Telefónica aboga por una Constitución Digital que garantice los derechos sobre los datos

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha abogado por la necesidad de crear una Constitución Digital que incluya una carta de derechos fundamentales capaces de garantizar los valores necesarios para reducir la brecha digital.

Así lo indica Álvarez-Pallete en la introducción de un Manifiesto por un Nuevo Pacto Digital que será presentado este lunes en Madrid, con el que la compañía prevé iniciar un debate sobre "cómo conseguir una digitalización centrada en las personas" y que incluya los valores y derechos fundamentales en un futuro digital.

Álvarez-Pallete ha manifestado en diferentes ocasiones la importancia de promover un gran pacto digital y, para esta ocasión, da un paso más en esta reivindicación con el fin de que este pacto sea resultado de la cooperación entre instituciones públicas y asegurare "que los importantes beneficios de este nuevo mundo lleguen a todos".

Telefónica también incide en la necesidad de que los sistemas educativos y los planes de estudios se actualicen, sean más flexibles y se adapten "a un mundo incierto y en constante cambio", algo que "va a requerir de las instituciones sociales, económicas y democráticas".

En este sentido, también propone establecer programas de formación que ayuden a trabajadores desplazados y aboga por diseñar acciones que fomenten la colaboración intersectorial para desarrollar nuevas formas de empleo.

El presidente de Telefónica también subraya en la introducción del documento que "la conectividad es el habilitador central" y que los datos "son un valioso recurso que impulsa el conocimiento y la inteligencia de forma increíble, algo que mejora nuestras vidas".

Carta de derechos digitales

Asimismo, el manifiesto recoge diferentes iniciativas y propuestas como el impulso de una Carta de Derechos Digitales, la reforma de políticas fiscales y sociales que fomenten la innovación en la educación, el empleo y la tributación, fomentar la conectividad para que nadie se quede atrás, modernizar los derechos y las políticas, apoyar el desarrollo de algoritmos responsables que eviten sesgos y mitigar las nuevas desigualdades que pueden surgir a raíz de la digitalización.

En cuanto al grado de confianza de los datos, el documento hace hincapié en la necesidad de que los usuarios conozcan sus datos y tengan un control "absoluto" sobre ellos para que decidan cómo y cuándo deben ser utilizados.