_
_
_
_
Espacio patrocinado por Banca March
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

ETF y gestión pasiva: ¿riesgo incontrolado?

Los cambios regulatorios, junto a la constante búsqueda de la reducción de los costes de gestión, han propiciado un fuerte crecimiento de la gestión pasiva, y de los ETF o fondos cotizados, que en los últimos 4 años han doblado el volumen invertido. Este tipo de productos intentan replicar la composición de un determinado índice y permiten de una manera rápida, eficiente y poco costosa ganar exposición a un determinado índice o mercado. A lo largo de sus 25 años de vida, el grado de sofisticación y complejidad de los ETF ha avanzado mucho. En la actualidad se pueden comprar desde estructuras que simplemente replican un índice de renta variable, materias primas o bonos, hasta estrategias apalancadas en derivados que multiplican por varias veces el comportamiento del índice subyacente, o incluso estrategias de inversión activa o por factores.

Existe un debate sobre las implicaciones que tiene la inversión pasiva a través de índices, sin mirar los fundamentales de cada una de las compañías o componentes del mercado donde se están tomando posiciones. Algunos inversores hablan incluso de la formación de “burbujas de precios” en algunos activos, así como de la falta de liquidez en ciertos mercados totalmente influidos por las “nuevas tendencias de moda”, que muchas veces separan las cotizaciones del valor fundamental de los activos.

Lo cierto es que en la actualidad, los activos totales en productos indexados suponen un 10,3% de los productos invertibles a nivel global, cifra que pone en evidencia la tesis alarmista de la dependencia del mercado de la gestión pasiva. Las estrategias de gestión activa continúan teniendo mayores ratios de rotación. Por ejemplo, en la Bolsa americana, que es el mercado donde los ETF tienen una mayor tasa de utilización (7,6% frente al 1,5% en Europa), se negocian 22 dólares por parte de gestores activos por cada dólar intercambiado de gestión indexada.

Adicionalmente, una de las principales razones para el incremento del uso de ETF, han sido precisamente algunos de los cambios regulatorios de los últimos años, como Basilea III, o la regla Volker, encaminada a aumentar las exigencias de capital a las entidades financieras, o MIFID II en Europa, que cada vez más obliga a la industria a reducir los costes de los instrumentos utilizados para invertir en muchas carteras.

Desde Banca March, donde siempre nos hemos caracterizado por ser inversores de gestión activa y por invertir en base a un disciplinado proceso de análisis, consideramos que en algunas circunstancias (como por ejemplo para posicionamiento táctico, mercados nicho, o con índices muy eficientes), tiene sentido complementar la estrategia de gestión canalizando algunas de nuestras ideas de inversión a través de índices. Seguramente, a pesar de los fuertes crecimientos registrados, la gestión pasiva continuará su camino ascendente, antes de suponer una fuerte amenaza para los mercados.

Joan Bonet Majó es director de Estrategia de Mercados en Banca March

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_