan de Déu en Barcelona, y Niño Jesús en Madrid, entre otros centros. En los hospitales donde Cruz Roja tiene presencia, será una comisión independiente formada por equipos médicos, asistentes sociales de estos hospitales y la propia Cruz Roja, quien seleccionará, preparará y supervisará a las familias. Una decisión sin la intervención, en ningún caso, de Fundación PortAventura, que sí cubrirá íntegramente el coste de la estancia.

Ramón Marsal, presidente de la Fundación PortAventura, en un evento solidario en PortAventura Park a beneficio de los niños con cáncer de la asociación AFANOC.
Ramón Marsal, presidente de la Fundación PortAventura, en un evento solidario en PortAventura Park a beneficio de los niños con cáncer de la asociación AFANOC.

“Se trata de que el programa funcione como elemento motivacional, de que el niño sepa que si sigue las indicaciones de sus médicos podrá disfrutar de una experiencia única”, dice Fernández. “Queremos aprovechar ese efecto terapéutico y ayudar a muchos de estos jóvenes a mejorar su actitud frente a la enfermedad”.

Los niños enfermos también podrán disfrutar de las actividades del parque, como cualquier otro visitante. “Todos los trabajadores del parque conocerán el proyecto y bastará dirigirse a uno de ellos para que un transporte venga a recoger a la familia para devolverla al village”. Por supuesto, el parque no será la única opción de ocio para las familias: hay vida ahí fuera. “Se podrá ir a la playa, visitar el Reus de Gaudí o conocer la Tarragona romana, tal y como las familias deseen”, añade la directora de RSC.

Portaventura Dreams tiene como objetivo la gestión emocional del enfermo y su familia como elemento motivador para afrontar la situación

El proyecto tiene un referente internacional: Give Kids the World Village, en Florida. Y tiene una raíz: la actividad de la Fundación PortAventura en el Hospital Sant Joan de Déu que, entre otros aspectos, culminó con la participación de la Fundación en la construcción de la nueva UCI. “Fue un proyecto revolucionario: crear una UCI pediátrica más amable, con ventanas, espacio, una cama para que pernocten los padres y acompañen al niño enfermo y al mismo tiempo que contase con la tecnología más puntera”, dice Fernández. Además, fuera del hospital se construyó una pequeña área de juegos inspirada en PortAventura World (incluso con referencias a la célebre montaña rusa Dragon Khan). El presupuesto de esta acción fue de tres millones de euros. La Fundación pudo ver los resultados de sus actividades en el Hospital, que también constató el propio equipo médico.

“Si podemos integrar actividades de recreo en el proceso de la enfermedad conseguiremos un efecto muy positivo no solo desde el punto de vista psicológico, sino también como revulsivo para su recuperación”, dice el doctor Martí Pons, de la UCI pediátrica del hospital Sant Joan de Déu, quien también señala que la relación de los niños enfermos con otros niños en situaciones similares puede resultar positiva.

Portaventura Dreams quiere que los niños sigan disfrutando de sus vidas a pesar de la enfermedad

Ante los buenos resultados, Fundación PortAventura lleva un paso más allá la iniciativa y crea PortAventura Dreams. “El proyecto constituye un elemento normalizador en las vidas de estos niños para que sigan disfrutando a pesar de su enfermedad, de manera que puedan realizar actividades lúdicas en un entorno seguro y adaptado”, añade el Doctor Pons.

Contra la exclusión infantil

Antes de la creación de la Fundación PortAventura, la empresa ya realizaba acciones relacionadas con la Responsabilidad Social Corporativa, en diferentes campos, como el medioambiental, los recursos humanos, o el apoyo a ONG, “aunque se hacía de forma separada, por áreas, y no existía una única línea de actuación”, dice Choni Fernández.

Con la creación de la Fundación, en 2011, la acción se centra en los problemas de los niños y jóvenes en riesgo de exclusión. La Fundación recibe un 0,7% de los beneficios de PortAventura World, además de aportaciones de empresas, instituciones y particulares.

Otras acciones que han llevado a cabo en estos años han sido las donaciones a bancos de alimentos, las visitas a niños hospitalizados o la celebración de cenas o carreras solidarias. 68.380 niños ya se han beneficiado de su actividad y se han entregado más de 6.300.000 euros en ayudas del 2011 al 2017.

¿Por qué enfocarse en las problemáticas de este sector de la infancia? “Debido a una reflexión en profundidad sobre la naturaleza del negocio de PortAventura”, dice Choni Fernández. “La estrategia de RSC de PortAventura World no solo tiene que ver con el desarrollo empresarial, sino con entender nuestra esencia como motor capaz de generar un valor real para la sociedad”.

Esta noticia, patrocinada por Fundación PortAventura, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.

Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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