“Hay que darle un sablazo fiscal a las empresas que generan empleo basura”
El nuevo secretario general de USO defiende nuevas formas de movilización y protesta
Apenas hace dos semanas que Joaquín Pérez se ha convertido en secretario general de la Unión Sindical Obrera (USO), la tercera central del país con una representación entre los trabajadores algo por encima del 4%, lejos de los dos mayoritarios, CC OO y UGT. Y por aquí quiere comenzar Pérez (Madrid, 1977) su trabajo: “Somos el tercer sindicato y en muchas empresas no se nos conoce, seguramente por culpa nuestra y, en parte, por temas externos”.
Para lograr esa visibilidad, reclama cambios legales: “No hay las mismas reglas del juego para todos”. Pide rebajar el umbral de representatividad sectorial, ahora en el 10%, para convocar elecciones sindicales para llegar al “pluralismo sindical”. Lo defiende como un valor en sí mismo porque “habrá soluciones diferentes ante los mismos problemas”.
No cree debilitar así al movimiento sindical, pese a que en los países que estas organizaciones tienen más peso (países nórdicos o Alemania), hay menor diversidad: “Eso es por el modelo de negociación colectiva. Aquí cuando negocias, representas a todos, afiliados o no, y se aplica a todos”. ¿Quiere cambiar la ley y que solo se beneficien afiliados? “Como modelo óptimo, por supuesto. Pero eso ahora es utópico”.
Pérez es el sexto secretario general de USO, una organización de casi 50 años que con la democracia se dividió: gran parte de su dirección, cuadros y afiliados se unieron a UGT. Otros, muchos menos, a CC OO. ¿En qué se diferencia de estas centrales? “Somos independientes de los partidos políticos, estipulamos que los ingresos externos no pueden superar el 20%. No pretendemos ser una UGT o CC OO en pequeño. Eso no significa que lo suyo sea malo, solo que el nuestro es distinto”.
Fuera del trabajo orgánico —Pérez antes se ha encargado de formación y comunicación—, el nuevo líder de USO rechaza la reforma laboral de 2012, “también la anterior”. Y añade: “Sobre precariedad, tenemos una propuesta fiscal ambiciosa. Con todos estos nuevos empleos que están precarizando el empleo como nunca: ¿cómo vamos a tratar igual a una empresa que genera empleo y a una que no lo genera”. ¿Y eso cómo se concreta? “Hay que pegarle un sablazo a la que no genera empleo. Las empresas deben devolver lo que están recibiendo de la sociedad, que es dejarles operar, una legislación, un mercado, una protección. O lo devuelven en forma de empleo o vía impositiva”.
—¿Un sablazo a todas? ¿Y las que tengan problemas?
“Digo que todas las empresas que están viniendo ahora (Glovo, Deliveroo, Amazon, Uber), lo que hacen es destruir empleo estable, que ya existía —los repartidores ya existían, podían existir repartidores por cuenta ajena, que es como debían estar— y están generando empleo basura. Es injusto que una empresa de reparto con los trabajadores contratados tenga que pagar lo mismo que estas compañías”.
Esta es una de las propuestas contra la precariedad. También defiende el boicot comercial: “Tenemos que ser creativo. Las antiguas fórmulas valdrán en algunos casos, pero en otros no. Seguramente la movilización que podemos hacer es que todos quitemos unas cuantas app de los móviles o que no las usemos una semana. Se trata de volver a la solidaridad obrera. Ahora en vez de cortar una carretera…”.
A este maestro, padre de dos hijos, le preocupa cómo responder al empleo que demandan estas empresas: “Tiene que haber valentía. La UE tiene la oportunidad de poner coto. Si ahora tenemos empleo precario en el empleo tradicional, lo que nos puede venir como no se legisle esto, es fino. Amazon pidiendo colaboradores se va a quedar pequeño. Si lo hacen ellos, ¿por qué no lo va a hacer El Corte Inglés o el bar de abajo? ¿Y si los camareros van a comisión por caña vendida?”.
“Los sindicatos nos hemos quedado atrás”, admite este maestro al hablar sobre cómo adaptarse a los tiempos actuales. “Las viejas estructuras sectoriales y territoriales están sobrepasadas. Hay quien trabaja en casa para empresas de dos sectores y un rato de autónomo. ¿Qué encaje tiene eso en esas estructura?”. Pérez cree que los salarios deberían subir: “Sí, tienen que crecer mucho”. USO en los convenios que negocia pide aumentos del 2,5% al 3,5% y recuperar lo perdido en la crisis.
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