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Parques para aprender y divertirse

El grupo mexicano KidZania da el salto al mercado estadounidense con su entretenimiento educativo

Un grupo de niños en el parque KidZania en Tokio (Japón).
Un grupo de niños en el parque KidZania en Tokio (Japón).

Corrupción, nepotismo, desempleo. ¿Imagina una ciudad sin estos males? Pues existe. Tiene casi 12 millones de habitantes y fue fundada en 1999. Sin embargo, no cualquiera puede recorrer sus calles. Para hacerlo es necesario tener mucha imaginación y estar dispuesto a saltar como un niño. KidZania es el nombre que le han dado sus fundadores y está dedicada a hacer pasar un buen rato al público infantil. Su premisa es sencilla: jugar a ser adultos. El concepto del parque temático, desarrollado por la empresa mexicana homónima, se ha convertido en un gran negocio que ha llegado a una veintena de países en tres continentes distintos y que ahora planea uno de sus sueños: aterrizar en EE UU, la meca del entretenimiento.

La empresa —con 25 parques en todo el planeta, donde los niños de entre los 2 y 16 años juegan a desempeñar diversas profesiones, como bomberos, médicos, banqueros, ingenieros, entre otras— abrirá en 2019 su primera filial en suelo estadounidense: Dallas. Después inaugurará otra en Chicago en 2020 y para 2021 planea instalarse en Nueva York. Esto es el inicio de un futuro mucho más ambicioso. El paso es lógico, dice Maricruz Arrubarrena, directora general de la empresa en México: "La mitad del entretenimiento en el mundo viene de EE UU". Su aterrizaje, sin embargo, no será sencillo.

Desde su fundación, en Ciudad de México, los creadores de la empresa se lanzaron, sin mucho éxito, a la búsqueda de un aliado estratégico que los acompañara en la aventura por EE UU. Tardaron casi dos décadas en encontrar a los socios adecuados. Ahora tienen el respaldo de un grupo conformado por tres empresas, dos de ellas están involucradas en el negocio inmobiliario: Somerset Partners y Artemis Real Estate Partners. Esta última es una firma cofundada por Penny Pritz­ker, exsecretaria de Comercio de EE UU entre 2013 y 2017. La tercera empresa inmiscuida en la expansión americana de KidZania es la rusa Innova Entertainment, una conocida de la firma mexicana con la que ha forjado su franquicia en Moscú, inaugurada en 2016.

"Hemos tenido la oportunidad de acercarnos a diferentes socios, pero no habíamos encontrado uno con margen económico para abrir varios parques", destaca Arrubarrena. La oportunidad que tiene la firma en EE UU es única, explica Martha Rivera, profesora del mexicano Instituto Panamericano de Alta Dirección (Ipade), que ha seguido los pasos de KidZania desde su creación. "Están entrando a Estados americanos donde el entretenimiento para niños es poco..., su fortaleza está en la experiencia que han ganado alrededor del mundo, que los ha convertido en líderes del edutainment [contenido que entretiene al igual que educa]", comenta.

Los niños primero

KidZania —en un principio se llamó La Ciudad de los Niños— ofrece a sus visitantes una ciudad a escala. Allí los pequeños tienen su propia moneda: kidZos. Cada uno recibe 50 kidZos en forma de cheque que pueden cambiar en el banco y que después gastan en diversas actividades. Cuando se terminan el dinero, los menores tienen que trabajar en alguno de los empleos disponibles para obtener más kidZos. La operación de los parques cubre entre un 70% y 80% de los ingresos de la compañía, que, según la revista Forbes, llegan a más de 500 millones de dólares. El porcentaje restante de los ingresos es aportado por las grandes marcas (empresas de alimentación, telecomunicaciones, financieras, entre otras) que auspician las actividades en los establecimientos de KidZania y que varían según el país.

A pesar de los buenos augurios, el éxito no está garantizado. "Tengo miedo de que hayamos tardado en entrar en EE UU, que es el mercado más grande [del entretenimiento]", explicó Xavier López Ancona, fundador y presidente de KidZania, en una entrevista con la profesora del Ipade, realizada en 2016. La creciente y cambiante competencia —que va desde los museos que promueven el aprendizaje y el entretenimiento hasta los parques temáticos basados en marcas de juguetes— es otra de las preocupaciones del directivo. La suspicacia tiene sustento. En 2002, el socio principal de López Ancona en KidZania vendió sus acciones y se mudó a Florida, en donde lanzó Wannado, un parque temático similar al mexicano. El proyecto fracasó y cerró en 2011.

Más allá de EE UU, KidZania ha edificado una cadena de franquicias alrededor del mundo que le han permitido crear una marca internacional. Su primera incursión en el extranjero fue en Tokio en 2006. El parque llegó a tener tanto éxito que las entradas debían de adquirirse con tres meses de anticipación. En 2007, la firma saltó a Yakarta, la capital de Indonesia. Fue a partir de 2009 cuando metió el acelerador. Desde entonces ha llevado sus franquicias a Portugal, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Malasia, Tailandia, Turquía, Arabia Saudí, Egipto, India, Filipinas, Reino Unido, entre otros países. Próximamente abrirá en Francia y Sudáfrica.

En América Latina, la empresa solo está presente en Brasil, Chile y más recientemente en Costa Rica. "Aún tenemos una gran oportunidad de crecimiento en América Latina y otros países en desarrollo", comenta Arrubarrena. Pero en el horizonte, el gran reto de la compañía es desembarcar en el gigante asiático: China. "Es un mercado importante... Se ha explorado la oportunidad de atacarlo, pero no se ha logrado consolidar nada concreto", concluye la representante de la empresa.

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