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Los tentáculos ‘multilatinos’ de Wall Street

Goldman Sachs y JP Morgan Chase están presentes e influyen en la política económica al sur del río Bravo

El huracán Sandy dejó hace cuatro años a oscuras el bajo Manhattan. El apagón obligó a un centro médico en la zona a evacuar a dos centenares de pacientes mientras los residentes tenían que apañárselas con velas y linternas. Hubo un edificio que amaneció iluminado, desafiando la crecida del río Hudson. Era la sede de Goldman Sachs, en el 200 de West Street. En la entrada no muestra ningún logo que lo identifique.

John C. Whitehead (primero desde la izquierda) en una reunión  con George Bush y Roland Reagan.
John C. Whitehead (primero desde la izquierda) en una reunión con George Bush y Roland Reagan. Getty

Porque el banco de inversión más poderoso del mundo no necesita presentaciones. Como dicen en el distrito financiero, los que requieren de sus servicios saben cómo encontrarlo. Tampoco hace falta viajar a Nueva York porque sus tentáculos llegan a todas partes. Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo, trabajó para el "calamar gigante", así como Mark Carney, antes gobernador del Banco de Canadá y hoy del Banco de Inglaterra.

La puerta empezó a girar con Sidney Weinberg, el arquitecto del New Deal que abanderó el presidente Franklin D. Roosevelt. La lista de banqueros que acabaron en el Gobierno es larga y el propio Lloyd Blankfein admite, ocho décadas después, que podría hacerlo si se lo proponen. El consejero delegado del guardián de Wall Street lo ve como un reconocimiento a la profesionalidad de sus empleados.

Goldman Sachs no es el único que tiene a antiguos ejecutivos en altos cargos públicos. Basta con echar la mirada al sur del continente americano. JP Morgan Chase recomendaba el pasado verano a sus clientes comprar bonos de Perú. Era toda una muestra de confianza hacia el plan económico de Pedro Pablo Kuczynski antes de que asumiera la presidencia. El economista era uno de los suyos.

Kuczynski estudió en la Universidad de Princeton, una de las incubadoras del mundo de las finanzas. Copresidió durante una década el First Boston, hasta cuatro años antes de que fuera adquirido por Credit Suisse. El banco de inversión neoyorquino llegó a ser el segundo más poderoso en el lucrativo negocio de la asesoría en empresas en el ámbito de las fusiones, por detrás de Goldman Sachs.

Hombres clave

Otro ex de Wall Street es el ministro peruano de Economía. Alfredo Thorne dirigió el departamento de análisis para América Latina de JPMorgan Chase, el mayor banco por activos de EE UU. La recomendación fue seguida por otros bancos de inversión, que tomaron nota de su trayectoria. Como Kuczynski, Thorne habla inglés con absoluta fluidez y sabe cómo se mueve el dinero.

Goldman Sachs tiene aparentemente más éxito que sus rivales en el lobby político. No en Argentina, donde existe una relación profunda con JPMorgan Chase. La cartera de finanzas está dirigida por uno de los alumnos del banco de Jamie Dimon. Luis Caputo coincidió ahí con su predecesor en el cargo, Alfonso Prat-Gay. También lo hizo Santiago Bausili, al igual que Vladimir Werning.

JPMorgan Chase fue el banco que dirigió el pasado año la mayor operación de venta de bonos en la historia del país. Caputo llevó, además, las operaciones de Deutsche Bank en Argentina. Goldman ­Sachs, Barclays y Morgan Stanley también tienen antiguos empleados ocupando puestos de relevancia en el Gobierno de Mauricio Macri, que así trata de ganar credibilidad ante los inversores.

A la lista podría sumarse también Mario Quintana, fundador de la firma de capital riesgo Pegasus Venture y que integra el gabinete del Ministerio de Finanzas argentino. La alineación contrasta radicalmente con la actitud hostil que mostró la Administración de Cristina Fernández hacia Wall Street, que con su populismo y su política intervencionista acabó dejando al país al margen de los mercados.

Ese mismo puente de entendimiento lo busca Brasil para salir de la recesión. Las finanzas de la mayor economía de América Latina las lleva otro viejo conocido de Wall Street. El ministro Henrique Meirelles, formado en gestión por la Universidad de Harvard, inició su carrera profesional hace cuatro décadas en el BankBoston, donde llegó a llevar las operaciones globales de la entidad.

El banco fue adquirido por Fleet Financial, donde asumió la presidencia tras la integración. El grupo financiero se integró después en Bank of America. Meirelles dirigió el banco central brasileño durante uno de los periodos más estables y prósperos del país. Goldman Sachs y Barclays le tantearon para que llevara las operaciones en Brasil antes de que entrara en el Gabinete de Michel Temer.

Como dicen los estrategas en finanzas, es crucial que los Gobiernos que pasaron por un periodo turbulento se doten de equipos económicos muy robustos para restaurar su integridad ante los mercados. Perfiles como el de Meirelles o de Caputo cumplen esa función de calmar a los inversores para devolver la normalidad al país, aunque con el riesgo de dar la imagen de que se les reconforta demasiado.

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